Si hay algo que elogiarle a Carolina "Pampita" Ardohain, además de su belleza, es su capacidad para hacer de todo un negocio. La morocha, que arrancó desfilando por las pasarelas de todo el país y actualmente conduce un programa que lleva su nombre por KZO, se refirió a la triste actualidad de la economía del país, sobre todo en el rubro artístico donde decenas de actores, músicos y bailarines, entre otros, se encuentran sin trabajo a causa de la pandemia de coronavirus.
En este contexto, la modelo de 42 años se animó a revelar dos maneras, bastante similares entre sí, que hizo a cambio de una para nada módica suma.
“Una vez me pagaron para ir a un casamiento y hacerme pasar por la amiga de la novia. Fuimos con una amiga y nos pagaron el hotel, la peluquería. No quiero dar detalles de dónde fue, pero fui la amiga de la novia, aparecí en las fotos familiares y me quedé toda la noche en una mesa con los tíos y primos”, Pampita.
Además, la conductora contó que la pasó "espectacular" y "bomba" en el casamiento de la completa desconocida. "Me bailé todo con mi amiga. Fue divino”, explicó sobre esa noche.
Sin embargo, no fue el único "negocio" que hizo utilizando su nombre, ya que también dio a conocer que cobró por hacer acto de presencia en el cumpleaños de una de sus seguidoras.
"Otra vez fui a la casa de una señora que cumplía años y era muy fanática de Pampita Online, y aparecí con la torta. Creo que cumplía 50 años. Su marido lo hizo como sorpresa y la verdad es que ella estaba feliz de la vida, me dijo 'sos el mejor regalo'. Yo cobré por esas dos cosas, en persona tenía otro valor”, aseguró sorprendiendo a todos sus panelistas.
Lejos de las excentricidades, vale destacar que Pampita llegó a Buenos Aires cuando terminó la secundaria: trabajó como camarera en un bowling, donde recibía poca propina y "muchas groserías”, había contado durante una entrevista. Luego se transformó en vendedora en un local de Martínez. “Hasta cobrar mi primer sueldo, almorzaba galletitas de agua”, aseguró en su primera entrevista.
Luego se consolidó como modelo y se transformó en un icono de belleza en el país. También trabajó como notera de El rayo, actuó en Rebelde Way (2002) y Doble vida (2005), hizo varias apariciones en la televisión española y en la chilena, y se transformó en una de las jurados más queridas de ShowMatch.