20 Agosto de 2020 16:32
Cada vez son más los casos de COVID-19 en el mundo de la farándula. La última en anunciar que contrajo la enfermedad fue Tamara Bella, quien por otras cuestiones, no estaba yendo a Enredada, el programa que conduce por el Canal de la Ciudad.
Según contó, comenzó a sentir ligeros síntomas durante la noche del sábado 15, pero como eran dolores menores optó por no prestarle importancia. “El domingo 16, el día de mi cumpleaños, si empecé a tener síntomas que me alertaron", contó.Entre ellos, la modelo explicó que dejó de percibir el sabor en los alimentos. Por consejo de los médicos, hizo la prueba de acercarse a la nariz un olor fuerte y allí empezaron las primeras sospechas. “Me puse perfume y no me sentía el olor", dijo.
Y agregó: "Me hicieron oler vinagre y tampoco le sentía el olor. Todo había perdido el olor y el sabor”. En diálogo con Teleshow, Bella reveló que su hija Renata, de 11 años, también dio positivo de coronavirus: “Renata tuvo otros síntomas; empezó con una gripe muy fuerte y le ardían los ojos".
En ese sentido, detalló que a su hija "le lloran los ojos" y tiene mucho "dolor" de garganta: "Mucho resfrío y mucho decaimiento". Luego de hacerse un hisopado, el miércoles recibió la noticia de que tanto ella, como su hija, tenían COVID-19. "Entré en shock. Se me vinieron un montón de cosas a la cabeza. Sensaciones de culpabilidad de haberla contagiado a mi hija, por supuesto", remarcó.En ese sentido, Bella .sostuvo que siente temor y "mucha incertidumbre" por no saber cómo sigue la enfermedad: "Solo me queda confiar en que nuestros cuerpos darán batalla. Cada día son nuevos síntomas que aparecen. Claramente no soy asintomática. Lo único que no hice fue fiebre. Pero tengo mucho dolor de espalda, dolor de garganta. También tengo un agotamiento físico extremo...ardor en los ojos, dolor de panza y zumbidos en los oídos.
De hecho, señaló que le dieron Amoxidal para combatir las placas en su garganta y paracetamol. “Ahora nos empezó a agarrar calambres a los dos, a la noche, cuando nos acostamos. A mí en la mitad del cuerpo, mucho en la espalda y a Rena en los pies, y ardor en las manos. Con todo esto, por un lado me voy acostumbrando a los nuevos síntomas, pero por otro, no dejo de tener miedo”, concluyó.