Parece que no es el año ideal para los Fernández. Mucho más si les toca trabajar en equipo. Habría que analizar si es una cuestión de alineación de astros, o numerología vinculada a las letras de dicho apellido. Lo cierto es que a la interna que protagonizan el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se le sumó otra batalla (aunque no tan importante, claro): la de Cinthia Fernández y Silvia Fernández Barrio.
Las panelistas de Momento D, el programa de Fabián Doman, no se llevan muy bien. Según fuentes allegadas a la producción del envío de El Trece, Fernández Barrio suele rebajar las opiniones de la bailarina. “Cada vez que Cinthia se mete a hablar sobre un tema de actualidad o política, Silvia le resta importancia o, directamente, habla encima de ella”, confió una fuente a este sitio.
Por ese motivo, las discusiones se volvieron más comunes en el aire del programa. Algunos distraídos creían que se trataba de una maniobra para llamar la atención de los televidentes y así levantar el rating del programa. Pero nada que ver. Las dos Fernández no se bancan ni un poco.
En primer lugar, la ex panelista de Intratables habría hablado con la producción para que Cinthia o Pampito, otro de los miembros del programa, no puedan opinar sobre política o policiales porque su especialidad es el espectáculo. Como se negaron a ese pedido, Fernández Barrio optó por echar por tierra cada una de las palabras que emiten sus compañeros.
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Al enterarse de eso, Cinthia decidió enfrentar a su compañera al aire. Y ambas mantuvieron una fuerte discusión. “Bue, bue, bue. No fue con mala intención. Interrumpís siempre y nadie te dice nada. ¡Pará, no es manera de decirlo!”, le gritó Cinthia, justo cuando Fernández Barrio le exigió que la dejara terminar de hablar.
Ese cruce se dio en el marco de la cobertura del incendio en el departamento de Felipe Pettinato, en donde falleció un amigo del hijo de Roberto Pettinato. Como a la ex conductora no le gustó lo que dijo la ex panelista de LAM, decidió pedirle que se mantuviera callada. Así fue como la mala relación quedó expuesta.
Por supuesto, la pelea siguió fuera de las cámaras. Después de dejar el estudio raudamente, Silvia entendió que debía hablar de lo sucedido con su compañera. Por eso, envió un mensaje al grupo de WhatsApp del programa para pedir una especie de disculpas públicas.
“Dije: 'Lo mando. No lo mando. Lo mando'. ¿No lo mando? Desde ayer no me siento bien con lo que pasó y hacer la del avestruz no le hace bien a nadie. Cin, te quiero y te mando un beso. Bah, los quiero a todos”, escribió Fernández Barrio. Su idea era calmar las aguas y que la bailarina bajara los decibeles. No podía estar más equivocada.
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Acostumbrada a los escándalos, tanto mediáticos como personales, Cinthia le salió con los tapones de punta a Fernández barrio. “A mí no me gusta ni que me griten, ni que me traten de boluda. Tengo un culo y tetas grandes, pero también puedo hablar de temas serios”, le respondió la ex participante de Bailando por un sueño.
Pero no terminó ahí. En otro mensaje que envió al grupo de WhatsApp, Cinthia le respondió: “Esto se habla en persona y también está bueno hacer autocrítica de algo que viene pasando hace bastante y yo por respeto y también porque no me corresponde, no te lo dije. Si me preguntás, lo de ayer fue espantoso. Yo todavía estoy caliente y no soy careta”.
¿Terminó ahí? No. En otro párrafo, Cinthia le escribió a su compañera: “Debés ser un poco más compañera y no tratar así a nadie más y menos al aire... Saludos a todos. Y sí me gustaría pedirle disculpas a todo el equipo, pero no aguanté. Perdón si alguien se sintió incómodo. Que tengan un buen día”. La respuesta de Fernández Barrio fue tan rápida como breve: “Crecé, Cin”. Y Cinthia se quedó con la última palabra: “Qué soberbia. Tranqui, tengo mamá”.