Casi de sorpresa, producto de la falta de trabajo y de su gran imaginación, Matías Raimundo entró al mundo de las redes sociales sin saber que casi un año después iba a tener más de 1 millón de seguidores en su cuenta de Tik Tok, donde comparte recetas de comidas e ideas fáciles para armar utensilios caseros.
Por su sencillez para explicar cosas, Maty Cocina (como es conocido en Internet) también se sumará a BigBang, donde compartirá a partir de abril su divertido e interesante contenido en una columna en la que enseñará distintas comidas y a fabricar elementos de cocina que en ocasiones son muy caros.
A pesar de que Raimundo trabajó como fotógrafo los últimos 11 años de su vida, lo cierto es que con la llegada de la pandemia del coronavirus su labor se vio extinguida durante meses, y recién en el último tiempo retomó su actividad para completar ciertos compromisos previos que ya tenía acordados.
Con el comienzo de la cuarentena, el ahora reconocido tik toker le dio prioridad a su emprendimiento, en el cual cocinaba y vendía postres, hasta que descubrió las redes sociales, donde empezó a plasmar recetas sencillas, a armar utensilios y hasta a enseñar cómo vender un producto.
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"Me quedé sin trabajo de repente, y tuve más tiempo para aparecer en redes. Yo empecé a crecer en las redes ni siquiera con las recetas, porque subía y no se viralizaran, se viralizó por primera vez cuando en mi emprendimiento tenia que comprarme una herramienta cara para bañar alfajores, y no podía gastar ese dinero, así que volví amargado a mi casa y agarré un tenedor y lo corté para crear esa herramienta. Lo filmé y lo subí y ese fue el video más viral. Ahí la gente empezó a aumentar y empece a subir todo por ese lado", contó Matías a este sitio.Según dijo, actualmente lo siguen en sus redes sociales personas de distintas partes del mundo, como México, Perú y Chile, algo que no pensó que podía pasar cuando se vio sin trabajo a principios del año pasado.
"Yo en marzo me quedé sin trabajo, pero en junio empecé con los contenidos en redes sociales. La vida me cambió totalmente, a tal punto que hoy me veo dejando la fotografía", admitió.En este sentido, el satanfesino de 44 años admitió que el mundo de las redes lo sorprendió muchísimo, no solo por lo que se genera con la gente, sino porque ahora las marcas le ofrecen publicidades y canjes, algo que por un lado lo llena de orgullo y que por el otro le permite seguir creciendo en lo que hace.
Además de enseñar a vender y a mostrar el producto, Raimundo también brinda recetas sencillas y económicas, al mismo tiempo que indica los pasos para crear herramientas y utensilios necesarios en la cocina.
"Yo me informo primero, leo mucho y después pongo en práctica. Obviamente es mucha presión, porque por ejemplo con los moldes de lata, que tienen pintura, yo enseño todo un proceso de cómo curar el molde", admitió respecto a la responsabilidad que significa enseñar y presentar ideas que sean aptas para la cocina.Leer más | "Lo extrañará para siempre": el dolor del príncipe William por las peleas con su hermano Harry
En los comienzos, Matías solía hacer recetas complejas que no tenían tanta repercusión, hasta que se dio cuenta de que lo que en verdad a la gente le gustaba era el contenido sencillo y útil."Trato de hacer recetas económicas, por eso salgo a buscar precios. Todo demanda mucho tiempo, porque entre que compro la materia prima, hago las cosas, hago el video y lo edito, capaz hago una o dos recetas por día", comentó.
Sobre esto, dijo que en general, para generar nuevos contenidos, se basa mucho en las inquietudes de sus seguidores, a quienes lee con mucha atención tanto en los mensajes que le envían de manera pública como privada."Me baso en lo que la gente precisa y con lo que tengo voy probando. La cocinita (que surgió porque una seguidora no tenía gas) me salió después de varios intentos. La idea y el mensaje es dejar en claro que si querés emprender algo, no hace falta plata, porque yo emprendí casi sin nada", se sinceró.
De hecho, contó que antes de poder comprarse una batidora cara que necesitaba para su primer emprendimiento, estuvo un mes y medio amasando a mano, hasta que finalmente pudo conseguir el dinero necesario.
Según él cuando se tiene la intención de conseguir algo, con esfuerzo se logra, y por eso, siempre le dice a sus seguidores que tienen dos opciones ante los obstáculos de la vida: o ponerse a llorar o ponerse a vender pañuelos."Yo les digo que me tomen de ejemplo a mí, porque me han dicho de todo, y no me quedaba en eso, seguía adelante. Yo quiero ayudar a la gente, les enseño a crecer en las redes sociales y me encantan los mensajes que me llegan contándome que emprendieron cosas gracias al canal. Se genera algo muy lindo y me voy a dormir contento por ayudar", cerró.