El 23 de diciembre del año pasado, Carrie Fisher, famosa por interpretar a la Princesa Leia en la saga de Star Wars, sufrió un infarto masivo en el avión que la trasladaba de Londres a Los Ángeles, 15 minutos antes de aterrizar. Luego de recibir reanimación cardiopulmonar, la actriz de 60 años había sido trasladada al UCLA Medical Center, donde falleció cuatro días después.
Carrie Fisher faklleció a los 60 años
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Casi seis meses después de aquel trágico episodio, se dieron a conocer los resultados que arrojó la autopsia a la actriz ícono de la cultura pop. Los expertos señalaron que Fisher había consumido cocaína, heroína y éxtasis horas antes de descomponerse durante el vuelo. Sin embargo, los investigadores no pudieron determinar qué impacto tuvieron estas drogas en su deceso.
Carrie Fisher y Harrison Ford en la última Star Wars.
El reporte completo estableció que Fisher habría consumido cocaína tres días antes del vuelo del 23 de diciembre en el que se descompuso. También se detalló que se hallaron rastros de heroína y MDMA, conocida como éxtasis, pero que no pudieron determinar cuándo Fisher las consumió.
"Fisher sufrió lo que parecía ser un paro cardiaco en el avión, acompañado de vómitos y una historia de apnea del sueño. Con base en la información toxicológica disponible, no podemos establecer la importancia de las múltiples sustancias que se detectaron en la sangre y el tejido de la señora Fisher sobre la causa de la muerte", señaló el informe.
Éxito y lucha
Nacida en 1956, Carrie conoció el mundo del espectáculo desde pequeña: sus padres son la estrella de cine Debbie Reynolds, quien falleció al otro día que su hija, y el cantante Eddie Fisher.
Carrie junto a su madre, la también actriz Debbie Reynolds.
El debut de Fisher en el cine fue en 1975 de la mano de la película Shampoo. Sin embargo, el estrellato le llegó por completo dos años después gracias a su papel como Leia en la primera película de la saga Star Wars.
Y aunque luego su presencia en el cine fue menguando, reinventó su carrera como escritora, encontrando gran éxito de la mano de los libros autobiográficos Postales Desde el Filo y Wishful Drinking, eventualmente adaptado a una obra teatral unipersonal que la misma Fisher protagonizó.
Durante toda su vida, la actriz reveló cándidamente su lucha contra el desorden bipolar, y las adicciones a las anfetaminas y la cocaína.Por esta razón, al conocer los detalles de la autopsia, su hija Billie Lourd envió un comunicado a People: "Mi madre luchó contra la adicción a las drogas y las enfermedades mentales toda su vida. Finamente murió por eso. Ella fue deliberadamente transparente en todo su trabajo acerca de los estigmas sociales que rodean estas enfermedades".
Fisher, sex symbol de los '70 y '80 con su personaje de Leia.
La última aparición cinematográfica de Fisher fue en Star Wars: El despertar de la Fuerza, donde retomó el papel de Leia, y aparecerá también de manera póstuma en la próxima entrega de la saga, actualmente en estado de post-producción.