por Alejo Paredes
22 Octubre de 2023 08:00Se podría decir que la vida de Emiliano Bartolucci -conocido como El Barto en las redes sociales- siempre estuvo marcada por el destino. Este cantante y compositor nacido en San Miguel del Monte comenzó a deambular por el camino de la música a los 17 años, pero no fue hasta los 30 que en medio de una crisis -que estuvo acompañada con la llegada del COVID-19- descubrió que realmente el canto era su vocación. Si no tomaba la decisión en ese momento, no la iba a tomar más y justo se da que en ese año conozco a Adrián Barilari. Fue Barilari el que me dijo: ´mirá, si es lo que vos querés yo te voy a dar una mano´", reconoció en una imperdible charla con BigBang.
Hasta ese momento, Emiliano era dueño de una casa de electricidad que pudo sobrellevar a pesar de la inclemente pandemia de coronavirus. "Yo tenía una casa de electricidad en San Miguel del Monte, tenía un comercio que vendía materiales eléctricos y una empresa de servicios de electricidad, yo estudié ingeniería eléctrica", confesó. Pero sorpresivamente se topó en el camino con el ícono del rock nacional, vocalista de Rata Blanca y una de las mejores voces del país.
Hoy, con 35 años, recuerda aquella historia con una sonrisa que dio como frutos la presentación de su tema "Mi destino", el cual interpreta junto a Barilari, su padrino artístico. Bartolucci comenzó tocando en una banda tributo a Riff y fue sesionista de Iván Noble, Lula Bertoldi y Lucía Giles, entre otros artistas. Su sueño siempre fue vivir de la música. "Para mí no hay limitaciones, al menos en la música, pero hay gente más talentosa y menos talentosa", sostiene.
Actualmente, estará presentando "Noche de rock" este 5 de noviembre en The Roxy. Cabe destacar que para llevar a cabo su sueño de tocar con el vocalista de Rata Blanca, banda emblema del rock en el país, tuvo que pasar de baladas como "Nena" y "Azul profundo", a un sencillo mucho más rockero, más del estilo de Adrián. "Ahora también vamos a poner un poquito ahí de música country", aclaró.
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Según le contó a este sitio, este último cambio estuvo "muy influenciado" por la producción del disco de La Esfinge de Cristian Castro. "Cuando estábamos ahí me dice: ´no me componés un disco de música country´; y por eso, porque él me pidió eso, me puse a escuchar Luke Combs, Blake Shelton y otros referentes y dije: ´che, esto está bueno´, y empecé a hacer canciones", explicó.
Por otra parte, destacó que el dúo con Barilari surge por una amistad que se fue "forjando" en los últimos años. De hecho, el vocalista -a quien conoció por un trabajo eléctrico que realizó en su casa- impulsó su carrera de solista, siempre lo alentó a seguir a adelante a pesar de los constantes obstáculos que tuvo que atravesar y el hecho de compartir una canción con él fue una manera de impulsarlo aún más en este difícil camino musical.
¿Cómo te preparas para lo que viene?
Muy bien, la verdad. Este es un gran año, viene muy bien el lanzamiento de las canciones y también la fecha, la última fecha que fue junto a Barilari en el Teatro de la Plata nos fue muy bien y bueno, ahora en este Roxy del 5 de noviembre esperamos lo mismo, tenemos nuevas canciones, en todos los shows venimos presentando nuevas canciones.
Además ya te digo, es distinto al último disco que presenté en Café Berlín, que fue el más rockero. Lo que tiene diferente es que migramos un poco de género musical, obviamente dentro de lo que es el rock, ¿no?, que lo hacemos siempre, siempre fue como un hard rock mezclado con blues y demás, pero ahora también vamos a poner un poquito ahí de música country. Me gusta la música country.
Estuve muy influenciado, estuve en la grabación, en la producción del disco de La Esfinge de Cristian Castro y cuando estábamos ahí me dice: ´no me componés un disco de música country´; y por eso, porque él me pidió eso, me puse a escuchar Luke Combs, Blake Shelton y otros referentes y dije: ´che, esto está bueno´, y empecé a hacer canciones. Como Cristian está muy con su proyecto de La Esfinge y demás, me dije ´bueno, estas canciones ahora son para mí´.
¿Cómo pasás de componer música country para Cristian a tocar con Barilari?
