10 Abril de 2024 14:55
Santi Maratea es de los influencers más escuchados del país; sus colectas han hecho emocionar a más de uno y han puesto en desacuerdo a muchos otros: desde la solidaridad que tuvo con Emmita, la nena que necesitaba el medicamento más caro del mundo, hasta el intrincado fideicomiso con Independiente.
Tras varios días ausente en las redes sociales, Santi volvió para explicar su difícil situación personal que hace que se vea obligado a tomar una decisión radical para poder dedicarse 100 por ciento a su familia. En sus stories, abrió el corazón y habló con sus seguidores.
El influencer indicó que tenía dos malas noticias para compartir con su audiencia: "La primera es que me tuve que bajar del proyecto del club de fútbol de Ezeiza". Este club fue parte de una famosa colecta solidaria realizada por Maratea para ayudar al equipo y luego decidió sumarse a jugar como parte fijo del plantel de dicha institución: "Un proyecto que me hizo muy bien y al cual le dediqué mucho tiempo, mucha energía, hasta me mudé a Ezeiza para poder estar cerca del club, entrenar todos los días y aportar todo lo que pueda adentro de la cancha pero sobre todo afuera para que el club crezca", agregó algo entristecido.
Sin embargo, los ojos tristes de Santi no eran solamente porque se retiraba del proyecto de fútbol. El motivo por el cual lo hace es muchísimo más grave y afecta a su situación personal: "El motivo por el cual tomé esta decisión, es porque mi viejo está con cáncer", soltó el influencer sin más rodeos.
"No hay mucho para explicar, me imagino que entenderán de lo que estoy hablando. Entrenar y el proyecto de fútbol me hacía muy bien pero no es momento de pensar en mi bienestar, sino enfocarme en el bienestar de mi viejo y mi familia", explicó con total sinceridad. "Así es la vida, a veces uno se deja de lado a uno mismo para estar disponible para la persona a quien uno ama porque esa persona la está pasando mal y te necesita", reflexionó.
En cuanto a continuar en las redes sociales, generar contenido y seguir haciendo colectas, Maratea fue claro: "No voy a desaparecer, todo lo contrario. Antes estaba muy enfocado en el proyecto del club y rechazaba algunas ofertas de laburo y por ahí es momento de retomar con esos trabajos. Está bueno en estos momentos laburar, generar recursos y a mí trabajar me hace muy bien". "El proyecto del club me hacía muy bien pero estaba muy dedicado a eso, vivía en Ezeiza, muy lejos de mi familia, los veía una vez por semana o a veces cada quince días", recalcó finalmente.
💣 Bombita. La decisión de Santiago no fue tomada a la ligera porque después de perder a su madre, Mariana, todo cambió para él. El 29 de agosto de 2019, se quitó la vida como consecuencia de haber sido juzgada por las personas que la rodeaban por ser madre adolescente hasta que conoció al padre del influencer.
"Si pudiera hablar otra vez con ella no le preguntaría por qué lo hizo, hablaría, como hablé siempre e intentaría conocerla un poco más, que la conocía mucho, pero conocer ayuda a respetar y a mí me gusta mucho creer que algún día voy a entender lo que pasó y eso va a ser muy sabio", dijo Santi en 2021 en diálogo con Telefe cuando fue consultado por el tema.
La última colecta de Maratea: Federica, la bebé uruguaya
El año pasado, el influencer anunció en sus redes sociales que llevaría adelante otra colecta, pero esta vez, con la ayuda de Luis Suárez, jugador del Inter Miami. Ambos decidieron ayudar a Federica, una bebé uruguaya que, en palabras de Santiago: "Tiene 17 meses y una mutación en un gen que le provoca una epilepsia muy difícil de controlar".
"Es una colecta inmensamente más chica que la Independiente. Entonces cuando arrancó dije 'paramos un poco unos días con la colecta de Federica y en un par de días retomamos'. Bueno, estamos retomando hoy", confirmó aquella vez en su cuenta de Instagram. Así, comenzó la campaña #CuremosAFede, impulsada por los padres de la nena, que necesitaba 500 mil dólares para seguir viviendo.
Juntos, lograron recolectar los 170 mil dólares que los papás de la bebé necesitaban para poder pagar la investigación de la enfermedad, que era la primera etapa de la colecta que aún hoy continúa.