23 Julio de 2019 11:45
A todo trapo. Máxima Zorreguieta y su marido, Willem-Alexander, desembolsaron 100 millones de dólares para la compra del nuevo avión real. La compañía encargada del diseño fue la holandesa Fokker y cumplió con todos los pedidos realizados tanto por el rey, como por la reina. Mirá cómo es por dentro.
De acuerdo a lo consignado por la prensa holandesa, el diseño es muy similar al de la oficina que tiene el rey en su palacio.
Se imponen el color crema y los detalles en azul.
Los almohadones, por ejemplo, tienen impresos símbolos nacionales como los molinos y los tulipanes.
Aunque no trascendieron fotos de la suite principal, sí se mostró cómo es el baño del avión.
El mismo cuenta con una ducha a presión y lujosos detalles de mármol.
¿Un toque tech? No es necesario utilizar auriculares, dado que el sistema de sonido del avión transmite a través de paneles vibratorios ubicados en lugares específicos de la cabina.
Lujos y renovaciones por 65 millones de euros: cómo es la nueva "casita" de Máxima y su familia
Máxima y su marido abandonaron Villa Eikenhorst, la casa en la que vivieron durante los últimos 15 años para mudarse junto a sus tres hijas Catharina-Amalia, Alexia y Ariane, al palacio de Huis ten Bosch, en La Haya.
La mudanza estaba pendiente desde el 2013, cuando el rey fue coronado, pero se retrasó porque el lugar fue sometido a una serie de reformas que causaron polémica, ya que su precio de 65 millones de euros fue costeado con fondos públicos.
El palacio Huis ten Bosch -cuyo nombre significa "la casa del bosque"- comenzó su construcción en 1645 y fue nombrado como una de las residencias oficiales del rey de Holanda en 1803 por Willem I.
Durante la Segunda Guerra Mundial sufrió grandes daños, por lo cual tuvo que ser ampliamente restaurado entre 1950 y 1956. Desde 1981 es la residencia real principal. Tal como su nombre lo indica, el palacio está rodeado de un frondoso bosque con un lago, y la amplia propiedad incluye piscina y cancha de tenis.
Uno de sus espacios más impresionantes es el Oranjezaal, sala donde se realizan esporádicamente reuniones oficiales con mandatarios extranjeros. Construida por el arquitecto y pintor holandés Peter Post, está decorada con obras de prestigiosos artistas como Jacob Jordaens -discípulo de Peter Paul Rubens-, Gerard van Honthorst y Salomon de Bray.
La sala no tuvo decoración hasta 1647 cuando, luego del fallecimiento del príncipe Frederik Hendrik de Orange-Nassau, su esposa Amalia decidió convocar a artistas para que realizaran obras como homenaje a su marido y a su papel en la Guerra de los Ochenta Años, contra España.