La disputa entre Yanina Latorre y Ana Rosenfeld ya quedó grabada hasta en las cámaras de seguridad de América, ya que no sólo "se dan con todo" al aire; sino que también se agarraron en los pasillos del canal.¿El saldo final? Latorre accidentada y teniendo que ser cargada a estas.
El fin de semana fue bastante agitado para las panelistas del programa, luego de que Yanina sacara a la luz las internas que sostiene contra la abogada. Además, la acusó de ser mala profesional, en base al testimonio de varias ex clientas.
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Al comienzo del programa, llamó la atención que Yanina estuviera con un pie vendado y apoyado sobre un banquito. La panelista explicó que se había caído en la calle a diez cuadras del canal. Esa caída le provocó un esguince de tobillo: “Me desmayé. Tuvieron que inyectarme y vendarme. Tengo un moretón en toda la pierna”, precisó.
Esa molestia no le impidió arremeter contra Rosenfeld. Yanina recordó que sus acusaciones es información que ya estaba disponible en Twitter, y la abogada agregó: “Que no se metan con mi trabajo porque lo hago desde las siete de la mañana y, cuando vivía Marcelo, eran las diez de la noche y yo seguía trabajando”.
La discusión giró hacia la facilidad de Yanina de participar en todas las conversaciones del panel, sin dejarles espacio a sus compañeras. La panelista se defendió: “El panelismo es hablar de todo lo que pasa en el programa”, y por lo bajo criticó a las que hablan poco en los debates: “Están laburando de panelistas, después dicen que hablo sola...”.
A medida que la discusión crecía, Yanina se fue enojando y moviendo cada vez más, hasta que la silla cedió y terminó en el piso. La panelista no se podía levantar por su lesión en el pie, y fue socorrida por Ángel de Brito y dos técnicos. Ninguna de sus compañeras la ayudó a incorporarse, y solamente se escuchó a Nazarena Vélez: “¡Ay, no! ¡Vos te querés quebrar la pata en serio, nena!”.
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La abogada estaba a pocos metros y miraba con seriedad e indiferencia a Yanina en el piso. El conductor trató de sumarle humor con su comentario: “¡Tantos gualichos que hiciste, te volvieron en contra!”. Yanina lloró de risa mientras se volvía a sentar e insistió en que no daba más del dolor.