por Raúl Bertuccelli
30 Julio de 2023 08:00A duras penas terminó el secundario. Se fue a probar suerte a Canadá en busca de cumplir su gran sueño: consolidarse como cantante. Se enamoró de una persona un par de años mayor que la estafó. Este hombre le robó su identidad, sacó con su nombre un crédito de 40 mil dólares y se fugó. Nunca lo encontraron. Bajo la amenaza del banco de iniciarle un juicio si no devolvía el dinero, lo que iba a derivar en la cancelación de su residencia, se presentó en un concurso en uno de los bares nocturnos más concurridos de Toronto, resultó ganadora y se llevó los primeros 500 dólares de su nuevo trabajo. A partir de ahí, comenzó a trabajar de stripper.
La vida de Daniela Bragaggnolo, “Nanu The Crazy Latina” para aquellos que la siguen en las redes sociales, es tan dramática como frenética. Actualmente a sus 26 años mantiene un alto perfil en redes sociales: tanto TikTok, como Instagram. Desde allí promociona su música y también su cuenta de OnlyFans. Incluso, hasta no hace mucho regresó a la Argentina para demostrar su talento y sus ganas de consagrarse como artista en su tierra natal. Pero para esta joven cantante no es fácil abrirse camino en la industria de la música y en su afán por llegar a cumplir esa meta, tuvo que pasar por varios otros oficios que la fueron moldeando: modelo de ropa interior, bailarina exótica y trabajadora sexual, entre otros.
"Nanu" comenzó su carrera musical desde muy temprano, cuando a los 18 años se fue a Toronto a buscar ese sueño dorado. Sin embargo se terminó enamorando de un cliente que no sólo le terminó dando la espalda, sino que además la estafó. “Me escapé con el cliente. La cuestión es que era hacker. Primero hackeó al proxeneta, porque lavaba dinero. Con eso, se podía pagar con tarjeta de crédito y él pagaba por mí. Desapareció por una semana, todo fue un quilombo y después me terminó hackeando a mí”, contó la influencer en diálogo con BigBang.
La vida la fue llevando a tomar decisiones rápidas y difíciles. En ese sentido, "Nanu" sostuvo que la adicción va más allá de las drogas: "Cuando uno prueba ese estilo de vida, cuando ya te metés ahí, es como una droga. No hay mayor adicción en la vida que la plata, yo creo que es una adicción muy grande”. Bajo este contexto fue que Bragaggnolo sacó un single llamado: “Droga Cara”, donde explica todo lo que vivió trabajando como prostituta. “Yo me metí, obviamente, en las drogas a través de... un montón del laburo era ir a fiestas con gente de mucha plata y estar drogándose, también era lo que más plata te daba, porque cuanto más se drogaban, más horas estaban", resaltó.
"Y yo de ahí generé un problema de adicción”. Durante la charla, la cantante detalló el momento de su carrera en el que decidió alejarse del "proxeneta que la manejaba" para comenzar a valerse por si misma. "Me puse a bailar, a trabajar en casa de masajes y con eso empecé a sustentarme mi carrera musical”, dijo e indicó que desde que regresó al país "está sana". “Gracias a Dios, en ese sentido Argentina es un país muy sano. Desde que llegué no he tocado nada, me ha ayudado un montón estar en este país”, destacó, al tiempo que reveló la inusual propuesta que recibió: "Un hombre con mucha plata me propuso que si yo me iba a vivir con él hasta me ponía un estudio en la casa. Me dijo: 'Vas a tener todo'”.
¿Cómo es tu historia con la música? ¿Cuándo empezaste?
- A mí desde chiquita me gustaba la música, yo era chica de comedia musical y nunca me animé a dar ese paso de sacar mi música, pero un día estaba estudiando y me iba muy muy bien en la universidad, al punto que tenía 10 premios todo, y yo estaba tipo: “Ay, estoy poniendo toda esta energía y esta pasión en algo que realmente no es mi pasión, ¿y si me animo y pongo toda esta energía en lo que en serio me gusta?” . Y le empecé a meter primera y aquí estoy ya. Todo o nada.
¿Cuántos temas tenés hoy en día?
- Ya casi 30.
¿Y son temas separados o ya hiciste un CD, un disco?
- Hay un EP que se llama Borderline Genius Disorder, que lo saqué el año pasado. Ahora se viene otro y algunos que salieron como single.
¿Tu historia con la música empezó acá en Argentina o cuando te fuiste a Canadá?
- Cuando fui a Canadá empecé a sacar música desde allá, me formé acá, después llegué allá y la vida me llevó a unas situaciones medio feas. Entonces como que me olvidé un poco de mis sueños y mis metas. Después un día me animé a retomar y bueno, aquí estamos.
Tus letras son muy fuertes, expresan muchas de tus vivencias. ¿Esas letras y expresiones son las que no te hacen alcanzar tus metas?
- Creo que mis vivencias me llevaron a poder ser la artista que soy hoy, la que sigue creciendo. Pero digo, de chiquita mi papá llevó la película del secreto a casa. Creo que tenía como 8 ó 9 años. Corría por mi cuarto, literal nunca me voy a olvidar, me senté en la cama y dije: 'Bueno, yo quiero ser como Shakira y como Beyonce".
