14 Noviembre de 2016 05:56
Vida dura. Andrea Rincón visitó ayer el living de Susana Giménez y reveló por primera vez su diagnóstico psiquiátrico: padece un trastorno límite de personalidad. “Me da mucha vergüenza contarlo, porque la sociedad discrimina mucho. Es un desajuste químico, soy como una chica de quince años”, detalló. Su dura adolescencia, el intento de suicidio y el desembarco en el consumo.
La actriz viene de una familia numerosa. En total, los Rincón son ocho hermanos. “Mis viejos hicieron lo que pudieron. Es muy difícil tener una hija como yo. A veces me da miedo que se cansen de mí. Es muy difícil bancar a alguien que es emocionalmente tan intenso. Van a mi terapia, me ayudan mucho”, destacó en su paso por el living de la diva.
"A veces me da miedo de que mis padres se cansen de mí. Es fácil tenerme como hija", reconoció.
Pero la relación familiar no siempre fue tan buena. “Me fui de mi casa a los 16 años porque discutía mucho con mi papá. Me iba y volvía, no fueron muchas veces igual las que dormí en la calle. Mi papá me venía a buscar y me decía: 'Volvé a casa'. Y yo le respondía: 'Pedime disculpas'. Los dos somos muy tercos. Con el tiempo, él aceptó que se equivocó en algunas cosas y yo entendí que me equivoqué en otras”, relató.
La morocha dejó su casa de chica por el mal vínculo que tenía con su padre.
Cuatro años atrás, en una entrevista a la revista Gente, Rincón reveló que intentó quitarse la vida durante su adolescencia. “Mi papá no tuvo mejor idea que contárselo a todo el mundo”, recordó, y sumó: “Cuando nos quedamos solos con mi viejo, empezamos a tener una relación malísima. Me fui de casa. Hoy vivo a una cuadra de la plaza donde dormía”.
La morocha saltó a la fama en 2007 durante la quinta edición de Gran Hermano.
“Viví en la calle y revolví tachos de basura para comer, por eso valoro mucho lo que tengo. Yo pasé hambre y me bañaba en una estación de servicio para ir a la escuela. Pero terminé quinto año, por terca”, advirtió.
Luego de recibirse, el vínculo con su padre empeoró. “En una de las tantas peleas con mi viejo me fui a vivir a una pensión. La pasaba como el culo. No tenía guita. Revolvía los tachos de McDonald's para comer”, recordó.
Y fue durante esa dura experiencia que la morocha decidió desembarcar en el mundo del espectáculo. “Un día la veo a Wanda Nara en la tele, llegando a una fábrica a hacer un striptease para los empleados. Los negros gritaban, estaban como locos. Y yo pensaba: '¡Qué patética esta mina!'. Pero cuando sale, se sube a un Mini Cooper y dice: '¡Ahora les voy a mostrar mi casa!'. Y muestra un tremendo piso. Ahí me di cuenta de que tan tonta no era”.
Al regresar a la pensión, Andrea se desvistió frente a un espejo y sentenció: “Soy más linda y más inteligente que esa mina'. Pero yo tenía una bicicleta playera y vivía en una pensión, mientras ella andaba en un Mini Cooper. Algunos se ponen un negocio, en cambio yo me pongo en culo. Ese iba a ser mi kiosquito”.
Y así, a sus 24 años, la morocha finalmente saltó a la fama en 2007, durante la quinta edición de Gran Hermano. Desde entonces, logró permanecer en los medios, bailó en Showmatch e hizo teatro de revista.
