Era una noche de clásico, de goles y emociones, pero también de estrenos y reencuentros. Mientras la Selección Argentina goleaba 4-1 a Brasil en el Monumental, el palco de honor se convertía en el escenario de otra historia paralela. Allí estaban ellas: Tini Stoessel, Emilia Mernes y Nicki Nicole, tres de las artistas más importantes del pop urbano argentino, presenciando el partido en primera fila, justo por delante del presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia.
Pero la coincidencia futbolera no era la única noticia de la noche. Mientras el equipo de Scaloni imponía su jerarquía en la cancha, el trío musical estrenaba su esperada colaboración: Blackout. El videoclip del tema, lanzado en simultáneo con el partido, encendió las redes y se convirtió en tendencia en cuestión de minutos. Las imágenes de las cantantes vibrando con el encuentro mientras su hit hacía historia en el mundo digital marcaron un doble triunfo: uno en la cancha y otro en los rankings.
Sin embargo, hubo otro detalle que no pasó desapercibido para los fanáticos y los principales programas de espectáculos. Al finalizar el partido, Tini, Emilia y Nicki fueron vistas saliendo del estadio tomadas de la mano, rodeadas por su equipo de seguridad. Pero en el caso de Stoessel, su presencia en el Monumental generó aún más especulaciones, ya que en el campo de juego estaba Rodrigo De Paul, su expareja y protagonista de múltiples rumores de reconciliación en las últimas semanas.
Desde hace tiempo, circulan versiones de que Tini y De Paul podrían haber retomado su relación. Todo comenzó en Madrid, donde el mediocampista del Atlético de Madrid reside. Según medios españoles, ambos habrían sido vistos compartiendo rutinas en un gimnasio exclusivo, ubicado en la calle Villanueva, un punto de encuentro frecuente entre celebridades y deportistas. Además, trascendió que la cantante habría pasado varias horas en el departamento del jugador.
Esto, claro está, reforzó los indicios de una nueva oportunidad en su historia de amor. Pero los cruces no se limitaron a España. Durante uno de los últimos partidos del Atlético de Madrid por la Champions League, Tini fue vista en el palco privado del futbolista, rodeada de amigos y familiares del jugador. Su bajo perfil no impidió que las cámaras la captaran, lo que reavivó las sospechas sobre una reconciliación inminente.
A este antecedente se sumó una cena en Buenos Aires, que reforzó la teoría del acercamiento. Según reveló el programa Intrusos, la cantante y el mediocampista compartieron una velada en un exclusivo restaurante de Palermo, en compañía de varios integrantes de la Selección Argentina, entre ellos Leandro Paredes y Enzo Fernández. Testigos aseguran que se retiraron del lugar juntos, cerca de las tres de la mañana.
El 28º cumpleaños de Tini Stoessel fue otra pieza clave en este rompecabezas sentimental. La celebración tuvo dos etapas: una reunión privada en su casa y una salida a un reconocido boliche de la Costanera. Según trascendidos, De Paul habría estado presente en ambas instancias, coincidiendo con su regreso a Argentina tras un compromiso con la Selección. Pero hubo un detalle que mantuvo el misterio: la cantante impuso una regla estricta para los invitados.
Se prohibió el uso de celulares durante la fiesta, evitando así cualquier filtración de fotos o videos que pudieran confirmar la presencia del futbolista. La estrategia de Tini avivó la curiosidad de sus seguidores y de la prensa, dejando abierta la pregunta: ¿volvió el amor? Mientras la posible reconciliación con De Paul sigue en boca de todos, lo cierto es que la noche del Monumental sirvió para que Tini, Emilia y Nicki Nicole se lucieran juntas en un evento deportivo y en la industria musical. Blackout marcó un hito en la carrera de las tres artistas, quienes dejaron en claro que su unión trasciende cualquier especulación amorosa.
Lo que pasó en la cancha quedará en la historia de la Selección, pero lo que pasó en el palco seguirá dando de qué hablar. Tini y Rodrigo aún no confirman ni desmienten nada, pero el juego del misterio sigue en marcha. Y, por ahora, la hinchada del amor sigue atenta a la próxima jugada.