Creo que a mí la vida me agarró y me golpeó un montón para que yo pueda en serio escribir las canciones que escribo ahora. Son letras muy fuertes. Pero un gran referente mío, que bueno es hombre, es The Weeknd. Sus letras y cómo empezó escribiendo... todo es re oscuro y habla de lo que vivió en la calle,de la prostitución. Ahí digo: "Bueno, está bien, yo soy mujer, lo estoy haciendo de manera bilingüe". Pero si él fue aceptado y es el número uno en el mundo, ¿por qué una mujer no puede tener ese nivel de arte de hablar de cosas tan fuertes y oscuras y ser aceptada? Yo creo que es un proceso al que la gente se acostumbra.
También veo que acá, una cosa que me encanta y se vende mucho es la imagen de “bad bitch” o el duro trapero, pero en realidad son gente re tranqui, re buena. No mataron a nadie, pero allá en Norteamérica lo peor que podés hacer es inventar algo así, si vas a escribir una letra de una “bad bitch”, vos tenés que ser una “bad bitch”.
Si vas a escribir una letra de que sos un gangster y te vas a tatuar y vas a decir “soy malo”, tenés que ser así. Si se llegan a enterar que estás mintiendo, tu carrera se va al pozo. En cierto sentido yo digo: "Bueno a mí la vida me llevó a que yo tenga todas estas vivencias para que yo ahora pueda en serio tener una historia de la cual hablar". Más allá de que creo fantasías, es clave que sean fantasías que vienen de un lugar muy real.
¿Crees que esas letras te impiden prosperar en tu carrera?
- No, creo que tengo que hacer mejor mi marketing. Recién empecé con un equipo, creo que tengo que pensar mi marketing un poco mejor, en el sentido de que yo me estoy adaptando a Argentina. Más allá de que yo crecí en Argentina. Hasta los 18 estuve acá, después me fui para allá y, como digo, a mí la delantera se me formó allá.
Entonces, yo tengo una manera de ver las cosas y de ser muy liberal, que yo pensé que en Argentina iba a ser así, porque digo, es gente latina, somos mucho más cálidos; pero no, somos más cálidos, pero somos mucho más conservadores en un montón de cosas. Entonces es como que estoy en ese paso de decir bueno ahora llegué a Argentina, ya tengo mi público acá y tengo que acomodarme un poco. Pero creo que las letras y eso, más allá de que sean muy fuertes y capaz que para algunas personas sean un poquito difíciles de digerir, creo que marcan algo muy diferente y revolucionario.
Tenés OnlyFans, ¿cómo llevas eso? ¿Qué contenido mostrás? ¿Qué ofrecés en OnlyFans?
- Es parte de mi arte por un tema de que, bueno, con mi historia obviamente yo he tenido una relación muy difícil con el sexo, he estado con mucha vergüenza. Con OnlyFans primero me encontré una manera de sustentar mi carrera musical. En un sentido, no necesito una disquera en este momento gracias a Dios; me ayuda mucho a poder liberarme y no sentir vergüenza. Entonces es un canal para poder decir: 'Bueno, esta es mi sexualidad y yo soy la dueña de esto y me gusta mucho hacer vídeos bailando, haciendo striptease'. Yo era stripper. Entonces yo siempre digo, a mí ser stripper me llevó a lidiar con ciertas cosas no estaban buenas del trabajo, pero el trabajo de bailar, subirme al escenario, eso era en realidad un trabajo hermoso y hoy en día yo lo traigo a mí. Por eso cuando yo digo sex symbol en un sentido, en disfrutar el sexo, hacerlo de una manera liberadora y artística, sin vergüenza.
¿Cómo hiciste para salir de esa etapa tan difícil que te tocó transitar?
- Bueno, cuando llegué a Canadá, yo era muy ingenua. Tenía 18 años, la verdad que era muy ingenua, muy inocente, mi mamá siempre nos protegió mucho más allá de cualquier problema que haya tenido en casa y yo me encontré sola en una gran ciudad que más allá de que sea un país re desarrollado... hay un montón de cosas bastante feas pasando y una nena ingenua, vulnerable. ¡Me comieron viva! Me metí con la gente equivocada y también me metí en la prostitución... cosas así. Salí, para hacerla corta, porque me enamoré de un cliente y me escapé con él. Pero era hacker y primero lo hackeó al proxeneta, porque el proxeneta lavaba dinero entonces se podía pagar con tarjeta de crédito y el chabón pagó con tarjeta de crédito por mí, por una semana desapareció, todo un quilombo y después me terminó hackeando a mí.
