Y después se quejaban de Meghan Markle y el príncipe Harry. Faltan poco más de dos meses para la coronación de Carlos III y los escándalos de la Familia Real siguen creciento. Después del lapidario documental de los duques de Sussex (que se complementó con la filosa autobiografía del hijo menor de Lady Di), los ojos de los británicos se centraron en el príncipe William y su mujer, Meghan Markle.
Quien volvió a alimentar los rumores de crisis fue la propia Kate, quien tras la muerte de la reina Elizabeth II ostenta el mismo título que Diana, Princesa de Gales. Fue durante una recorrida por la ciudad de Leed que la mujer del príncipe William fue sorprendida por una florista local, quien en la previa del día de los enamorados le regaló unas rosas y deslizó con humor: "Estoy segura de que William te va a comprar rosas".
Lejos del hermetismo que la característica, Kate no pudo contenerse y respondió por primera vez con honestidad: "No creo que lo haga". Las declaraciones de la princesa luego se potenciaron cuando los principales medios ingleses -quienes protegen al máximo la imagen pública del matrimonio- se hicieran eco de que el futuro rey no sólo no pasó el día de los enamorados con la madre de sus hijos, sino que además reportaron que cenó con Rose Handbury, marquesa de Cholmondeley, ex modelo británica y una de las mejores amigas de Middleton hasta el 2019.
La revelación de Middleton generó alarma en el Reiuno Unido. Y es que desde que se casaron en 2011, el príncipe William siempre le regaló rosas y tarjetas a su mujer. Incluso en 2012, cuando se encontraba en la otra punta del país por su entrenamiento como piloto de helicóptero de la Royal Aire Force. Sin ir más lejos, la propia Kate contó el año pasado que, además de las flores y la tarjeta que le escribió su marido, sus hijos también le regalaron dibujos realizados por ellos mismos.
Quién es Rose Hanbury, la amiga de Kate con la que William le habría metido los cuernos
De inmediato, la Familia Real levantó el teléfono y ordenó la tropa. En principio, les exigieron a William y a Kate que se mostraran en público y los futuros reyes cumplieron. ¿El evento elegido? El Royal Festival Hall en el que tuvo lugar la 76° edición de los Premios BAFTA, la versión británica de los Oscar que también premia a los programas televisivos. Un dato que no pasó inadvertido por nadie: la princesa usó guantes negros, por lo que ningún periodista pudo confirmar si llevaba o no puesto su anillo de casada.
La relación entre la duquesa y la marquesa se rompió después de que los medios estadounidenses difundieran un video en el que se lo puede ver a William muy acaramelado con Rose. Todo esto, mientras Kate estaba embarazada de su tercer hijo. "Lo que más me dolió fue que mi propio hermano usó a su oficina de prensa para atacar a mi mujer con el objetivo de evitar que se difundieran otras historias de la familia", deslizó el propio Harry en el documental que grabó junto a Meghan para la plataforma Netflix.
Cabe recordar que para ese entonces, los duques de Sussex recién celebraban su primer año de casados y la difusión del "affaire" del hijo mayor de Lady Di coincidió con el comienzo de los expresos ataques de los medios británicos a Meghan. Según consignaron los tabloides, las infidelidades de William llegaron a oídos del propio Harry, quien no sólo lo cruzó con violencia una noche, sino que además le recordó: "Estás haciéndole a Kate lo mismo que papá le hizo a mamá".
Pese a que se animaron incluso a denunciar que un miembro de la Familia Real había manifestado su "preocupación por el color de piel" que tendría Archie (el primogénito de la pareja), los Sussex nunca cruzaron esa línea y jamás hablaron del escándalo. Tan firme es la posición de Meghan que, de acuerdo a la prensa estadounidense, ya se habría puesto en contacto con Kate para ofrecerle que se instale junto a ellos en Los Ángeles y forme parte de Archewell, la fundación que crearon tras desvincularse de la Corona.
La propuesta va en línea con los titulares de los principales medios británicos quienes hasta ahora procuraron "bajarle el tono" a la noticia, incluso cuando se hizo viral al ser publicada en Estados Unidos. Sin embargo, todo parece haber cambiado y ahora no sólo se hicieron eco de la presunta crisis matrimonial, sino que citaron fuentes cercanas a Middleton que revelaron su intención de solicitarle el divorcio al hijo mayor de Lady Di.
"Kate siente que es una nueva humillación por parte de William. Ella nunca le perdonó la infidelidad, pero siguieron juntos porque hicieron un pacto y porque la reina en su momento tuvo que intervenir. Que se haya filtrado en los medios que William pasó el Día de los Enamorados no fue casual, más después de lo que le respondió a la florista", sostienen allegados a la madre de George, Charlotte y Louis.
La primera vez que Kate y Rose coincidieron en público después del escándalo tuvo lugar en julio del 2019, cuando la Reina realizó un banquete en honor a Donald Trump. Por ese entonces, la duquesa le había exigido a su marido y a la propia Reina que la marquesa fuera "eliminada del círculo real", algo que la monarca no pudo cumplir por motivos protocolares. Sin embargo, se encargó de que ambas estuvieran sentadas en lados opuestos para que no tuvieran que cruzar palabra.
Cinco meses más tarde, con motivo de un documental navideño producido por la BBC, la pareja volvería a ser noticia por su lenguaje corporal. La tensión quedó expuesta en un momento de la entrevista en el que Middleton se alejó de forma automática del hijo de Lady Di cuando el príncipe intentó acariciarla frente a las cámaras.
"Cuando estalló el escándalo, la reina tuvo una reunión con William y Kate. Les ordenó que, pese a sus diferencias, se mostraran como un frente unido para desacreditar el rumor del affaire con Rose. A cambio, se le prometió a Kate que tendría un rol más protagónico", sostenían por ese entonces los medios británicos.
El haberse mostrado en público con Rose responde, para los expertos reales, en la decisión de Kate de marcar la cancha. "Es una forma no tan sutil de decir: 'Acá mando yo'. Después de todo lo que pasó, Kate tuvo el respaldo absoluto de la Corona y era necesario que se las viera nuevamente juntas para dejar atrás lo que sucedió".
"Acá mando yo": Kate Middleton y el operativo "reencuentro" con la amante de William
Pese a los intentos de la Corona por mostrarlos unidos, cercanos a la pareja aseguraban ya por ese entonces que Kate jamás le perdonó el affaire a su marido: "Kate jamás le perdonó la infidelidad. Todo lo que se vio en estos meses fue un montaje de la Familia Real, pero no superaron la crisis que generó el affaire. La Reina les pidió que se mostraran como un frente unido para poder sortear la crisis de imagen que generó el escándalo con Rose, pero lo cierto es que Kate se sintió traicionada y humillada de modo público. El acuerdo es mostrarse juntos, pero hay cosas que no está dispuesta a aceptar".