15 Enero de 2020 09:43
Horas después de que la Reina publicara el anuncio de las condiciones en las que el príncipe Harry y su mujer abandonarían las primeras filas de la Familia Real, Meghan Markle hizo su primera aparición pública en Canadá. Instalada en el país desde la semana pasada, la duquesa eligió un lugar y un atuendo que, lejos de ser irrelevantes, se convirtieron en su forma de dar respuesta al modo en el que la Corona la trató desde su casamiento con el hijo menor de Lady Di. La mojadita de oreja de Meghan y cómo es su nueva vida, lejos del Reino Unido.
La duquesa visitó un centro el Downtown Eastside Women's Centre, una institución especializada en dar contención y acompañamiento a mujeres en situación de vulnerabilidad social y víctimas de violencia de género. "Una de las primeras críticas que Meghan recibió por parte de la Familia Real fue cuando acompañó a Harry en su primera actividad oficial a Dublin", reconocen desde el entorno de la duquesa.
El viaje tuvo lugar en julio del de 2018, sólo un mes después de su casamiento con Harry. Lo primero que molestó a la Reina fue que la flamante duquesa había roto el protocolo al usar pantalones para la reunión, algo que no gustó nada en el Palacio de Buckingham. "La primera que se quejó fue Kate, porque a ella la obligaron desde el día uno a seguir la línea de vestimenta de la Reina. Los pantalones están prohibidos para ese tipo de actos", recuerdan.
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Pero, sin lugar a dudas, lo que enardeció en ese momento no sólo a la Corona, sino a toda la Corte Real, fue que la duquesa se pronunció a favor de la despenalización del aborto que había tenido lugar días atrás en ese país, con un referéndum cuyo resultado fue abrumador: el 66 por ciento votó por el sí. Quien se encargó de hacer pública la posición de Meghan fue la senadora irlandesa Catherine Noone, quien compartió lo charlado en un tweet.
"La duquesa y yo hemos hablado sobre el referéndum, se mostró muy interesada y contenta con el resultado", destacó Noone. Lo que no sabía la senadora es que los miembros de la Familia Real tienen prohibido hacer manifestaciones públicas sobre sus posiciones políticas. "Jamás se la escuchó a la Reina hablar sobre ningún tema vinculado a la política nacional o mundial, es una de las reglas más estrictas de la Familia Real. En ese momento, fue la monarca quien se comunicó directamente con Meghan y le pidió no sólo que dejara de dar sus opiniones, sino que además se mostrara menos 'feminista'".
Es por esto que los medios ingleses interpretan que la elección de su primera visita fue una marcada de cancha a la Familia Real. "Es la forma con la que Meghan dejó en claro que ya no seguirá manejándose con el 'protocolo apolítico' de la realeza y que piensa marcar su propia agenda, tal como lo hizo la princesa Diana tras su divorcio del príncipe Carlos. Meghan sufrió mucho las limitaciones a las que se tuvo que adaptar cuando se casó con Harry, porque siempre fue una fuerte activista de los derechos de las mujeres".
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Los fans de la "ex" actriz (todo indica que podría regresar a Hollywood luego del período de transición impuesto por la Corona) también notaron otro llamativo mensaje: un sweater. A diferencia de los sofisticados y clásicos looks que usaba en el Reino Unido, Meghan volvió a usar su "ropa de soltera" y repitió un swater que usó en uno de los capítulos de Suits, la serie que la catapultó a la fama.En dónde vive Meghan y cuál es el plan a futuro
Después de alquilar una majestuosa mansión en Canadá para pasar las Fiestas, Meghan dejó a su bebé de ocho meses al cuidado de una de sus mejores amigas, la estilista Jessica Mulroney. Estuvo sólo tres días en el Reino Unido, después de que la Corte le negara el encuentro con la Reina que habían pactado telefónicamente. Tras hacer pública su renuncia a la Corona, Harry permaneció en Inglaterra para culminar con las negociaciones finales y la duquesa regresó a Canadá para reencontrarse con su hijo.
Según trascendió, Meghan y Archie viven en la mansión de Mulroney, ubicada en la ciudad de Toronto. De acuerdo a lo que ellos mismos anunciaron, vivirán parte del año en el Reino Unido y parte en América del Norte, aunque no precisaron si lo harán en Canadá o en Los Ángeles. "En un principio, la idea es instalarse en Canadá; en especial porque la Reina es jefa de Estado y es parte de lo que se acordó por términos de seguridad", anticipan desde el entorno de la pareja.
En un principio, la idea es instalarse en Canadá; en especial porque la Reina es jefa de Estado y es parte de lo que se acordó por términos de seguridad"
Sin embargo, el plan a mediado plazo es radicarse en Los Ángeles, ciudad en la que Meghan se crió y en la que todavía vive su madre, la instructora de yoga Doria Ragland. Cabe recordar que en enero del año pasado, la duquesa puso a la venta su mansión estadounidense. La propiedad tiene cuatro dormitorios, tres baños y pide por ella 1.8 millones de dólares.
Meghan, Harry y la cronología de su relación
Comenzaron su romance en secreto a mediados del 2016. Los presentó una amiga en común y tuvieron su primera cita "a ciegas". Blanquearon su relación en septiembre del 2017 en un evento de caridad en Toronto. Anunciaron su compromiso sólo un mes después. La boda tuvo lugar el 19 de mayo de 2018. Su primer hijo, Archie Harrison, nació en abril del 2019. En enero del 2020 anunciaron su renuncia a la Familia Real.