Britney Spears declaró el miércoles ante un tribunal de Los Ángeles para avanzar en su reclamo para ponerle fin a la tutela que su padre, Jamie Spears, posee sobre ella, luego del colapso nervioso que sufrió en el año 2007. Si bien desde entonces la cantante de 39 años no sólo retomó su carrera y facturó millones de dólares (debiendo pagarle a su propio padre y a sus representantes casi el dos por ciento de todo lo que produjo en estos 14 años), la sociedad que se encarga de manejar la vida y las finanzas de la bailarina insiste en que no tiene capacidades mentales para poder tomar decisiones sobre su vida, ni su patrimonio.
La situación de la cantante motivó a que sus fans instalaran el movimiento Free Britney (Liberen a Britney), con expresiones a lo largo y a lo ancho del mundo. Sin embargo, hasta ahora, ella había agradecido con mucha frialdad el apoyo y procuró avanzar contra su padre desde la justicia. Es por eso que la declaración del día de ayer marcó un antes y un después en la vida de la cantante: es la primera vez que el mundo entero se entera de su boca el calvario que vive desde hace más de una década.
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La cantante lleva cinco años intentando que el tribunal le de la derecha, pero hasta ahora sólo consiguió que haya un "veedor" imparcial que supervise los contratos y sus finanzas, hasta entonces sólo en manos de su padre, con quien mantiene una tirante relación desde pequeña por el abuso doméstico que vivió en su infancia. En efecto, su madre solicitó meses atrás poder tener voz y voto para acompañar a su hija (en especial en lo que a decisiones médicas respecta) y tras la negativa, Britney decidió bajarse de los escenarios y no grabar ningún nuevo disco para presionar a la Justicia.
A continuación, las duras declaraciones que la propia Britney realizó en la última audiencia:
"No soy feliz. No puedo dormir. Estoy tan enojada que ya no es sano. Estoy deprimida. Mi padre y todos los involucrados con esta tutela, incluyendo mis managers, deberían estar presos"."La última vez que hablé ante usted (por la jueza), me hizo sentir que estaba muerta. Se lo digo de nuevo porque no estoy mintiendo, así quizás puede entender la profundidad y la gravedad del daño que me han ocasionado. Merezco que haya cambios".
"En (el Estado de) California, la única cosa similar a esto de la tutela es el tráfico sexual: obligar a alguien a trabajar en contra de su voluntad, sacándole todas sus posesiones como la tarjeta de crédito, su dinero, su teléfono y su pasaporte".
"Honestamente, no creí que alguien fuera a creerme. Creí que la gente se reiría de mí. Sólo quiero recuperar mi vida. Ya es suficiente. Todo lo que honestamente quiero es demandar a mi familia y compartir mi historia con el mundo".
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Britney aclaró que no quiere volver a someterse a una evaluación de salud mental y denunció que su padre la obligó a utilizar un método anticonceptivo para privarla de su deseo de volver a ser madre junto a su nueva pareja, con quien tampoco tiene autorización para casarse. "Quiero poder casarme y tener un hijo. Tengo un DIU dentro de mí para no quedar embarazada. Mi equipo no quiere que tena más hijos".