- Nada que ver con nada, pero bueno. Pasa que arranqué antes con lo de Barilari, hace cuatro años que estamos ahí haciendo cosas juntos y demás, hace tres que grabamos nuestra canción juntos que fue Mi Destino y después me fui de gira con él, hicimos Córdoba, Formosa, Chaco, juntos, yo tocando la guitarra para él y bueno, ahora estoy en ese plan de emigrar un poco de lo que es el hard rock.
¿Qué cambió en vos de aquel chico de 17 años que arrancaba en la música a este que no solo toca con Barilari, sino que le compone a Cristian Castro?
- Yo creo que te volvés un poco más terrenal, no tan quizás soñador, si bien todavía tengo algunos sueños y obviamente hay un montón de cosas que me gustaría que pasen de una manera que yo imaginé aún. Lo principal que cambió fue que antes pensaba solamente en la meta de llegar a cumplir fantasías que tenía, de tocar en estadios y demás, que todavía tengo y hoy soy más consciente de que lo más importante es disfrutar del camino.
Quiero disfrutar de todo lo que va pasando, disfrutar de la gente con la que me toca trabajar, de todo, mismo de esto, de que Cristian me pida esas canciones y que después queden ahí flotando y aprovecharlas para mí, creo que va más por ese lado, por no estar pensando continuamente, tengo que llegar, tengo que hacer esto, sino que soy más consciente de que el viaje es lo más importante. Es verdad que las metas se las pone uno mismo.
Siempre está esa fantasía de, yo quiero ser Messi, pero Messi hay uno solo, cada uno tiene que saber el lugar que ocupa. Y ahí para mí no hay limitaciones, al menos en la música, hay gente más talentosa y menos talentosa, no me considero una persona talentosa. Lo que sí me considero es una persona perseverante, y que tuvo la cantidad de tiempo suficiente para llegar a hacer las cosas que hice.
Hay mucha gente que tampoco está dispuesta a hacer los sacrificios que debe haber hecho Messi. Personalmente hice un montón de sacrificios, estoy lejos de mi familia, estoy lejos de mi casa. Y veo compañeros así que tenía y demás que a la hora que había que hacer sacrificios quizás no estaban dispuestos. Entonces hay que tener en cuenta que la meta que uno proyecta va a tener un sacrificio directamente revolucionario.
¿Cómo sobrellevas esa soledad que requiere, el sacrificio que necesitas para seguir este camino musical?
- Lo que yo uso como técnica es no pensar demasiado en qué mal la estoy pasando, no estar pensando en esas cosas y meterle para adelante, levantarme en mi casa, me voy a trabajar al estudio y estoy ahí y sigo y sigo y le meto. Y hay una realidad que es que si vos cada cierto tiempo tenés algún tipo de progreso, o sea, cada vez que lanzo una canción, cada un mes y pico, dos meses, cuando terminás esa canción decís, bueno, hice una más. Hice una más y la hice porque me la aguanté y ahora tengo que seguir haciendo porque no fue el hit que esperaba. Y bueno, y es así, y va pasando el tiempo y vas haciendo canciones y calculo que en algún momento cambiará o llegará eso que todos buscan que es el hecho de meter un tema que suene en la radio y ser realmente popular y vender muchísimas entradas, hacer un Luna Park. Pero bueno, si no llega, igual lo re disfruté.
¿Y cómo se convive con esa lógica frustración que tienen todos?
- Claro que la tengo. De hecho uno siempre cuando está por lanzar una canción dice "este es un temazo". Y claro, la canción sale y por ahí no pasa nada. O no tener los recursos para que pase nada porque también económicamente hacer un marketing para una canción realmente tenga una difusión correcta. Es una bala de plata que, considerando que trabajo de músico, obviamente no es lo más fácil de ganar.
Yo creo que no es una frustración, porque frustración por ahí es una palabra... fuerte. Sí, es fuerte porque ya la frustración llega después de un montón de desilusiones. Creo que puede ser una desilusión, el que se caiga ese castillo de fantasía de que, uy, yo con esta iba a meter el hit y uy, no pasó. Pero frustrarse es difícil. Sería, no sé, a mí me frustraría ir a tocar a un show mis canciones y ver que no tengo la performance que tenía el año anterior, por ejemplo.
¿Cómo nace esta pasión?
