04 Enero de 2021 11:26
Luego de seis temporadas, finalmente la ficción creada por Michael Hirst llegó a su fin este domingo 3 de enero, después de que se estrenaran los últimos 10 capítulos de la temporada final, cerrando el círculo del legado de Ragnar Lothbrok.
Los que siguieron la serie se vieron decepcionados tras la salida del personaje principal en la cuarta entrega, quien con su ausencia (para algunos) ha provocado una decadencia narrativa en las últimas temporadas.
Aún así, luego de haber visto tantos capítulos y de haberse encariñado con la historia, muchos de los fanáticos se mantuvieron expectantes hasta el último momento para ver de qué manera terminaba.
Durante esta última temporada, el primero en irse al Valhalla fue el hijo mayor de Ragnar, Björn, quien tras la puñalada recibida en el último capítulo de la primera parte de la sexta temporada, murió en su cama exhausto y agonizando.
Por su parte, su mujer, la valiente escudera Gunnhild, prefirió quitarse la vida antes de tener que aceptar como esposo al ambicioso rey Harald. Durante la ceremonia de casamiento, la guerrera se lanzó a las frías aguas de Kattegat para poner fin a su vida.
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Por otro lado, Ivar, el otro hijo de Ragnar fue derrotado por Alfred, el hijo biológico de Athelstan, que también fue el mejor amigo en vida de Lothbrok. Lo que sucedió es que Hvitserk y su hermano Ivar intentaron sellar la tregua con el rey sajón Alfred, pero la esposa del hijo del carismático Athelstan rechazó la oferta por miedo a que los vikingos regresaran con refuerzos en un futuro.
Con la suerte echada, el ejército de Ivar atacó con todas sus fuerzas en una batalla de bolas de fuego, espadas y sangre en la que, en el final, terminó siendo asesinado por un joven soldado del ejército de Alfred.
El detalle: Alfred miró toda la escena en estado de shock, y después de que Ivar se derrumba, les gritó a todos que dejaran de pelear para que su rival pudiera despedirse de su hermano.
Quien terminó en el olvido fue el propio Hvitserk, que tras la batalla en la que ayudó a su hermano a derrocar al príncipe Oleg, se convirtió al cristianismo y adoptó el nombre del mítico Athelstan en un bautizo organizado por Alfred.
En medio de tantas muertes y despedidas, la aventura más entretenida de la última temporada de Vikingos ha sido la de Ubbe. El segundo hijo de Ragnar decidió ir rumbo a Islandia de la mano de Kjetill con la esperanza de encontrarse con Floki.
Sin embargo, Ubbe y su mujer Torvi no encontraron ni rastro de Floki, pero en ese viaje sí conocieron a Othere, un vikingo que en un pasado fue cristiano y que los animó a encontrar la tierra dorada.
Durante el viaje, Ubbe y su esposa llegaron hasta Groenlandia (conocida como Greenland), y una vez asentados en las heladas tierras, Kjetill perdió el juicio y reclamó Greenland como su propiedad.
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Así, Greenland se convirtió en un baño de sangre, y Ubbe, Torvi y Othere volvieron a los barcos para salvar su vida y encontrar la tierra prometida. El viaje fue duro por la falta de provisiones, pero terminaron desembarcando en América del Norte.
Allí finalmente se encontraron con Floki y una tribu de nativos americanos. Los dos pueblos convivieron en armonía hasta que un asesinato desató la guerra entre los clanes.
En la última escena de la serie, Floki y Ubbe se sentaron en la orilla y mantuvieron una conversación sobre los dioses y el destino, pero hasta el más fundamentalista pagano de todos los vikingos (Floki) reconoció que ya no sabía en qué creer y dijo que prefería cerrar ese capítulo del pasado.
