La separación se hizo oficial. Aunque llevan casi diez meses separados, Carolina “Pampita” Ardohain inició hace una semana los trámites para negociar la cuota alimentaria que Benjamín Vicuña, le pide 200 mil pesos por la manutención de sus tres hijos: Benicio, Beltrán y Bautista. Además, la modelo le reclama tres millones de dólares y la mansión de Belgrano.
La modelo le reclama, además, tres millones de dólares por la separación.
Según confirmó su abogada, Ana Rosenfeld, la modelo reclama $200.000 para “mantener el nivel de vida de los menores”. De paso por el ciclo Desayuno americano, la abogada aseguró que la cifra, que se aleja mucho del nivel de ingresos promedio del país, no es descabellada y mantiene una proporción con la capacidad económica del galán chileno.
Wanda obtuvo un acuerdo menor: cobra 81.084 pesos menos al año.
Similar fue el acuerdo que Wanda Nara firmó en 2013 con su ex marido, el futbolista Maxi López. También asesorada por Rosenfeld, la botinera obtuvo una cuota alimentaria de 12.00 euros por la manutención de sus tres hijos: Valentino, Benedicto y Constantino.
En comparación y de prosperar el pedido realizado por Pampita, la modelo se haría de unos 466 dólares mensuales más que Nara, es decir: un cuatro por ciento más. En total, la cifra asciende a los 81.084 pesos.
La otra división
Además de la manutención de sus hijos, la modelo le reclama a Vicuña tres millones de dólares (44 millones de pesos) por las ganancias que registró el actor en su país natal. Quiere quedarse con la mansión de la calle Mendoza, valuada en dos millones de dólares más.
Los bienes en disputa
Aunque logró hacerse de un buen pasar por su trabajo como modelo, “Pampita” aportó poco al patrimonio conyugal en relación a los importantes ingresos del chileno. La morocha, que venía de perder el juicio de divorcio con Martín Barrantes, llegó a la relación con reducidas ganancias. Pero eso no era problema: por entonces, el amor desbordaba a la pareja y lo económico ya estaba resuelto, gracias al padrastro de Vicuña.
Carolina disfrutó de los beneficios de sumarse al aristocrático clan chileno.
Los padres del actor se separaron en su adolescencia. Luego de culminar su relación con Juan Pablo Vicuña Parot, Isabel Luco Morandé hizo su ingreso triunfal a la alta sociedad trasandina tras casarse con el empresario millonario de origen turco, Oussama Aboughazale.
De pronto, el pasar económico de Benjamín y de sus hermanos (Carolina, María José y Juan Pablo) cambió por completo. El ingreso a la familia del empresario trajo consigo una inmensa cantidad de propiedades, campos y hasta emprendimientos vinculados con la cría de caballos de carrera. Y, aunque la herencia no será total (dado que no son hijos biológicos de Aboughazale), el patrimonio les permitió instalarse rápidamente.
La exclusiva propiedad forma parte del patrimonio de la madre del actor.
El ingreso de Carolina a la familia fue recibido con simpatía. De hecho, hay quienes dicen que Oussama adora a su ahora ex nuera y hasta fue el padrino de Blanca, la primera hija de la pareja que falleció en septiembre de 2012 por una complicación respiratoria luego de contraer un virus en México. Tal era la buena onda que, mientras la pareja construía su casa en Santiago de Chile, el millonario les prestó su lujoso campo Haras Sumaya. Y la modelo, claro, presentó las instalaciones en la revista Hola de Chile.
La modelo podría reclamar, además, la mitad de dos propiedades.
Luego de abandonar su casona del barrio La Dehesa de Santiago, la pareja se instaló en una mansión ubicada a veinte minutos de la capital chilena y diseñada por Juan Pablo, el hermano menor del actor. La propiedad, de 600 metros cuadrados de construcción y 10 mil de terreno, tiene nueve ambientes, un amplio campo de golf y una pileta, con salida tanto al jardín como a uno de los livings de la mansión. ¿El costo? 1.4 millones de dólares.
La mansión familiar de Pampita y Vicuña a sólo 20 minutos de Santiago de Chile.
Además de las cómodas instalaciones, Vicuña se dio un gusto que le sumó valor agregado a la propiedad ubicada en un barrio cerrado de sólo diez casas: una caballeriza para sus cuatro caballos árabes pura sangre; pasión que comparte, claro, con su padrastro.
“La verdad es que nos sale bastante fácil el tema de vivir en las dos ciudades, mucho más de lo que la gente se imagina. En Buenos Aires tenemos un departamento totalmente armado con mi ropa, la de los chicos, la de Benja y hasta los juguetes. Y en Chile tenemos nuestra casa toda equipada. No es nada complicado”, advirtió la modelo en una entrevista a la edición chilena de Hola.
Vicuña tiene, además, la mitad del Centro Cultural Mori de Chile.
Pero no todas las inversiones son inmobiliarias. Benjamín es dueño de la mitad del Centro Cultural Mori de Chile, la otra quedó en manos de su socio: Gonzalo Valenzuela. El complejo cuenta con cuatro teatros distribuidos a lo largo del país y una sede central ubicada en Santiago.