Wanda Nara y Mauro Icardi son sin dudas una de las parejas que siempre encuentra su lugar en los titulares. Desde el día uno que su relación fue polémica por la famosa "icardeada" que los unió ambos a Maxi López con sentimientos de amor, familia y traición de por medio y que dejó sorprendidos a todos. Sin embargo, decidieron apostar a su unión y en los 10 años de matrimonio tuvieron momentos buenos, malos y escándalos de por sí.
La historia que los une comenzó con el pie izquierdo. Ambos se conocieron por medio de López y hasta compartían momentos entre los tres. Pero mientras Wanda buscaba separarse, comenzó a ponerle el ojo al delantero y mal no le salió. "Había onda en el aire", contó y desde el momento uno aclaró que mostró su toxicidad a pesar de no ser nada: le revoleó al mar un celular donde tenía contactos de mujeres, le dio un oso con su perfume para marcarle el territorio en la casa y se le instaló mientras intentaba tramitar su pasaporte en Italia.
Hasta el momento, poco se sabía sobre cómo empezó su relación porque siempre fue desde que se establecieron como pareja en adelante. De ahí, sus vacaciones, viajes, la vida de lujos, la familia que formaron teniendo a Isabella y Francesca, la infidelidad y escándalo con la China Suárez y todos los negocios que trazaron juntos como matrimonio.
Sin embargo, llegó el día en que la empresaria decidió romper el silencio y contar detalles exclusivos que nunca antes había mencionado sobre de qué manera empezó su vínculo con Icardi, sabiendo que él también tenía relación con López. Lo propio fue mediante el programa de streaming "Rumis" conducido por su hermana, Zaira, junto a Juariu, Lizardo Ponce, Lola Latorre, Agustín Sierra y Leandro Saifir desde Punta del Este.
Tras ser consultada sobre cómo fue la primera noche de pasión entre los dos, indicó: "La primera noche dice que le gustó. ¿Viste cuándo salís ganadora? Yo dije 'me llama, no mañana', y no me alcanzo a subir al auto y ya me está llamando. Hice todo bien, bien, bien, bien. A ver, no di tanto. Hice todo bien y ahora les voy a explicar por qué".
Y mientras todo el estudio hizo silencio porque se sabía que probablemente era una olla por destaparse llena de contenido, Wanda expresó: "Escuchen la historia porque es mortal. Éramos amigos. Creo que nunca lo conté. Yo estaba peleada, separada (de Maxi López) viviendo en la misma casa, durmiendo en diferentes cuartos. En medio de la crisis que nadie sabía nada, él era mi amigo y sí lo sabía".
Hay un detalle que ya había sido revelado y es que en su momento, Wanda no tenía intenciones con él y hasta quería presentarle no sólo a su hermana, sino a distintas mujeres. "Voy a decir toda la verdad sobre mi primera noche con él. Éramos amigos y nos hablábamos todo el tiempo por teléfono. Yo le quería presentar chicas, él me contaba cuando estaba con alguna. Él era como súper moderno en esa época", declaró.
Y prosiguió contando la manera en que empezó el coqueteo entre los dos. "Me tiraba frasecitas que me dejaban pensando. Yo decía, 'ahora son todas las minas trol.. porque se acuestan en una noche'. Y él me decía: 'y vos que te estás bancando todo esto, ¿Te creés que sos mejor que las otras?'. Me dejaba pensando con sus frases".
No obstante, Wanda estaba al tanto de la situación sentimental de él y la cantidad de mujeres que tenía a su disposición, lo cual le hacía dudar de si realmente iba o no a pasar algo entre los dos. "Había ondita en el aire, y yo no sabía si la sentía yo sola y no me daba cuenta si era real o no lo que pasaba. También pensé quizás que iba a ser una más porque en esa época él se estaba bajando todo lo que había en Europa y alrededores. Y él me contaba: tenía cuatro celulares porque las dividía por continentes a las mujeres", mencionó.
Seguido a eso, detalló cómo fue el día en que decidió de una vez por todas jugársela por él. Spoiler alert: fue delante de López y con sus hijos de por medio. "Nosotros éramos amigos, pero yo ya había empezado a operar. Un día lo invito al barco, éramos un montón: estaba mi ex marido, estaba Mauro. De hecho, hay una foto que trascendió de ese día. Ahí, en Sicilia, me dice 'te dejo el teléfono'. Me dejó con dos teléfonos, uno el familiar y el otro con las minas de Mauro".
Y en esa misma línea reveló que su relación tóxica comenzó desde el día uno antes de que sucediera al menos algo entre ellos. "No va que le tiro al agua el Blackberry con las chongas al agua. A las 18 empieza a levantar todas las colchonetas del barco y a buscar el teléfono. Yo buscaba también, más que nadie. Pero el teléfono desapareció", confesó.
"Al otro día, él se tenía que volver a entrenar y alquila un helicóptero para que lo pase a buscar. Entonces, escucho en la cena que él dice 'mañana me voy a las 5 am, los despido ahora'. Yo estaba dándole teta a Benedicto, que era bebé y justo se despierta a esa hora. Me levanto media dormida, salgo con bebé en brazo y fue una escena de Titanic" contó y agregó: "Él se iba en un botecito que lo llevaba al helicóptero y yo desde el barco que lo saludaba con el bebito. Yo ahí sentí que pasó algo. Yo me sentía como en una novela".
Hasta ese momento sólo eran miradas, ganas y sensaciones, pero el primer encuentro se dio días después y en la casa del ex delantero del Inter. "Luego le cuento que había tomado la decisión que me iba a separar y que me iba a volver a vivir en la Argentina, pero antes quería hacerme el pasaporte italiano en Milan. Él iba a estar concentrado y me dejó las llaves de su casa", resaltó.
"Entro al departamento, prendo la tele y estaba Mauro jugando un partido. Me puse a hacer una pasta e hice un tuco y cuando él llega me ve a mí cocinando descalza. Ese departamento sólo veía tacos, está todo rayado el parquet de los tacos que entraban y salían. Abrías la heladera y sólo había Fernet y Coca Cola. Era una casa de soltero", remarcó.
La casa de soltero dio sus frutos porque seguido a la pasta con el tuco, sucedió el amor. "Y después no me acuerdo cómo fue. Mi amiga me hizo la segunda, se fue a dormir. Nos fuimos al sillón. Me hablaba y me ponía la cara muy cerca. Él dice que yo le di un beso, no me acuerdo. Y bueno, después pasamos toda la noche juntos", detalló.
Y nuevamente sacó su lado tóxico de adentro para marcar territorio en el departamento de soltero de que Mauro, ya estaba por emprender una relación. "Al otro día, muy cursi, me fui al Disney Store y le compré un oso de peluche que lo llené con mi perfume. Más tóxica aún: le dejé escrita una carta con la canción Colgando en tus manos, de Carlos Baute".
Sin dudas de que lo que los terminó de gustar el uno al otro fue la noche de pasión que tuvieron. Incluso, Wanda aseguró que debió medicarse por haber sido una guerrera en la cama. "Antes de eso, por ese colchón habrán pasado 200 mujeres, pero después de mí, fue destrucción total. No le sirvió más el colchón. Al otro día me acuerdo, de los dolores que tenía en el cuerpo porque no estaba acostumbrada a darlo todo, tomé Ibuprofeno cada cuatro horas. Yo creo que, si esa noche no hubiera funcionado todo, no hubiera pasado todo lo que pasó con nosotros", cerró.