03 Octubre de 2016 08:10
Angelina Jolie solicitó hace catorce días los papeles de divorcio para culminar así su relación de 12 años con Brad Pitt. Inmersos en un fuerte escándalo y con acusaciones de violencia y abuso de drogas hacia el actor, los ex “preferidos” de Hollywood lograron un acuerdo secreto para llevar adelante la crianza de sus seis hijos.
La pareja se separó en malos términos después de 12 años de relación.
Según consigna la prensa estadounidense, Pitt no pudo volver a ver a sus hijos desde la avanzada judicial de su ahora ex mujer. “Está fuera de sí y llorando mucho. La decisión lo agarró por sorpresa. Está hecho un desastre. No pudo ver a los chicos y llama a los empleados de Angelina para saber si están bien”, precisó un amigo del actor a Us Weekly.
Se casaron en diciembre del año pasado. Sus hijos fueron los testigos.
Pero la distancia llegará a su fin. Si bien no está de acuerdo con las pautas que le impuso su ex mujer, Brad aceptó las “reglas de visitas” que solicitó Angelina para permitir el reencuentro con Maddox (15), Pax (12), Zahara (11), Shiloh (10) y los mellizos Knox y Vivienne (8). ¿El detalle? Tendrá que hacerlo acompañado por un psicólogo y un asistente social.
La Justicia investiga si Brad agredió verbal y físicamente a Maddox.
“No puede soportar el hecho de tener que estar supervisado. Está haciéndolo para poder ver a sus hijos, pero se siente insultado. No puede creer cómo su vida cambió de modo tan drástico estas últimas semanas”, sostienen desde el entorno de Pitt.
Jolie lo había adoptado de soltera en 2002. Tenía dos años cuando conoció a Pitt.
De acuerdo a lo solicitado por Jolie, será el psicólogo quien determine si Brad necesitará o no ser supervisado durante las siguientes visitas. ¿Cuál es la preocupación de la actriz? Al firmar los papeles de divorcio, lo acusó ante la Justicia estadounidense de excesos en su consumo de drogas y alcohol.
Brad con sus hijas mayores (Zahara y Shiloh). Jolie lo acusó de abusar del alcohol.
La Justicia le dio lugar al reclamo después de que el Departamento de Infancia y Familia de Los Ángeles recibiera una denuncia anónima en la que acusaba a Pitt de haber agredido física y verbalmente a su hijo mayor, Maddox. El episodio tuvo lugar cuando la familia regresaba en un vuelo privado de Francia, sólo un día antes de que Jolie decidiera terminar con el matrimonio.
Por este motivo, el actor debió someterse la semana pasada a un test para determinar si había consumido drogas en las últimas semanas. Eso sí y a pedido de Jolie: si quiere ver a sus hijos, deberá presentarse y hacerlo cada quince días.
Según la prensa internacional, quien más sufrió la separación fue Shiloh, la primera hija biológica de la pareja. “Siempre fue 'la nena de papá'. Le pide todos los días a su madre que revea la situación y que vuelva con Brad, para que todo regrese a la normalidad”, señalan.
Shiloh, la primera hija biológica de la pareja, es la más afectada por la separación.
“Todos los chicos están devastados y confundidos porque sus padres se separaron de un momento a otro. Todos le insisten a Angelina para que revea su posición”, suman.
La mansión que Angelina alquiló por 95 mil dólares al mes para alejarse de Pitt.
Intransigente, Jolie no sólo no dio marcha atrás, sino que además orquestó su mudanza a una millonaria mansión ubicada a sólo 50 minutos de la que compartía con el actor (para conocerla por dentro, hacé click acá).
Jolie accedió a hacer terapia familiar para ayudar a sus hijos con el divorcio.
Sin embargo y pese a que desde su entorno se encargaron de desestimar cualquier posible reconciliación, la actriz aceptó hacer terapia de pareja y, además, sesiones grupales de análisis para toda la familia.