Una diva. Un almuerzo. Varios invitados. Un clásico de la televisión argentina. Sin dudas, Almorzando con Mirtha Legrand marcó un hito en la televisión argentina. En la mesa del programa creado por Daniel Tinayre hubo de todo: discusiones, gritos, risas, caídas, enojos, flirteos, sorpresa, indignación, silencio, vergüenza, secretos develados y hasta un incendio.
Antes de la pandemia de coronavirus, que obligó a Mirtha a refugiarse en su hogar y a ceder la cabecera del almuerzo a su nieta Juana Viale, el programa llevaba 46 temporadas. Tras el estreno el 3 de junio de 1968, Almorzando pasó por Canal 9, El Trece, ATC (antes de que fuera la TV Pública) y América. Por estos días, mientras la diva analiza si vuelve o no a la pantalla, tras recibir las dos dosis de la vacuna Sputnik V, en BigBang le haremos un pequeño homenaje con los momentos más recordados de Almorzando con Mirtha Legrand.
Una pregunta embarazosa
Año 2000. Con la llegada del nuevo siglo, Mirtha estaba lista para pelear de lleno en la nueva televisión. Así que no dudaba en ir a fondo en cada pregunta. Aunque a veces eran muy desubicadas. Un día recibió a Andrea del Boca. Ambas eran amigas y sus familias se querían mucho. Sobre el final del programa, Legrand hizo caso a un rumor que le había llegado y fue por todo: “Contestame por sí o por no, ¿es cierto que estas embarazada? Lo dijeron ayer por radio”. La cara de Andrea se desfiguró. La sonrisa había desaparecido. Titubeó. La noticia era cierta. Pero la actriz lo negó. Fuera del aire, estalló. Se había molestado mucho por la pregunta. Fue una traición. Durante muchos años, ambas no se dirigieron la palabra. Se reconciliaron en 2008 pero se volvieron a pelear.
Una muy de izquierda y la otra de derecha
Una de las invitadas era Cecilia Rossetto. Tras la tanda comercial, Mirtha tomó la posta y contó lo que habían hablado durante el corte del programa. “Me tomé el atrevimiento de decirle a Cecilia que está muy politizada”. Rossetto le respondió al instante: “Me dijiste que ser tan politizada había perjudicado mi carrera. Esto me parece muy triste, porque, de pronto, no perjudica a grandes estrellas que ocupan las tapas de las revistas y que practicaban fellatio con los genocidas”. Legrand no se esperaba semejante frase. Se indignó: “Cada vez que venís al programa, siempre hablás de política” Desorientada, la anfitriona le espetó una frase que pasó a la historia: “Estás muy politizada. Muy, muy de izquierda. Demasiado, demasiado. Eso pasó de moda. Totalmente”. La actriz se rió y le dijo a Mirtha: “¡Que horror! ¡Qué triste!”. La disputa siguió con Rossetto le dio sus explicaciones. Después de ese episodio, nunca más fue invitada al programa.
Mantenlo prendido fuego
En 1992, Narciso Ibáñez Menta cumplía 80 años y lo fue a celebrar a la mesa de Mirtha. Al momento del postre, lo sorprendieron con una comunicación telefónica con su esposa Lidia, que se encontraba en Madrid. En eso estaba cuando las asistentes de la diva, Luisa y Lina acercaron una torta con las velas encendidas. Ahí comenzaría un instante que quedaría en la historia. Las llamas de las velas comenzaron a consumirlo todo y daba miedo la llamarada que formaron. “Te dejo porque se incendia el canal”, le dijo el actor a su mujer y cortó. Después intentaron apagar la fogata con agua, servilletas, mientras un productor corrió en busca de un matafuegos. Por suerte, no pasó a mayores.
Siga el baile
Eran los 90. Tiempos de pizza con champagne y mucho cholulismo. El entonces presidente Carlos Saúl Menem pasaba más tiempo en los programas de televisión que ocupándose de los más necesitados. En uno de esos almuerzos, mientras tomaban un café, Fairuz, una famosa bailarina de danzas árabes, lo invitó a dar unos pasos. Él no estaba a dispuesta a decirle que no a ninguna mujer. Fiel a su estilo, Menem salió a la pista y se movió al ritmo de la música, o eso intentó. Mientras tanto, la vergüenza ajena se multiplicaba en los hogares argentinos.
