El aislamiento obligatorio generó que muchos famosos comenzaran a interactuar con sus seguidores a través de las redes sociales.
De hecho, Instagram se convirtió en la principal plataforma de “lives” en el mundo, donde ciento de miles de personas -sobre todo miembros de la farándula- compartieron distintos aspectos de la cuarentena y la intimidad de sus hogares.
En este contexto, Graciela Alfano volvió a abrir las puertas de su casa luego de su separación de Matías Alé, allá por el año 2008.
La ex jurado del Bailando realizó un tour por su casa durante su participación en Bendita, ciclo que conduce Beto Casella por El Nueve.
Allí, la ex panelista de LAM mostró cada rincón de su departamento de Recoleta y hasta se dio el lujo de presentar a Berni, su perro.
Pero minutos después la ex modelo despertó la curiosidad de propios y extraños al lanzar una lógica, pero contundente pregunta: “¿Les interesa el cuarto?”. Claro está, la respuesta fue igual de contundente: “¡¡¡Sí!!!”. “Esto es muy raro”, dijo Graciela cuando ingresó a su habitación y lo primero que se pudo ver es un inmenso retrato suyo en la pared.
Pero el interés del piso del ciclo de El Nuevo creció cuando, en otro sector de la habitación, "Grace" comenzó a exhibir los libros sexuales que tenía en su biblioteca: el “Kama-sutra”, “Magic of Sex”, “Masaje holístico” y entre otros varios volúmenes de temática sexual.
“Viste cuando te dicen ´masturbadora´, bueno señores, esto es cultura”, dijo la ex panelista.
Y sentenció: “El departamento de salud de Nueva York aconsejó una guía de sexo para la cuarentena en donde dice que hay que masturbarse, que es bueno para todos. ¿Qué se creen? Yo soy un verdadero sex symbol recibido”.