La seguidilla impresiona. Adriana González tiene 23 años y es la tercera persona que acusa públicamente al conocido productor Aldo Funes de ofrecerle trabajo a cambio de sexo. El modus operandi que describe es el mismo que se parece ser siempre el mismo: un contacto a través de las redes sociales, una invitación a participar en alguna obra, una reunión en la cual hay una sorpresa desagradable. La investigación que inició BigBang y que activó una denuncia de la Fiscalía Federal N° 3, a cargo de Federico Delgado, sigue ramificándose y cada nuevo caso parece despertar una nueva denuncia.
Adriana González: "Me agarró del brazo y me dijo De acá no te vas"
En diálogo con BigBang, Adriana cuenta que había trabajado antes en un programa deportivo en un canal de cable de La Plata, que hacía modelaje y estaba estudiando baile. Fue entonces cuando Funes se puso en contacto con ella a través de Twitter.
Aldo Funes: cada vez son más las personas que lo involucran en el delito de trata.
-Me dijo que estaba interesado en que yo estuviera en una de sus obras teatrales. Pero primero tenía que ser conocida y tenía que perfeccionarme y él me prometio que me iba a hacer "llegar". Acordamos un encuentro en Puerto Madero. Nos juntamos a cenar y el ahi me contaba los proyectos que tenía para conmigo .
-¿Qué pidieron de comer?
-Pedimos rabas y una ensalada, los dos, pero la ensalada de él era distinta de la mía. Luego me dijo que me iba a poner en una de las obras que estaba planeando, que eso lo iba a ver con el tiempo.
Adriana: "Funes tenía miedo de que yo llamara a la policía"
"Vas a tener que complacerme y vas a ver los resultados
-¿Y cómo empezó el diálogo?
-Empezó con eso de que él me iba a ayudar a perfeccionarme e instalarme. Después me dijo: Bueno, vos sabías que nada es gratis en este medio. Vas a tener que complacerme en cosas y vas a ver los resultados. Yo le dije que no me gustaba nada de eso. Casi me largo a llorar delante de él. Me dijo Vos sabés muy bien cómo se manejan estas cosas. Y yo le dije Sí, pero yo quiero llegar de otra forma. Me agarra del brazo y me dice: "Vos de acá no te vas". Yo me quería ir y él no me dejaba. Pensando que era Aldo Funes, le dije que no iba a hacer nada: él tenía miedo de que yo llamara a la policía. Me dijo: Igual no te conviene. Mirá que voy a estar viendo lo que hacés.