En las últimas horas, Luciano Castro y Griselda Siciliani sorprendieron con sus gestos en redes sociales, los cuales encendieron las alarmas y dispararon fuertes rumores de una crisis en la pareja.
El actor dejó de lado los problemas con su ex pareja, Flor Vigna, quien realizó numerosas acusaciones en su contra, y se dedicó de lleno a su nueva relación con la actriz. Desde que se comenzaron a salir, decidieron mantener un perfil bajo y fueron pocas las imágenes que compartieron juntos.
Pocas fueron los recuerdos que dejaron plasmados en sus redes sociales, los cuales en las últimas horas fueron eliminados. Además, los actores se dejaron de seguir en esta red social. Y esto generó una pregunta: ¿se terminó el amor o si se trata de una movida de prensa?
A pesar de las críticas y los rumores, la pareja logró hacerse tiempo entre sus apretadas agenda y apostar a su relación. Es así que realizaron viajes a Brasil, donde disfrutaron de la playa y la ciudad, siendo dos desconocidos en el país vecino. Sin embargo, el romanticismo parece haberse hecho cenizas en un abrir y cerrar de ojos.
Ni Siciliani ni Castro se pronunciaron al respecto de su supuesta crisis. Por lo que las especulaciones sobre cómo se encuentra su relación aumentaron aún más.
Flor Vigna festeja en el obelisco
La cantante se había indignado al ver, en mayo, que su ex pareja confirmaba su relación con Siciliani. Y es que, según contó en distintas entrevistas, había encontrado mensajes entre los actores que no le habían gustado. Sin embargo, fue allí cuando su entonces novio la trató de "loca".
Cuando en sus redes sociales mostraban complicidad, la realidad era completamente diferente. Según Vigna, la relación se tornó toxica y posesiva, donde acusó a Luciano de ser una persona que se ponía muy "nerviosa" en las discusiones. Por esta razón, y con los mensajitos de amor entre quienes ahora aparecen atraviesa su primera crisis, Flor decidió terminar su relación y ventilar cada uno de sus problemas. Su mala experiencia con Castro, llevarían a la joven a festejar el fracaso de la relación que rompió su corazón.