Entonces cuando a mí me estaba buscando el proxeneta, yo le digo: 'Che, pero a mí también me metieron en quilombo'. Me dejó ir porque no quería que estuviera trabajando ahí porque estaba en quilombo con el Gobierno. Entonces, como no hay mal que por bien no venga, terminé saliendo. El problema vino después. Cuando uno prueba ese estilo de vida, cuando uno ya se mete ahí, es como una droga. No hay mayor adicción en la vida que la plata, yo creo que es una adicción muy grande; yo ya había visto que podía estar en esos ambientes y hacer plata y digo, bueno, ahora ya no tengo un proxeneta, entonces me quedé sin hacer la parte de prostitución porque eso sí era muy fuerte para mí, pero me puse a bailar, a trabajar en casa de masajes y con eso, bueno, también empecé a sustentar así mi carrera musical. Pero yo recién salí, salí de eso ahora estando en Argentina. Yo hasta estaba allá y seguía bailando y todo y... un ambiente difícil, pero como dije, es esa adicción a la plata que no me permitía mucho salir.
¿El hacker te llevó a vos a ese mundo oscuro?
- No, no, no. Yo caí en eso buscando anuncios de modelaje. Empecé lencería y así te van metiendo. Creo que lo importante de mi historia, lo que quiero enseñar a todas las chicas que me miran, es que más allá de que no me consideren un modelo a seguir, poder decirles: 'Bueno, perfecta no soy; pero sé que tengo muchas chicas jovencitas mirándome y me preocupa'. Porque veo a chicas de catorce años saludándome en la calle y yo pienso en las cosas que canto. Lo importante es que aprendan lo que es el grooming. No siempre te van a poner una pistola en la cabeza. No, no funciona así. Un montón de veces te van a mentir, te van a llevar a lugares. Algunas veces con mentiras. También te van a mostrar cosas lindas para que te brillen los ojos. Te van metiendo y lamentablemente vivimos en una sociedad que hacia la mujer es muy, muy, muy injusta. 'Bueno, pero vos lo elegiste', te dicen. Y yo respondo: 'Andá y recordá cómo pensabas a los 18. Si hoy tenés 25 y pensás igual que como cuando tenías 18, no creciste; tu consciencia no creció, tu cabeza no se abrió'.
Yo miro quién era a los 19 y no era tan inocente, pero sí muy ingenua. Ahora, con la experiencia y los palos, miro atrás y entiendo que hay gente que se aprovecha de eso, que te ve vulnerable. Lo que aprendí es que cuando hay pobreza, la gente puede ser muy salvaje y aprende a moverse de esa manera, en ese mundo que es como una selva. Ven a alguien vulnerable y se aprevechan. Atacan y aracan.
Droga Cara, hablame de esa canción...
- Bueno, Droga Cara es un tema de cuando me drogaba cuando trabajaba de prostituta. Veo a muchos hateris diciendo que es apología, pero el primer verso de la canción abre con: 'Esto no es apología, esta es mi poesía salvaje; fue mi vida, ¿qué quieren que les diga?'. Sólo cuento historias de todas mis memorias. Creo que mucho de los haters tiene que ver con el hecho de que soy mina. En la canción hablo de escaparme, ¿no? Yo me metí en las drogas, obviamente, por el laburo de ir a fiestas con mucha plata. El plan era estar drogándose y era lo que más plata te daba, porque cuanto más se drogaban, más horas estaban.
Ahí empecé con un problema de adicción que, gracias a Dios, en ese sentido la Argentina es mucho más sana. Desde que llegué no he tocado nada, me ha ayudado un montón estar en este país. Pero Droga Cara es eso, es la historia de estar en este ambiente y estar triste y sufriendo y drogarme para salir de eso y escapar, que mi mente se escape un rato. También meterme en un personaje, porque siempre yo creo que a mí la vida es mi universidad. Estudié formalmente, pero mi universidad fue la vida y como artista mi escuela fue la vida.
Estar en estos ámbitos te lleva a estar siempre en un personaje distinto. Yo tenía que leer a cada cliente y decir: 'Bueno, ¿qué le gusta a este hombre? ¿A ver en qué me tengo que transformar para gustarle?'. Tenía que ser como un camaleón y transformarme en distintas fantasías para poder sobrevivir. Entonces eso a mí como artista la verdad que hoy me sirve un montón y Droga Cara también habla de eso, de esta transformación en fantasías.
¿Se corre mucho el tema droga con la música?
- Yo creo que en Argentina se lo ve más sano, recién estuve acá hace un par de meses igual, pero sí en Norteamérica yo vi un ambiente mucho más turbio, donde si te juntás con la gente poderosa, si te vas a los yates, si te drogás con esta gente, te codeás, si te acostás con el correcto, la verdad que sí, te ayuda en tu carrera, es algo muy crudo y muy triste. No es completamente necesario hacerlo, pero bueno, tu camino va a ser más difícil si no vas a transar con estas cosas.
¿Te han aparecido propuestas indecentes de productores y todo tipo de cosas?
- En el Norte sí. Acá no, acá todavía he estado bastante limpita la cosa. Recuerdo que un hombre con mucha plata me propuso irme a vivir con él, porque estaba "engatusado". me dijo: 'Tengo un amigo que es dueño de una disquera. Venite conmigo que te pongo un estudio en tu casa y te armo todo'. Pero no más. Que mi vida entera esté con estas personas, ni loca.