A tres años de aquel lujoso "sí, quiero" en una estancia de Exaltación de la Cruz, entre vinos caros, estrellas pop y una suegra productora que no dejó detalle librado al azar (ni a la novia), el matrimonio entre Stefi Roitman y Ricky Montaner parece tambalear bajo los reflectores de la fama, la distancia y, claro, los rumores. ¿Estamos ante el final de la pareja influencer más internacional del clan Montaner o simplemente transitan un plot twist temporal?

Lo cierto es que mientras Ricky continúa componiendo en su refugio de Miami, Stefi emprendió vuelo propio hacia Madrid, donde decidió enfocarse en su carrera actoral, la cual aparentemente tenía olvidada. "Tenía muchas aristas abiertas", confesó recientemente y agregó: "Y tuve que empezar a cerrar un par de ventanas". Y en esa limpieza emocional, parece que la que se cerró -al menos por ahora- fue la del nido de amor con el hijo de Ricardo Montaner.
Desde entonces, llevan más de un mes sin verse. "Nos apoyamos muchísimo", aclaró la actriz en una entrevista, pero su aparición en solitario en los Premios Platino 2025 encendió las alarmas del espectáculo. Sin anillo visible ni esposo a la vista, las cámaras hicieron foco en su nuevo look de morocha empoderada. Un cambio que algunos, como el siempre polémico Mauricio D'Alessandro, leyeron como símbolo de una separación definitiva. "Está separada", insistió el abogado en DDM, sin medias tintas.
Mariana Fabbiani intentó frenarlo: "¡No se separó nadie!". Pero las certezas televisivas no se construyen con comunicados sino con likes, comentarios y... ausencias. En las redes, el último intercambio público entre ambos data del 14 de marzo, cuando Ricky subió un video llorando y Stefi le comentó un cariñoso "Mi amor". Un mes después, fue ella quien publicó una foto llorando con maquillaje corrido. "Esto no es un breakdown, es mi self-tape", explicó, aunque muchos sintieron el corazón roto detrás del acting.
Claro que el cuento de hadas Montaner-Roitman nunca estuvo exento de sombras. Desde el vestido blanco y negro que eligió Marlene Rodríguez -madre de Ricky y pareja de Montaner- para eclipsar a la novia en el altar (¿error de Carolina Herrera o mensaje subliminal?), hasta los rumores de un grito ahogado de Stefi en plena fiesta de bodas contra la familia del novio: "Hasta acá también me tengo que bancar este tipo de cosas". ¿Indirectas a la suegra o simples nervios de la gran noche?
La familia Montaner, experta en celebraciones milimétricamente planificadas, no escatimó en detalles... ni en control en aquella ceremonia que unió formalmente a la pareja frente a familiares y amigos. Marlene organizó la boda de pies a cabeza: eligió la música, la decoración y hasta los platos. Stefi, cuentan quienes estuvieron cerca, no pudo opinar demasiado. "Dejala, es lo que a mi madre le gusta", le habría dicho Ricky cuando ella expresó incomodidad. "Todo saldrá perfecto". ¿Pero salió?
Luego de la luna de miel, la modelo tuiteó una frase que hizo ruido y que hasta hoy resuena: "A veces tenemos que agradecer a Dios por lo que no pasó". Un mes de casados y ya agradeciendo lo que no fue: el subtexto se volvió tendencia. Hoy, mientras Ricky sigue componiendo baladas en Miami y Stefi camina alfombras rojas en Europa, el silencio entre ellos suena más fuerte que cualquier declaración de amor. ¿Es solo un paréntesis artístico? ¿O es el principio del fin? Lo cierto es que mientras medios alrededor del mundo comenzaron a especular con la separación, lejos de desmentirlos, ninguno de los dos decidió salir a esclarecer los rumores.