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The Crown y todas las mentiras de la serie: qué cosas cambiaron para "ponerle ritmo"

La serie estrena este domingo su cuarta temporada. 

13 Noviembre de 2020 13:36
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Este domingo llega la cuarta temporada de The Crown a Netflix y a la usual expectativa de los fans, se suma la anticipada aparición de dos pesos pesados en la historia: Lady Diana Spencer (Emma Corrin) y Margaret Thatcher (Gillian Anderson).

También los espectadores deberán estar atentos a qué es ficción y qué es realidad, ya que la serie muchas veces se ha tomado licencias al momento de contar la historia. Aquí, una selección de momentos de la tercera temporada en la que no hubo apego a la realidad.

Las estampillas que su secretario Michael Adeane le muestra a la reina Elizabeth no fueron publicadas como la serie lo indica a principios de los años '50 sino recién en 1967. A pesar de que el primer ministro Harold Wilson señala que  el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson no asistió al funeral de Churchill porque Inglaterra no ayudó a Estados Unidos en la guerra de Vietnam, el faltazo tuvo que ver con una enfermedad del mandatario. 

Otra escena con Johnson, en la que la princesa Margaret asiste a una fiesta en la Casa Blanca, baila y canta con él y luego lo besa en broma, también fue inventada para la serie.  Dirigentes cercanos a la reina aseguran que sus lágrimas por Aberfan no fueron fingidas, tal como señala la serie.  No existe evidencia del encuentro de la princesa Alice, madre de Philip, con la policía en Grecia.  Bubbikins, el apodo con el que Alice se refiere a su hijo, sólo era utilizado durante su infancia, nunca en la adultez Al contrario de lo que muestra la serie, Alice no se ajustó del todo bien a la vida en palacio.  A diferencia de lo que relata la serie, el público recibió con excelentes críticas el documental sobre la familia real.  La entrevista del periodista John Armstrong a la princesa Anne nunca existió. 

Los historiadores aseguran que no hay base para la teoría de que un interés romántico entre la reina y Lord Porchester.  La decisión de que el príncipe Charles estudie galés fue tomada por George Thomas, no por Harold Wilson. Y el profesor Edward Millward no se negó a ofrecérselas.  A pesar de que la serie lo muestra como un estudiante perezoso antes de ser reprochado por Millward, este mismo declaró años después que Charles fue siempre entusiasta. "No podía respirar": el príncipe William y el operativo real para ocultar que estuvo grave por Covid

El príncipe bromea con Millward acerca de que su familia nunca podría haber entendido el incendiario discurso de su coronación porque estaba en galés. Pero lo cierto es que el discurso verdadero también fue dado en inglés.  A pesar de que la reina recibe a Charles a su regreso de Gales -y tiene una dura conversación con él- el príncipe relató que a su regreso no había nadie en el palacio por lo cual se dirigió directamente a su habitación. 

En la audiencia en la que los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins dialogaron con el príncipe Philip también estuvo presente la reina.  No hay evidencias de un triángulo amoroso entre Camilla Shand, Andrew Parker Bowles y la princesa Anne.  Nunca existieron las cartas que Charles le envía a su tío, el duque de Windsor, en la serie. A su muerte, su esposa Wallis Simpson no lo acompañó al lado de la cama. Es para vos, William: el mensaje oculto de Harry y Meghan contra la Familia Real

A pesar de que la Reina Madre y Lord Mountbatten conspiran para frustrar el romance de Charles y Camilla, en la vida real tenían una pésima relación. Nunca existió el encuentro entre la princesa Margaret, su marido Lord Snowdon y su amante Roddy Llewellyn en el palacio, ya que Snowdon ya no vivía allí para ese entonces.  El duque de Gloucester, tío de la reina, no podría haber estado presente en las celebraciones del Jubileo de la reina de 1977 porque había fallecido tres años antes.