En tiempos de redes sociales, la privacidad es un bien que escasea. El último incidente lo protagonizó el periodista Juan Pablo Varsky, que vio cómo se viralizaban sus fotos íntimas. Nada grave, pero nada agradable. Conversaciones de Whatsapp y algunas autofotos en ropa interior que se multiplicaron en computadoras y teléfonos. Por supuesto, sin su consentimiento.
Se viralizaron fotos íntimas del periodista Juan Pablo Varsky, que hizo su descargo.
El periodista tuvo su descargo esta mañana en su programa radial, “No somos nadie”, que sale por Radio Metro. Allí se tomó unos minutos para referirse al asunto. “Hay que ponerle el pecho, hacerse cargo. Acá estoy. Todos tenemos problemas, algunos se pueden encontrar, otros se buscan. Me tocó a mí el papelón de las fotos y la invasión a la privacidad. El papelón es mío, todo mío. Lo saben mi familia, mis amigos, compañeros de trabajo. Hace más de una semana que vivo con esta situación que ayer explotó en la aldea de altísima intensidad y por eso corresponde que hable”.
Se lamentó por lo sucedido, admitió que era él y advirtió a los usuarios de redes.
Más allá de admitir como un error semejante exposición, Varsky advirtió al resto de los usuarios de redes. La invasión a la privacidad le puede suceder a cualquiera. “El tema está judicializado. Cualquiera de ustedes, más allá de las fotos, amigos, dénse cuenta de que son potenciales víctimas, y no está bueno entregarse a esta miseria de esta manera”.
“Se paga esto de exponerse en la intimidad, se los digo por experiencia personal e intransferible”
El periodista pide innecesarias disculpas a su audiencia, se lamenta por lo ocurrido y asegura: “Es mucho peor que irse a la B, por escándalo”. En el medio de lamento, destaca: “El obtener y apropiarse de imágenes privadas, acceder en forma indebida a mensajes de textos, fotos o videos personales; editarlos indebidamente y acosar por cualquier medio, es un delito, en la República Argentina y en el mundo. Y el que lo comete es un delincuente al que le corresponden penas de prisión”.
Raúl Martínez Fazzalari, abogado especialista en la materia.
Raúl Martínez Fazzalari es uno de los especialistas del país en la materia. Y, para graficar este problema que viene en franco crecimiento en la sociedad (al compás de las redes sociales), recurre a tres círculos.
Personas: Es lo que cada persona comparte o no. Es una decisión personal sujeta a la voluntad.
Plataforma: Se trata de la exigencia a la red social respecto de las medidas de seguridad del material que estoy subiendo.
Estado: Cuando falla alguno de los círculos anteriores, interviene el Estado a través de normas, procedimientos y fiscalías especializadas. En Argentina, este tipo de abuso es un delito punible.
Martínez Fazzalari recomienda a las víctimas de este delito dos cosas: primero reconocer el problema (“Soy una víctima y tengo que exigir justicia”); lo segundo es denunciar y aportar todas las pruebas que puedan ayudar en la investigación (capturas de pantalla, fotos, chats).
Consultado sobre si es posible dar de baja ese contenido indeseado en la web, la respuesta es más difusa. “Como poder se puede, pero no es nada fácil”, analiza. Las características de la web dificultan el control de lo que por algún motivo -planteado en algunos de los puntos anteriores- se descontroló. “Es difícil pero es posible”, razona el especialista.