- A los 5 o 6 años mi viejo tocaba la guitarra. Él tiene un programa de radio, tradicionalista y todo eso. Y los preparaba los viernes a la noche, el programa era el sábado a la mañana, y él tocaba la guitarra y siempre cerraba su programa haciendo algo de folclore sureño. Eso a mí me llamaba mucho la atención el tema de que un mueble con seis cuerdas hiciera sonidos y cómo se combinaban y todo, eso me flasheaba.
Después a los 15 años cuando me compró mi primera guitarra, pero siempre estudié una carrera distinta de las tradicionales y bueno, a los 30 años atravesé una crisis que después vino acompañada del COVID-19 y demás y ahí dije, bueno, como que si no tomaba la decisión en ese momento no la iba a tomar más y justo se da que en ese año conozco a Adrián Barilari.
Fue Barilari el que me dice: "mirá, si es lo que vos querés yo te voy a dar una mano, te voy a presentar gente que a mí me ayudó, con la que yo trabajo"; y así fue que grabo el primer disco con ellos
¿Cómo fue ese encuentro con la voz de Rata Blanca?
- Yo tenía una casa de electricidad en San Miguel del Monte, tenía un comercio que vendía materiales eléctricos y una empresa de servicios de electricidad, yo estudié ingeniería eléctrica y cuando un día me llama a la mañana una mujer, me dice "hola, ¿cómo estás? Me pasó tu teléfono el Tano, tenemos un problema eléctrico en casa, saltan la térmica del patio, ¿podrás venir a resolverlo mañana?". "Sí", le digo: "claro, ¿cómo no?". "A las nueve de la mañana", le digo.
Resultó ser que era la casa de Barilari y que lo maté con el horario. Me abrió la puerta de Adrián, todo dormido y bueno, de ahí nada, le arreglé la luz y nos hicimos muy amigos, ese día tomamos mate, después me invitaba a comer en agradecimiento y como él compró una casa quinta en mi pueblo, en San Miguel del Monte, nos empezamos a juntar ahí y ahí sí, comimos asado y demás y un día estábamos comiendo y le muestro un video que tenía yo con la canción Vivir Siendo Libre.
Cuando se lo muestro me dice: "che, está muy buena la canción, ¿y por qué no lo hace? "Y bueno, ahí le dije que no me dedicaba a esto porque obviamente tengo el trabajo de electricidad y demás y no sabría por dónde empezar. Y ahí me dijo, si te gusta yo te puedo presentar gente. Yo creo que aproveché las oportunidades en el momento que aparecieron,-
Yo sentí que un tipo que había escuchado todo, grabado todo y que tenía la autoridad musical para poder decirme, "che, dedícate a otra cosa, pues la verdad es que lo que haces es una mierda", me había dicho que estaba bueno- Si Barilari lo dice, vamos a hacerle un poco de caso.
De hecho yo dejé la música en el 2011, dejé hasta el 2013, cuando estaba tocando con Lucía Giles y toqué con Iván Noble, grabé con Lula Bertoldi, Lucas Sative y demás. No me acuerdo bien por qué fue, si fue en un show, un día fui a tocar y nada, había poca gente, que esto todavía me pasa, creo que es lo más terrible. Había poca gente y el sonido andaba mal y dije," ¿qué estoy haciendo acá?" Y ahí vendí mi guitarra principal y dejé la música.
¿Por qué es tan difícil entrar en esta industria?
- Porque las empresas y todo lo que da soporte al músico, la discográfica y demás, mantienen personal y tienen gastos y requieren el ingreso de dinero y el ingreso de dinero lo da la venta de entradas o la difusión, es así, la masividad, y si vos no sos masivo, por más bueno que seas musicalmente, no sos un buen negocio.
Yo puedo tocar lo que vos quieras y si me escuchan 50 personas y a un tipo que no puede hacer la O con un vaso lo escuchan 50 millones, yo como dueño de la empresa voy a representar al que no puede hacer una O con un vaso, es así, porque eso es un negocio. Y hay que entenderlo y no hay que enojarse, es así, hay que preocuparse por tratar de ser masivo para que en algún momento te incluyan.
Yo creo que no es un medio cultural la industria musical, o sea, no apoyan a la cultura, apoyan al negocio y está bien que así sea, está bien, para eso tendría que estar la cultura del gobierno para apoyar a la música en sí, pero como también parece que es bastante negocio, apoyan a lo que conviene apoyar. Por eso hay que ser rebelde, siempre el rock fue rebelde y se quejó de todo, así que déjenme quejarme en paz.