29 Enero de 2018 11:20
En la serie El asesinato de Gianni Versace, estrenada la semana pasada en Fox, la figura del diseñador italiano aparece rodeada tanto por la de su hermana, Donatella, como la de su pareja, Antonio D'Amico.
Allegra Beck Versace hoy tiene 31 años.
Sin embargo, una de las personas que más quería Versace no aparecerá retratada por expreso pedido de su madre: Allegra, hija de Donatella y del modelo norteamericano Paul Beck.
Pero, ¿por qué tal decisión? Más allá del amplio descontento que la familia del italiano tuvo con el proyecto televisivo, la relación de la joven con el mundo del espectáculo ha sido siempre esquiva y conflictiva.
La primera gran aparición de Allegra frente a los medios fue en el funeral de su tío, donde lloró desconsoladamente su pérdida. La niña, que en aquel entonces tenía 11 años, había sido elegida como una de las principales herederas de Versace: Gianni le legó el 50 por ciento de su compañía, mientras que un 20 por ciento iría a su madre y otro 30 a Santo, hermano mayor del diseñador.
Sin embargo, lo cierto es que la joven, quien hoy tiene 31 años, nunca llegó a tomar control total de la compañía. Tiene allí una oficina que visita apenas una o dos veces al mes, y no toma ningún tipo de decisión importante.
Gianni Versace junto a Allegra.
"Es insegura, frágil y no tiene cualidades para el diseño", supo declararle una fuente interna de la empresa al diario inglés The Sun. Lo cierto es que parte de las batallas de Allegra están a simple vista: durante años sufrió de anorexia, algo que su familia admitió públicamente en un comunicado emitido en el 2007 cuando anunciaron que se sometería a rehabilitación.
"Tras puertas cerradas"
Crecer a la sombra de su extravagante madre no debe haber sido tarea fácil para la joven. "Era la niña mejor vestida de Milan", señaló Donatella en una entrevista con Harper's Bazaar en el 2007. "Ella me vestía en seda para ir a la primaria. En el jardín de infantes una vez me mandaron de vuelta a casa porque no podía pintar con los dedos sin manchar mi vestido", agregó Allegra.
En el 2007, Allegra hizo pública su batalla contra la anorexia.
"Me gusta hablar con ella, siempre me dice la verdad sobre Donatella", señaló alguna vez Versace describiendo la cercana relación con su sobrina, a la que para un cumpleaños le regaló la oportunidad de bailar ballet con una de las leyendas de la danza, Maurice Bejart.
Así, cuando Gianni fue asesinado, no sorprendió que la niña entrara en una profunda tristeza. Y a pesar de que recibió tratamiento psicológico luego de la muerte, muchos aseguran que Allegra jamás pudo recuperarse y que ese hecho determinó en gran parte sus trastornos alimenticios y su vida alejada de los medios.
Allegra y Donatella junto a la modelo Gisele Bundchen.
Hoy, prefiere ver televisión y escuchar música antes que mostrarse en público, no tiene pareja ni demasiados amigos. Su compañía perpetua es Donatella, junto a quien aparece en algunos eventos de Versace. Quizás así busca liberarse de la enorme presión que sintió durante toda su vida: la de ser la sucesora de un auténtico genio creativo.