Diego Maradona y Claudia Villafañe tendrán hoy a las 15 un último encuentro extrajudicial en los Tribunales de la calle Talcahuano para resolver el reclamo del futbolista, quien acusa a su ex mujer de haber desviado 80 millones de pesos de sus cuentas. ¿Qué sucederá? BigBang te anticipa las estrategias judiciales de ambas partes.
El Diez regresó hace una semana de urgencia a Dubai por una importante reunión con la princesa Haya bint Al Husein y enviará a su abogado y apoderado, Matías Morla. Según pudo confirmar este portal, las directivas fueron claras: mantener una postura intransigente. “Diego quiere su plata y no va a haber acuerdo si no la devuelven”, confiaron. De esta manera, la defensa del futbolista irá dispuesta a cerrar la conciliación con un acta formal, para adentrarse en una nueva batalla judicial.
Villafañe, por su parte, todavía no confirmó su asistencia, aunque mantiene su defensa en manos de Fernando Burlando. Y, de no cambiar en las últimas horas, la postura será igual a la del primer encuentro del pasado 21 de julio. “No podemos hablar tan livianamente de tantos millones. Claudia es una persona de bien y le tiene un profundo amor a quien fue su pareja”, precisó en su momento, antes de anular los rumores del presunto pedido de insania para Diego: “No está en la cabeza de nadie pedir una pericia psicológica de Maradona”.
La otra batalla penal y la investigación de Miami
El futbolista desdobló el ataque. Además de las conciliaciones por los resultados de la auditoría, Diego denunció el viernes en el fuero penal a su ex mujer por “fraude y retención indebida” de documentación y objetos. “Eso sigue en pie, pero todavía no hay novedades”, precisó Morla a BigBang.
Morla viajará el sábado a Miami para investigar las propiedades embargadas.
La ofensiva contra la “Bruja” también se extendió a territorio estadounidense. Luego de contratar los servicios del abogado local Frank J. Gaviria para investigar el patrimonio de Claudia en Miami,
Maradona
enviará el sábado a
Morla
para intensificar la arremetida. Todo, claro, después del embargo preventivo de todos los bienes y cuentas de la rubia en el país del Norte.