27 Agosto de 2021 15:46
La batalla legal que protagonizan Vicky Xipolitakis y Javier Naselli continúa. Hace unos días se supo que ella debía más de 600.000 pesos de alquiler de su departamento de lujo en Barrio Norte y que el empresario quiere la tenencia de Salvador Uriel, el hijo que tuvieron juntos, y que para eso planteo la “insania” de la mediática. Para eso, los dos fueron sometidos a pericias psiquiátricas.
Aunque todavía no se sabía que decían los profesionales de la salud que los atendieron, Yanina Latorre hizo un diagnóstico público sobre lo que los psiquiatras vieron en la sesión con Xipolitakis: “los estudios a Vicky no le dieron bien y a él sí. Tendría algo psiquiátrico que se llama 'splitting'. Es gente narcisista, obsesivos compulsivos, dominantes. Que le inventan una vida a la víctima, que sería Naselli. Vicky tendría, según las pericias que le hicieron, 15 características de las 17 que tienen las personas que padecen Splitting".
Además, Latorre dio un detalle sobre el supuesto estado psicológico de Xipolitakis que llamó la atención: “Vicky es miedosa, yo esto no lo sabía, duerme con el secador de pelo prendido porque la acompaña. Cuando se siente sola, prende el secador y eso lo deja toda la noche. Busca cosas que la acompañen. Duerme con la luz prendida con el marido, con el hijo".
Horas después, la propia Xipolitakis salió a defenderse en Cortá por Lozano: “La pericia penal a él lo catalogó con un trastorno límite de la personalidad por las que puede llegar a hacer cosas tremendas y tiene una patología del ángel que es peligrosa. Pero las nuevas pericias habían salido normales para los dos”.
Finalmente, mientras Xipolitakis pretende buscar una “casa grande” para mudarse con su hijo en un mes y Naselli sigue con su vida en New York, adonde quiere llevar a vivir a su hijo durante unos meses porque hace dos años no lo ve, la Justicia sumó al expediente las pericias psiquiátricas a ambos.
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En el documento al que tuvo acceso, los profesionales de la salud describieron a la mediática griega como “organizada, perfeccionista, predecible”. Y, por otra parte, agregaron sobre su estado psíquico: “Transformaría los conocimientos nuevos adecuándolos a los ya conocidos”.
En el escrito, la información sobre Victoria continúa con la siguiente frase: “Se trataría de una persona con estimulación constante y situaciones de aventura. Necesita de la admiración y aprobación de los otros que en ocasiones puede adaptar su conducta a lo que los demás esperan de ella para tener su aprobación”.
En tanto, las pericias determinaron que la ex vedette es “optimista por naturaleza” y que “tiende a ver el lado bueno de las cosas intentando aprovechar las oportunidades para pasarla bien aunque en en algunas ocasiones en las que se sienta incomprendida o no satisfecha surgiría el sentimiento de soledad y desconfianza”.
En tanto, sobre Naselli, que denunció a su ex mujer por impedir formar un vínculo con Salvador, y exigió a la Justicia una inmediata revinculación con el pequeño, las pericias dejaron en claro que se puede seguir adelante sin inconvenientes.
En el primer punto, los psicólogos dijeron sobre el empresario: “El señor Naselli se presentó a todos los encuentros convenidos con aspecto prolijo, aseado y formal. Según parámetros culturales y contextuales, sostuvo una actitud colaboradora en todo momento y se mostró predispuesto a llevar a cabo las consignas que se le proponían”.
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Y continuaron: “El señor Naselli presenta una estructura de personalidad que se encuentra dentro de los parámetros esperables, ubicado y adaptado a la realidad. Es protector por naturaleza. Se ocuparía diligentemente de procurar bienestar a los otros”.
Sobre el final, los profesionales dejaron en claro su postura sobre la relación que deben seguir Naselli y Salvador Uriel. En ese sentido, escribieron: “Conclusiones: se estima imprescindible la revinculación paterno filial”. ¿Se dará al fin? ¿O Xipolitakis se seguirá oponiendo? Todavía quedan más capítulos de esta historia.
