En la última semana, en el marco de la separación de Fede Bal y Sofia Aldrey, Nazarena Vélez manifestó su admiración hacia Carmen Barbieri ya que envidió la forma pacífica que tiene para sobrellevar malos momentos. Lejos de ser amable, la conductora de los mediodías la trató de sorete y aviso que no va a “hablar más de esa familia”.
“Yo la admiro a Carmen, de verdad. Cómo puede nadar en la mierda, con tranquilidad, y de eso sacar provecho”, comenzó diciendo Nazarena cuando relataban las reiteradas infidelidades de Bal hacia su novia, motivo por el cual se generó la abrupta separación.
Por su parte, la conductora de Mañanísima, se enojó nuevamente con sus dichos, y arremetió: “¿Eso es admirar? No le voy a contestar. No voy a hablar sobre el tema. ¿Vos crees que es algo admirable? Los soretes flotan y yo salgo de la mierda.. Es horrible. No voy a hablar del tema”, fue su primera reacción.
Minutos después Carmen fue consultada nuevamente por sus compañeros acerca de esto, pero volvió a indicar que no iba hablar sobre el tema. Luego de volver a tratarla de materia fecal, claro. “Me veo nadando en la mierda yo. Pero no hablo de ella ni de la familia de ella. Así que cuidado. Hay que respetarse. Yo nado y otros flotan, que son los soretes”.
“Sobre ella no hablo ni sobre su familia. Y lo que dije recién es una humorada porque viste que los soretes flotan. Y la mierda no flota, te ahogas en la mierda. Pero me causa gracia la metáfora”.
Cabe recordar que la guerra entre las mediáticas nació en el 2016, cuando Federico y la hija de Nazarena, Bárbara Pucheta finalizaron su relación, ya que la joven lo denunció por “violencia de género”. Este juicio lo ganó el hijo de Barbieri, y a raíz de ellos su historia se terminó para siempre. Otro dato no menor, son los testigos de la relación, quienes afirmaron que mantenían un vínculo toxico.
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En ese entonces, Barbie presentó, tanto en la televisión como en la justicia, archivos donde tenía imágenes de golpes, moretones y lastimaduras provocadas supuestamente por el actor. Si bien los jóvenes no volvieron a aparecer mediáticamente para referirse al otro, la guerra entre las madres se convirtió en una batalla interminable.