06 Septiembre de 2021 14:29
El Príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, quieren dejar de ser el dolor de cabeza que todos saben que representan para la Reina Isabel II después de sus reiterados desplantes y fuertes declaraciones a la prensa. Por ese motivo, pusieron en marcha un operativo de redención con el que buscarán acercase nuevamente a la Corona antes que la relación termine de detonarse completamente.
La estrategia que buscan llevar adelante los duques de Sussex tiene que ver con que la Reina tenga la chance de conocer a la recientemente nacida Lilibet, de cuatro meses, antes de su bautismo en una clara señal de recomponer la relación y retomar las tradiciones que tiene la familia real en cuanto a los sacramentos religiosos.
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De acuerdo a lo que diferentes fuentes del Palacio Real sostuvieron en declaraciones al diario The Sun, Harry y Meghan solicitaron una reunión con la Reina Isabel y ofrecieron volar cuanto antes, en lo que además sería su primer viaje como pareja al Reino Unido desde el “Megxit” en marzo de 2020.
Según este medio, Harry ya empezó a contactarse directamente con diferentes miembros de su familia para poder conseguir el encuentro lo antes posible, a la par que Meghan y él planean el bautismo para Lilibet posiblemente en el Castillo de Windsor. En Inglaterra, en cambio, el círculo interno de la reina se ha mostrado sorprendido por la solicitud de una reunión, meses después de que la pareja criticara a la familia real en la célebre entrevista con Oprah Winfrey, amiga personal de Meghan.
"Harry y Meghan han hecho esta oferta, pero mucha gente está impactada por su descaro. Puede que realmente quieran ver a la Reina, pero es impresionante teniendo en cuenta lo que le han hecho pasar este año", sostuvo una de las fuentes del palacio real al mencionado medio de comunicación.
¿Y la respuesta? La Corona, pero en especial la Reina Isabel II todavía no dieron ni siquiera un indicio de respuesta. Si bien la solicitud los sorprendió, hay quienes que ven detrás de todo un intento de Meghan y Harry de no quedarse afuera nuevamente de los festejos navideños de la Familia Real, otra de las tradiciones de mayor importancia en Reino Unido.
Es que en el 2021, los duques de Sussex rechazaron la invitación lo que generó que sean duramente criticados ante la opinión pública. Y en el medio de su operativo de “lavada de cara” no quieren sumar un escándalo negativo.
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"La reina todavía quiere mucho a Harry, y le encantaría ver a Lilibet y su hermano Archie. Pero la corte está sorprendida por el cambio, especialmente por parte de Meghan, después de lo sucedido", agregó la misma fuente.
Pero no sólo la Corte se opone al retorno de la pareja. Al parecer, uno de los principales objetores del bautismo de la pequeña Lilibet es nada más y nada menos que el príncipe William, quien mantiene una tensa y fría relación con su hermano menor desde que decidió casarse con Markle.
"William fue muy crítico del bautismo de Archie, porque Meghan y Harry rompieron con todo el protocolo. Lo hicieron a puertas cerradas y sólo autorizaron que se difundieran algunas imágenes oficiales. En su momento los acusó de ser egoístas y ahora lo que plantea es similar: ¿por qué bautizar a Lilibet en el Reino Unido si tomaron la decisión de que naciera en Estados Unidos", aseguró una fuente cercana al hijo mayor de Lady Di.