29 Octubre de 2021 12:40
Este viernes se cumplen exactamente siete meses desde que Ricky Sarkany y su familia recibieron la peor de las noticias. Sofía, una de las cuatro hijas del diseñador de calzado, falleció a los 31 años el 29 de marzo de este año y pocos días después de haber dado a luz a Félix, el hijo que tuvo mediante el método de subrogación de vientre. A meses de ese terrible momento, el empresario rompió el silenció y se refirió al duro momento que transita desde entonces.
Sarkany no solo habló sobre la muerte de Sofía, sino que sostuvo que ese día “se le acabó el mundo” y resaltó que a pesar de todo la siente presente a cada minuto, en sus diarios, en los cuadros, en las fotos, también en las flores y las canciones que le gustaban, en la nueva colección que presentó para su marca, en el tatuaje con su sobrenombre que se hizo en el brazo izquierdo cuando volvió a Buenos Aires, hace tres meses, y en la sonrisa de su nieto Félix.
Según contó, la vida lo puso en un momento donde tuvo que aprender que existe la adversidad. "Es que hay dos maneras de recordar. Una, por el tiempo transcurrido, y otra, por los momentos maravillosos que nos dio la vida. Entonces hay que ser agradecido y valorar cada momento. Es una enseñanza que tuve por la experiencia de mi familia", destacó el diseñador en diálogo con Infobae.
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Para Ricky, la fortaleza de su familia es hereditaria y se forjó gracias al valor y el coraje de sus padres durante la Segunda Guerra Mundial. "Por el solo hecho de haber nacido en una familia de origen judío, mi madre fue detenida y llevada al campo de concentración de Auschwitz, donde la mayoría de la gente fue exterminada. Mi madre cuenta que miraba a los ojos a Mengele y sabía que él a partir de esa mirada decidía si esa persona viviría o no", contó.Y siguió: "Mi padre se arrojó por un barranco cuando lo llevaban a un campo, lo escondió una familia católica. Cuando Hungría queda en manos del ejército ruso, la fábrica de zapatos de mi abuelo pasa a ser del Estado comunista. Mi padre votó en contra y esa misma noche lo fueron a buscar y se escaparon con mi madre embarazada de ocho meses de mi hermana en un bote de remos, en una travesía hasta Génova, donde consiguen asilo político en dos países".
El empresario recordó durante la entrevista las dificultades que tuvo que atravesar junto a su mujer Graciela Papini cuando ambos decidieron ser padres. "Yo había tenido paperas cuando era chico y decían que mis espermatozoides no eran aptos para fecundar. El cuarto médico que vimos, nos dijo finalmente: ´Les voy a pedir un favor, si alguna vez queda embarazada avísenos, por un tema de estadística´. Y un día nació Sofía y nos enseñó a ser padres, a ser una familia", relató.
Si bien visitó a varios médicos y todos ellos les dijeron que no iban a poder ser padre, que no había posibilidades, resaltó que el "esfuerzo" es una característica de su vida. "Sabíamos que siempre todo nos costaba mucho esfuerzo, mucha angustia, pero al final, salía. Los sueños se cumplían. Lo normal es que uno reconozca a los padres cuando los padres fallecen. ´¡Qué grande era mi viejo!, ¡qué grande mi mamá!´, dijo.
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Y continuó: "Lo que no es normal es que se vayan los hijos antes. Y yo tuve posibilidades de dar algunas charlas con Sofi fuera de nuestras conversaciones, que eran muy ricas, con ese tono único y esa claridad para decir las cosas que tenía. Y siento que nunca le di el verdadero valor que tenía a la persona con la que tuve el privilegio de compartir 31 años. Por eso uno de los aprendizajes que tengo es que uno tiene que valorar siempre"En ese sentido, explicó que cuando piensa en Sofía, recuerda todo lo que vivieron sus padres: "Me doy cuenta de que yo soy simplemente una especie de fusible en el medio de la vida de mis padres y mis hijos". El 23 de marzo, Ricky Sarkany compartía su felicidad en las redes sociales tras el nacimiento de su nieto Félix, fruto del amor de su hija Sofía y Tomie Allende: “Nació a las 12:41 y pesó 3,245 kg”.
