Sobre el escenario, Perry se arropó con una bandera y lució un vestido con girasoles, ícono de los antichinos.
La cantante Katy Perry provocó un revuelo a ambos lados del estrecho de Formosa. Durante un concierto, se envolvió con una bandera taiwanesa, lo que, anticipan, provocará la ira de China.
La estrella del pop estadounidense apareció el martes en el escenario del Taipéi Arena envuelta en una bandera taiwanesa y vestida con un atuendo de lentejuelas decorado con flores de girasol, emblema de las manifestaciones antichinas.
Los mensajes de admiración fluyeron en las redes sociales taiwanesas: "Estoy muy emocionado", "genial", "te quiero", fueron algunos de ellos, aunque Perry no aclaró si su elección de vestimenta reflejaba su posición política sobre las relaciones chino-taiwanesas, en crisis desde hace 65 años, cuando la isla se separó de China tras una guerra civil.
"Tendrá problemas para dar conciertos en China a partir de ahora”, opinaba Tsai Chen Wang en Facebook.
Mientras, en Sina Weibo, el Twitter chino, muchos fans de la decían sentirse "decepcionados" y la insultaban. Aunque el agente de Perry no hizo comentarios al respecto, el organizador del concierto en Taiwan, se apresuró a aclarar a AFP que la elección del vestido había sido fortuita.