La pionera
“Yo no necesito de vos para tener audiencia, Silvana Suárez”, le gritó Mirtha. “¡Hoy sí!”, le respondió la invitada. La ex Miss Mundo se enojó cuando Legrand le reprochó ventilar demasiado sus temas personales, tras su separación del empresario Julio Ramos. El ida y vuelta fue tomando temperatura. Hasta que Suárez, miró a Mirtha y le dijo: “Vos me vas a disculpar, yo me levanto de tu programa porque si vos me invitás para usarme a mí...”. Legrand interrumpió “Yo no te uso”. Enseguida se puso de pie y se dieron las últimas dos líneas de esa charla. A su lado, Esteban Prol miraba en silencio. Su cara lo decía todo.
Demasiado esfuerzo hizo
Esta escena no salió al aire en Almorzando con Mirtha Legrand pero surgió de ahí. Hasta ese momento, nadie había escuchado la diva insultar. Pero Samuel Chiche Gelblung siempre tiene un as bajo la manga y puso al aire una vieja grabación de Mirtha. Aquella vez en la que grababa la apertura de su programa de fin de año, una toma de perfil la enfureció. Lo que siguió fue una seguidilla de gritos y discusiones con su marido Daniel Tinayre, que le dcía: “Calmate, calmate”. Irritada, Legrand lanzó su ya famosa: “Demasiado esfuerzo hago. ¡Carajo! ¡Mierda!”.
Se picó
Los invitados eran los hermanos Silvia y Guido Suller y los hermanos Alexander y Charlotte Caniggia. Algo iba a pasar. Y pasó. Después de que Silvia besara en la boca al hijo de Claudia Paul Caniggia y Mariana Nannis sin que nadie se lo haya pedido, la mediática fue por más. “Yo lo conocí a tu papá”, le comentó inesperadamente Silvia a Charlotte. “Me estoy enterando ahora”, respondió la joven. La mesa se tensó. “Yo salí con tu papá en el 96. Y tu mamá decía: 'No sé por qué prefiere comer mortadela cuando en casa tiene caviar´”, recordó Süller en relación a una supuesta comparación entre la ella y Nannis, ex esposa del ex futbolista de River, Boca y la selección argentina. “Después yo saqué un tema que se llamaba «Caviar o mortadela» y se lo dediqué a tu mamá por eso”, volvió a la carga Silvia, mientras Charlotte y Alexander seguían atónitos y la producción del programa puso rápidamente la canción al aire. Raro.
La performance que asustó a Mirtha
En 2008, Fernando Peña fue por primera vez al programa de "La Chiqui". Si bien la producción y Mirtha temían lo impredecible del personaje, nadie se espero el momento en el que Peña sacó una pistola de su bolso y le apuntó con un arma a la diva de los almuerzos. Luego de un tenso intercambio, Mirtha entro en el juego. En dicha emisión, Peña le dijo que la amaba y la odiaba al mismo tiempo. El momento quedó para la historia. Al año siguiente, cuando Peña murió, Legrand suspendió el almuerzo de esa jornada en señal de luto.
La primera TikToker
Sin dudas, Legrand abrió un camino para muchos. En primer lugar, sus nietos Juana y Nacho Viale jamás conocieron otro mundo laboral que no sea el de la televisión. Y fue gracias al esfuerzo de la diva. Pero, sin lugar a dudas, otro sendero trazado por Mirtha fue el de la fonomímica, también conocida en el idioma inglés como Lip-Synch, es decir el arte de mover la boca fingiendo la reproducción de una voz, propia o ajena, previamente grabada. Desde hace décadas, Legrand interpretó varias canciones. En especial, del dúo Pimpinela. Así que cuando TikTok fue, Mirtha ya fue y vino 15 veces.
Se puso feo
Hacía poco tiempo había muerto el diseñador Jorge Ibañez y una de las invitadas era Graciela Alfano, que estaba peleada con él. Así que Legrand fue con todo. “¿Es cierto que la madre de Jorge te echó de su velatorio porque vos practicás magia negra?”. Absorta, Alfano respondió: "Hay que dejar a los muertos en paz (...) me estás haciendo una pregunta muy incómoda y no es una pregunta para hacer". Y agregó: "si quieren que me retire no tengo ningún problema". Sin embargo, Mirtha no estaba lista para dejar las cosas así y aseguró que el propio Ibáñez le había contado que padeció actos de brujería por parte de Alfano: "Yo no creo en nada de eso, por favor, me da vergüenza que me lo pregunten", sentenció Graciela. Para finalizar, la diva tuvo la última palabra: "Creo que es verdad y que estás mintiendo porque Jorge me contó con lujo de detalle; creo que antes eras así y ahora cambiaste".
Plus:
Rosa, Rosa
Como buena diva, Mirtha podía hacer lo que quería. Durante muchos años, agarraba una rosa y hacía ésto en la televisión abierta.