28 Julio de 2017 05:00
“En el mundo Maradona nunca está dicha la última palabra”. Esas fueron las palabras con las que Rocío Oliva abandonó el país y se embarcó en un largo vuelo (con muchas escalas) para reencontrarse con Diego Maradona en Dubai. “Lo extraño, obvio. Pero seguimos separados”, esquivó antes de embarcar.
Rocío y Diego cenando ayer en la mansión del "Diez".
La fuerte crisis se desató a principio de año, pero tuvo varios y condimentados capítulos que la convirtieron en una de las peores que protagonizó la siempre problemática pareja. No sólo hubo nuevas denuncias de golpes durante un viaje a Italia, sino que además se sumó un frente abierto y público entre la deportista y las hijas mayores del “Diez”, Dalma y Gianinna.
Johanna, una de las mejores amigas de Rocío.
Desde entonces, Rocío no hizo más que rebelarse ante los pedidos de su “ex”. Primero coqueteó con la idea de sumarse al Bailando 2017 (algo que el propio Maradona se encargó de desarticular con un llamado directo a Marcelo Tinelli) y luego se sumó al plantel femenino del club de fútbol Excursionistas.
La rubia viajó con su amiga.
“No sé si viajaron mujeres a verlo durante este tiempo. Si le pregunto es obvio que me va a decir que no”, advirtió desde el aeropuerto la rubia ante las cámaras de Intrusos, en alusión a los constantes rumores de “nuevas relaciones” que, hasta el momento, no habrían prosperado.
Vacaciones y reconciliación.
Y así, sin tener demasiadas certezas, Oliva armó sus valijas y viajó junto a su amiga y compañera de equipo, Johanna Bracamonte. Disfrutaron primero de las playas de la ciudad y, tras una semana de publicaciones más bien turísticas, llegó la esperada postal junto al “Diez”.
Días de playa y verano.
“Pasándola de lujo, como se debe. ¡Los quiero muchísimo! Dubai con amigos, linda noche junto a los genios”, escribió Johanna en sus redes sociales y, de alguna manera, confirmó la reconciliación entre Diego y Rocío. ¿Durará esta vez?