El humor como enfoque tiene un superpoder respecto a otros. Y este queda de manifiesto cuando se utiliza para analizar, interpretar y recrear las cuestiones más difíciles de la vida humana. En Perdida Mente, la obra de teatro que dirige José María Muscari en el Multiteatro Comafi, y que escribió junto a Mariela Asensio, se propone hacerlo sobre una temática complicadísima -y para muchas personas aterradora-, como la pérdida de la memoria por enfermedades como el Alzheimer y la aterosclerosis.
En la obra producida por Tomás Rottemberg, se muestra cómo una jueza de la Nación (interpretada por Leonor Benedetto) nota que su memoria empieza a fallar, y decide convocar a las mujeres más importantes de su vida para pedirles ayuda ante el desolador escenario. Esta necesidad es la excusa para que luego Ana María Picchio, Emilia Mazer, Mirta Wons e Iliana Calabró, completen un elenco de lujo que atenderá, con humor pero sin perder el cuidado, este tipo de problemáticas.
BigBang estuvo con Picchio, Wons y Calabró, quienes aprovecharon la oportunidad para hablar de la obra que se reestrenó el mes pasado, y también dejaron su firma contando sobre su percepción de la actualidad del teatro, el hecho de ser dirigidas por Muscari y el futuro de la actividad artística.
"Soy muy feliz haciendo este papel y esta obra. Todas las noches encuentro cosas interesantes para hacer con el personaje. La gente me conmueve mucho, me sorprende. En Mar del Plata no podía creer el gusto que tenía la gente de vernos, y el agradecimiento nuestro", aseguró Picchio.
Su trabajo junto a Benedetto fue reivindicado al punto de que ambas, en febrero último, se alzaron de forma compartida con el premio Estrella de Mar en el rubro actriz de Comedia Dramática. "Me dio una emoción. Nunca había podido ganarlo, y esta vez, yo sabía, pero como me lo habían sacado la última vez", recordó Ana María.
"La gente en la calle me decía 'ay, te ganaste el Estrella de Mar'. Lo tenía que llevar en la bolsa del mercado, porque en los negocios donde me conocían me decían '¿no me lo traes? Porque nunca lo vi de cerca'", explicó la actriz. "Nos lo merecíamos. No vi el trabajo de los otros compañeros, pero nosotros lo hacíamos bien", agregó.
Las entrevistas de BigBang se dieron en los días previos al estreno con este nuevo elenco, que fue en la segunda semana de mayo. "Estoy ansiosa, nerviosa, me duele la panza, estamos por parir, estoy contenta, estoy emocionada, estoy sensible, ¿algo más querés?", confesaba Wons antes de salir a debutar con Perdida Mente. "El teatro tiene algo de esa cosa de parir. Ese pasito que vos decís 'largamos'. Cuando llega el público está la verdad de la cosa", añadió.
Mirta también contó cómo fue encontrarse sobre el escenario ella, Calabró y Mazer, con el elenco que venía haciendo la obra en las dos temporadas anteriores, y cómo modificó el resultado final su incorporación. "Fue 'woow'. Porque somos nuevas para ellas y ellas también son nuevas para nosotras. Es una obra totalmente distinta, dentro del mismo libreto. Pero somos seres humanos, actrices y emociones diferentes, y entonces circula la obra de otra manera", indicó Wons.
Mirta también tributó a la teoría acerca del humor para tratar estos temas más delicados. "Perdida Mente es preciosa, porque el tema es difícil de hablar. Creo que el humor es un excelente vehículo para tocar temas que de otra manera no tocarías", afirmó.
También los nervios previos al comienzo los pudo mostrar Calabró, quien igualmente siempre confió en que nada podía "salir mal" y en que la obra era "un éxito" que "la gente" esperaba. "Y yo espero poder brindarles lo mejor para que todo eso rico del texto pueda trascender y entrar en el espectador, con la simpatía de los personajes y las historias afines", reconoció.
"Yo cuando terminé de verla dije 'es un poema' en el que vos te reís todo el tiempo por un tema del cual la gente tiene tabú", opinó Iliana. "Se maneja la emotividad desde la desdramatización, que creo que llega más profundamente al interior de las personas", sumó.
Las tres actrices entrevistadas tuvieron palabras elogiosas para con Muscari, respecto a su creatividad y su forma de dirigir.
"Creo que el éxito es por esta cercanía que tiene Muscari con la gente, con el interesado por las historias. Primero fuimos amigos antes de tener la relación profesional. Como amigo es alguien que se sienta, que te pregunta cómo estás, se interesa. Y creo que esas inquietudes personales que tiene después las sabe plasmar en obras como esta", detalló Calabró respecto al director.
Wons también celebró lo bien que trabajó en la obra "el tema de las relaciones, los vínculos, cómo cambian. Cómo la persona que amamos ya no es la misma. Y esto lo podés transponer a todas las vidas".
Sobre la relación con el dramaturgo, Picchio agregó un detalle del ida y vuelta de su relación, que también lo definen. Si bien lo llamó "divino" y aseguró que era "copado", la actriz contó los cruces que tuvo con él cuando recién comenzó a interpretar a la mucama.
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"Yo le discutía las cosas, yo creía que el personaje era de otra manera. Y él me decía 'no es la alcaldesa de Barcelona. Es una mucama que habla así'. Yo decía 'qué mala onda', nos peleábamos. Y él tenía razón, aunque yo hubiera agarrado otro camino", confesó Picchio. "Tiene una cosa, yo no sé si para alguien que recién empieza, que necesita otro tratamiento, pero para alguien como yo que tiene muchas horas de vuelo, es ideal", confirmó.Al mismo tiempo, las tres confirmaron la invitación al público haciendo hincapié en el abordaje del tema de la pérdida de memoria. "Es una situación que cualquiera de nosotros podemos estar pasando en algún momento. Es una cosa que se está dando como nunca", expresó Picchio. "Está bueno que se empiece a saber que le puede pasar a cualquiera, que no hay que tener miedo, que hay que hacer un tratamiento. Todos sabemos que no tiene cura, pero se puede acompañar de distintas maneras", agregó.
"La van a pasar bárbaro, se van a reír mucho y después, al terminar, se van a llevar una obra que la van a seguir disfrutando en la mesa, en descubrir estas actitudes de estos personajes en gente del círculo íntimo", señaló Calabró.
Perdida Mente tiene en su haber tomar con humor un tema durísimo para cualquier familia que lo atraviesa. Pero eso no quiere decir que sea irrespetuoso. Su mensaje, al contrario, es esperanzador y tiene la ligereza que se logra cuando se abordan desde la gracia y la esperanza, esos tópicos tan duros de tratar.