16 Septiembre de 2015 20:31
En una de las noches más emotivas de Gran Hermano 2015, Se conocieron los primeros semifinalistas del juego. Francisco, Eloy, Matías y Belén ya forman parte del selecto grupo que estará a un paso de la final. Ahora la gente deberá elegir entre Mariano y Marian.
Emotivo encuentro entre Fran y “Campanita”
Esta noche se vivió uno de los momentos más emocionantes en la edición 2015 de Gran Hermano: Francisco Delgado y Gisela Bernal se encontraron en el cuarto rojo.
Fue la primera vez que los protagonistas se veían cara a cara tras el escándalo de Bernal con Ariel Diwan, en el cual se confirmó que Ian no es hijo del productor, sino que sería fruto de una relación entre la vedette y el participante de la casa más famosa del país.
Gisella Bernal sonríe junto a su pequeño Ian. Aún se desconoce quién es su padre.
En su visita, Bernal aseguró que la historia que les tocó vivir “fue dura”, y le recordó a Fran que “la verdad siempre sale a la luz”. El participante le aseguró que “nunca dudo de su palabra”, y emitió emotivos palabras para con su ex pareja: “A mi lo único que me importa es Gisela”.
“¿Cómo está?, le preguntó Fran a Bernal, en clara alusión a su posible hijo. “Esta bien, es una luz, ya lo vas a ver”, respondió ella emocionada.
El emotivo encuentro entre Gisela y Francisco. Palabras de amor y lágrimas.
Francisco le transmitió su solidaridad a Gisela por todo lo que tuvo que vivir tras estallar el escándalo con Diwan. “Te maltrataron mucho”, le dijo. A lo que la modelo respondió que el “99% de las personas que hablaron lo hicieron desde la ignorancia”.
El momento más emotivo se produjo cuando Francisco hizo referencia al pequeño. “Si el bebé es mio, yo voy a estar, no sé cómo vamos a hacer, ni cómo lo vamos a afrontar. Estoy re contra cagado en las patas, pero voy a estar. Amor y paciencia le va a sobrar”, expresó con emoción.
A su vez, el participante le pidió que Ian y Helena, su otra hija, puedan conocerse y “compartir una vida de hermano como se merecen”.
El pasado de Bernal y Fran juntos.
Tras conocerse el resultado negativo del ADN de Diwan, Bernal visitó la mesa de Mirtha Legrand. Ante la pregunta de la diva sobre si Francisco era el padre de su hijo, la modelo asintió tímidamente con la cabeza, aunque aclaró que “él todavía no se hizo el ADN y se lo tendrá que hacer”.
Francisco tuvo su esperado encuentro con Gisela. Sabe que podría ser el padre de Ian.
Cuando Francisco debió abandonar temporalmente el reality afirmó que hará todo lo necesario para confirmar o descartar su paternidad: “Me voy a hacer el ADN lo antes posible, quiero saber la verdad. No tengo la prueba científica de que el bebé sea mío, pero es una posibilidad”.
El encuentro entre Marian y Braian
Marian y Braian vivieron un amor intenso en la Casa de Gran Hermano. Y pasaron por todos los estados: pasión y odio. Más de un mes después, los hermanitos volvieron a encontrarse en el cuarto rojo y con miradas cruzadas, revivieron su amor.
Renació el amor. Marian y Braian dejaron la puerta abierta a una posible reconciliación.
“Te extraño mucho”, le dijo Marian a Braian y agregó: “Tengo muchas ganas de estar con vos”. Los hermanitos hablaron sobre su futuro una vez que el juego termine y deslizaron la posibilidad de que el amor continúe en el futuro.
Lejos de las peleas y los recordados momentos de tensión, entre ellos aquel que provocó la salida del jugador de la Casa, Marian y Braian se despidieron con un beso.
Una Casa al rojo vivo
Marian y Belén protagonizaron un fuerte cruce en la Casa que atrajo la mirada de todos los participantes del juego. Las hermanitas, que antes eran fieles amigas, se dijeron absolutamente de todo y no se guardaron nada: Drogas, sexo, Messi y fuertes acusaciones caracterizaron un violento cruce entre las participantes.
Marian arremetió sin anestesia contra Belén. Fuerte cruce entre las hermanitas.
La relación entre ambas ya no era igual, y la distancia se incrementó luego de que Marian decidió alejarse del grupo que conforman Belén, Matías y Mariano. Las hermanitas explotaron y se criticaron con dureza. Un cruce que tuvo de todo.