Pero la alegría por la llegada del nuevo integrante de la familia coincidió con el agravamiento del cuadro de salud de la hija mayor del diseñador: seis días después, Sofía Sarkany murió a los 31 años tras luchar contra un cáncer de útero que le habían diagnosticado en 2018. Consultado sobre cómo inició aquella lucha contra la adversidad, contó: "Un día por una indicación inapropiada después de un control ginecológico, la profesional que la atendía le dice que debe ser algún tema hormonal, que volviera dentro de un año. Antes del año, ella va a visitar a su médico clínico, que se sorprende de lo que estaba pasando. Entonces le hacen un chequeo más exhaustivo y le encuentran un tumor en el útero".
Ricky recordó que su hija decidió someterse a una operación "importante para minimizar las posibilidades de que esto siguiera avanzando". "Como padres, ver a un hijo sufrir es un dolor tremendo, y no por el hecho de sufrir, porque ella tenía una filosofía que le hacía agradecer todo en todo momento, sino por saber que en muchos momentos su mente estaba distraída en la realidad de su salud, por estar pensando en cómo ayudarla para que esto se revierta. Pero también estábamos todos seguros de que iba a ser así, de que se iba a revertir, por la sencilla razón de que todo en nuestra vida siempre terminó bien", sostuvo el diseñador.
Sobre la llegada de su nieto, explicó que Sofía y Tomás -Allende, su pareja, a quien había conocido hace cuatro años, decidieron seguir adelante con la posibilidad de ser padres. "Mediante fecundación asistida y por vientre subrogado, llevaron adelante el sueño de tener el bebé. Sofi estaba con un estado avanzado de su enfermedad, pero bien. Estaba durmiendo en casa porque Tomy tenía miedo de que lo llamaran y tuviera que salir corriendo a Orlando, donde iba a ser el parto. Todavía no era la fecha. Pero esa noche, se levanta a la madrugada y le dice a Clarita, que estaba con ella: ´Está naciendo el bebé, está naciendo Félix´. Y entonces ella le dice: ´No, no, estás soñando´", reveló.
A pesar de esto, Sofi insistió y encontró en su teléfono un mensaje de su pareja, en el cual le contaba que estaba viajando a Orlando porque estaba por nacer su hijo. "Tuvimos la posibilidad todos, pero especialmente Sofi, de ver el nacimiento de Félix por FaceTime, de ver su carita, la de Sofi, en la ventanita de FaceTime en ese momento único. El bebé nació maravilloso, con lo cual al día siguiente le dieron el alta, y Sofi lo tuvo en brazos, durmió con el bebé. Y fue recién al otro día cuando tuvo una pequeña descompensación y, por control, la internaron y eso fue progresando demasiado rápido. Fue mamá, lo tuvo en brazos. Felix hoy sonríe desde chiquitito con la misma sonrisa que caracterizaba a Sofi", concluyó.
Sofía era la mayor de las hermanas Sarkany y había heredado la pasión de su padre por el diseño de moda: conducía su propia marca de ropa y llegó a conocer a su hijo antes de fallecer. De hecho, la familia dio a conocer una imagen donde se puede observar a Sofía mirando a su hijo mientras este duerme en sus brazos. Fue su mamá, Graciela Papini, la primera del círculo familiar en despedir a la joven en las redes sociales.
Sofi, tal como le decían sus amigos, supo seguir los pasos de su padre y también se lanzó al mercado con su propia firma. "Yo creé y decidí con total libertad, confiaba en lo que hacía y creo que, de alguna manera, él sintió esa seguridad. Somos padre e hija, ¡alguna conexión especial hay! Igualmente como suelo decir siempre, la libertad con la que creé y decidí se basa en la educación que me dio Ricky como padre con mi mamá Graciela", había contado.