En marzo de 2017, Gonzalo “El Chyno” Agostini, hijo de Nazarena Vélez y medio hermano de Barbie, sorprendió al escribirle un mensaje conciliador y pacificador a Federico Bal, quien había sido denunciado por su hermana a causa de la supuesta violencia de género que recibió durante la relación. "Se te ve bien. Federico Bal, te quiero", le había escrito el joven modelo.
Sin embargo, el cariño que le tenía al hijo de Carmen Barbieri parece haberlo perdido en las últimas horas a raíz del nuevo escándalo que tiene como protagonista a su mamá, Nazarena, y al actor, con medida perimetral, insultos y fuertes cruces de por medio.
“Esto me está poniendo en una situación incómoda, me pone mal. Yo la apoyo a mi vieja en todas. Me parece que ya es momento de decir lo que yo sé de este muchacho. Pero por ahora no voy a decir nada”, disparó el joven, en un audio que compartieron en Nosotros a la Mañana.
Esta nueva guerra entre la familia Bal y la Vélez volvió a instalarse esta temporada en Mar del Plata, después de que Flor de la V afirmara que Federico Bal “jamás” le puso un dedo encima a Barbie Vélez. Estas declaraciones enfurecieron a Nazarena Vélez, quien no dudó en insultar a ambos actores al tratarlos de “imbéciles y pelotu...”.
A raíz de esto, el hijo de Carmen decidió llevar este nuevo conflicto a la Justicia para, según sus propias palabras, terminar con el hostigamiento que recibe de parte de Nazarena a través de los medios. Fue entonces que la jueza a cargo del Juzgado de Familia N° 5 de Mar del Plata decidió dictar una medida perimetral de 300 metros para “cortar de raíz” este conflicto.
Sigue la pelea: Nazarena le pidió disculpas a su hija y Fede Bal reclamó que dejen de "hostigarlo"
"Yo estoy cortando de raíz un hostigamiento que hace tres años quieren instalar en la prensa y que yo ya cerré en la Justicia. La medida perimetral no la pedí, yo solo pedí el cese de la violencia y el hostigamiento hacia mi persona”, señaló Fede Bal en diálogo con intrusos.
A su vez, se refirió a las lágrimas que derramó Barbie al enterarse de este nuevo proceso judicial y sentenció: “No me siento responsable de su llanto, pero cuando la vi así me angustié por el respeto que todavía le tengo. Quiero que terminen de hablar de mí y de mi familia”.