09 Noviembre de 2017 16:46
Ayer por la tarde, cerca de las 19, la Policía Federal ingresó en la casa de Giselle Rímolo, ubicada en Don Torcuato, para llevarla detenida. Sin embargo, en lugar de ser trasladada hacia la cárcel, la ex mujer de Silvio Soldán tuvo que ser ingresada en el Sanatorio Otamendi, debido a su delicado estado de salud.
El abogado de la falsa médica, Roberto Schlagel, argumentó que Giselle padece de un fuerte cuadro de estrés postraumático, que se le generó por una agresión que sufrió en el año 2004, cuando estaba alojada en el penal de Ezeiza.
Giselle Rímolo fue trasladada en ambulancia desde su casa en Don Torcuato al Sanatorio Otamendi.
“Tiene un cuadro psiquiátrico de estrés postraumático por una agresión en el penal”, explicó el abogado, y luego, aclaró que la justicia determinó que por la gravedad de su situación fuera internada en un centro médico.
"El lunes, pedimos al tribunal una detención domiciliaria basada en el incidente de salud de ella", aclaró el defensor de Rímolo, y a su vez sostuvo que durante el martes y miércoles de esta misma semana, su clienta tuvo un brote psicótico que le provocó una importante herida, luego de una caída.
Por eso, cuando los oficiales de la policía ingresaron a la vivienda de Giselle, la encontraron postrada en una cama, con una infección y 40 grados de fiebre.
"Terminó casi pelada y la habían agredido analmente y vaginalmente con un palo de escoba, tenía serias lesiones internas, ginecológicas", contó el abogado sobre el episodio que vivió en el penal con sus compañeras. Según aclaró, cuando Rímolo estuvo presa en Ezeiza, le prometió a sus compañeras que las iba a ayudar económicamente cuando saliera de la cárcel.
"Ella dijo eso por las presiones que sufría y se olvidó después de que la liberaron porque pensó que nunca más iba a quedar detenida”, finalizó.
Rímolo deberá volver a la cárcel para cumplir el resto de su condena.
La detención
Lo cierto, es que la detención de Rímolo se volvió inminente después de que la Corte Suprema de Justicia confirmara la sentencia a nueve años de cárcel por el delito de ejercicio ilegal de la medicina, entre otras condenas más, relacionadas con las estafas que cometía desde su falso consultorio médico.
Los oficiales de la Policía Federal ingresaron en su vivienda de Don Torcuato, pasadas las 15, y luego de varias horas de espera, una vez que tuvieron la autorización, se la llevaron en una ambulancia hasta el Otamendi, donde aún permanece.