Rubén Mühlberger se encuentra detenido, en prisión domiciliaria por ser un paciente inmunodeprimido debido al cáncer que padece, luego de ser indagado por la fiscal Valeria Massaglia por haber violado la cuarentena al mantener funcionando su clínica, Klinik Mühlberger ubicada en Arenales al 1300, por promocionar en el establecimiento una supuesta cura para el COVID-19 y por abandono de persona, a raíz de la denuncia que hizo una mujer luego de asegurar que su padre había sido atendido en el centro médico y a los 15 días murió.
Sin pelos en la lengua, la fiscal Massaglia atendió a los medios y aseguró que le "sorprendió la "actitud de Mühlberger durante la declaración. "Aun no le hicimos exámenes psiquiátricos ni psicológicos, es un persona muy especial. Después de escucharlo durante cinco horas, veo porque mucha gente a entrado y caído en las redes de seducción de este personaje, ahora lo comprendo aún más", sostuvo.
En ese sentido, la fiscal remarcó que el "médico de los famosos" declaró "con un alto nivel de negatividad" y actuó de un modo cínico al dar explicaciones "injustificables" en los delitos de los que se lo acusa .
"No porque niegue los hechos que se le acusan, sino porque los reconoce y al mismo tiempo niega su responsabilidad. Lanzó excusas injustificables, porque él es el único responsable de la Clínica", sostuvo Massaglia.
Por otra parte, Alejandro Pugliese, ex pareja del doctor, rompió el silencio, contó detalles de la clínica y denunció que Mühlberger le clavó un cuchillo en la sien. “La clínica se compró en 2005. Era una caja de zapatos, era un depósito. Me llevó tres años, la parte económica y de arquitectura, era hasta un consorcio complicado, hasta que en 2008 se inauguró", detalló Pugliese en diálogo con Nosotros a la mañana.
En ese sentido, aclaró que estuvo 12 años en pareja del médico y remarcó que por aquel entonces, entre 2008 y 2009, era una persona simpática y hasta civilizada con los pacientes. "En 2010 había un poco de fricción. En 2012 también. Y en 2013 fue patético y siniestro". Según sus palabras, Mühlberger cambió su manera de ser cuando se hizo famoso: “Con la cámara y las fotos sacó su parte psicópata".
Según sus propios dichos, Pugliese se encargó de gestionar el permiso de habilitación para el centro médico de estética, que tenía un quirófano de primer grado solo para aplicar bótox, durante la relación. “Entre 2008 y 2012 teníamos los mejores equipos de la Argentina como, láser, depilación definitiva... Él simplemente hacía botox, relleno y las benditas quelaciones", detalló.
En ese marco, si bien se mostró "anonadado" por la cantidad de testimonios y denuncias en contra de Mühlberger, relató que en aquella época no se hacían cirugías en la clínica. “Teníamos una relación tóxica: yo tenía 32 años y él, 10 años más que yo. Fue mi primera pareja, me definí gay en ese momento. Los primeros años eran tranquilos, se empezó a poner feo los últimos años”, recordó.
Y cerró: “Un día se apareció con cara de sacado. Estábamos almorzando y de golpe me dice que tenía un proyecto y me pidió un contacto. No se lo quise dar y no le gustó nada, pensó que le estaba ocultando algo. De golpe vuela un cuchillo tramontina y me lo clava en la sien. Me podría haber matado. Siempre me decía que siendo médico sabía cómo matar a una persona con un cuchillo casero, sabía donde tenía que cortar'. Era una persona peligrosa”.