La intensidad podría resumir el año -y el presente- de Sabrina Carballo. Es que la actriz y ex participante de El Hotel de los Famosos, que ganó exposición en marzo de este año a raíz de su entrada al reality de El Trece, no descansa.
Con temporada teatral en puerta y emociones encontradas, la intérprete hizo un freno entre ensayos pre estreno marplatense para dialogar con BigBang y reflexionó: “Fue un 2022 muy movilizante. Lo termino raro porque hace unos días falleció uno de mis perritos, de 17 años, entonces estoy un poco para atrás y todavía no caigo".
"Hace poco también hicimos nuevamente una función de la obra 100 Metros Cuadrados, en Avellaneda, y en el medio salimos campeones del mundo. Mucha información. Estoy agotada, pero agradecida porque no deja de ser trabajo y uno que me hace feliz”, resume Carballo.
-Te sumás a una obra nueva, pero también volviste a hacer función de “100 Metros Cuadrados”, con María Valenzuela, que le fue muy bien en cartelera...
-Sí, lo que me pasa es que cuando termino una obra, que todos me dicen que estoy loca, es que reseteo. Como no tengo buena memoria, no guardo información en mi cabeza. Se me borra y yo la había dado por terminada. Entonces cuando salieron estas funciones dije: "¿Cómo hago?". Era como la primera vez. Y la nueva obra, Culpables por error, es en un teatro nuevo que nunca había ido y es un tipo de teatro también distinto.
-¿En qué sentido?
-Porque es una comedia distinta, bastante alocada a lo que yo acostumbro a hacer, donde va a haber bailarines y no estoy tan acostumbrada a esa fusión. Pero lo importante es que me voy a morir de risa que ya en los ensayos sucede. Está buenísimo y quizás me va a descontracturar un poco. Este fue un año muy fuerte también, donde además pasé por el reality.
-Siempre te manejaste con un perfil muy bajo. ¿Fue un impulso entrar a “El Hotel de los Famosos”?
-Fue un impulso y estaba muy bien remunerado. Económicamente me convenía, más allá de que no me caracteriza moverme por la plata en los trabajos y nunca lo hice. Pero era una buena propuesta y veníamos de una pandemia. Como un antes y un después en la cabeza de uno y cortar con esas estructuras que teníamos.
-¿Sos muy estructurada?
-Sí, soy muy de lo que está bien, está bien y lo que está mal, está mal. La verdad nunca había visto un reality y entré sin saber bien lo que era. Pero me habían planteado que no tenía nada que ver con Gran Hermano. Mi entorno me apoyaba, eran competencias físicas y yo pensaba: ¿cuánto voy a durar? Además estaba haciendo teatro, pero la gente recién empezaba a salir y todavía le daba miedo. Entonces acepté.
-Y vos venís de la escuela de la televisión y la tira diaria, esta habrá sido una experiencia muy distinta.
-Completamente. Y tiene que ver más con el tema de las redes sociales. Yo ahí adentro no la pasé mal y me han tratado muy bien. No deja de ser un programa que tiene que generar cosas y dentro de ese contexto, me sentí súper contenida. Pero cuando salí me afectaron las redes porque no estaba acostumbrada. Porque no las uso mucho y nunca en la vida habían sido agresivos conmigo en redes. Yo siempre me cuidé en la exposición y en qué contar. Que no se sepa o que no se hable ni hacía notas o iba con mi pareja a un programa.
-¿El contraste fue chocante?
-Claro, de golpe la gente creía que tenía la posibilidad de poder decir lo que quiera. Yo no sabía que podían decirte lo que se te cante por una red social. Y pensaba: ¿Qué pasó? Te soy sincera, todavía no vi el programa, pero en algún momento lo voy a ver.
-¿Por qué todavía no lo viste?
-Más que nada necesitaba soltar un poco, igual lo voy a ver. Pero yo veía la agresividad y no entendía qué pasó. Pero fue un programa de televisión y está perfecto.
-¿Aprendiste a domarlo o a manejarte mejor?
-Creo que la agresividad no le gusta a nadie. Me acuerdo que Emily Lucius me dijo que la ley número uno de los Instagrames era no leer los mensajes de la gente. Todo lo que me dijeron igual yo sabía que iba a pasar. Aprendí lo que eran los haters, las cuentas truchas, los trolls. Pero uno no tiene que normalizarlo, no está bien. Sigo sin poder entenderlo aunque ya no le doy tanta importancia. Aprendí algo y hoy quizás no me afecta tanto.
-Y con el diario del lunes, ¿repetirías la experiencia en un formato similar?
-Reality no. Igual hoy le llaman reality a un “La Voz”, “MasterChef” que esos sí porque volvés a tu casa y a la vida normal. Pero estar encerrada ni loca. Es muy loco porque la mayoría de mis compañeros volverían. Creo que tiene que ver con la búsqueda de cada uno. Yo no buscaba fama ni popularidad. No porque la tuviese sino porque amo lo que hago, pero lo que más me incomoda es la exposición. Me gustaría mucho volver a hacer tele y cine.