04 Abril de 2017 16:28
Cinthia Fernández se instaló con sus tres hijas (Charis, Bella y Francesca) en una casona ubicada en un barrio privado de Escobar, antes de armar las valijas y viajar a Ecuador para reunirse con Matías Defederico.
La decisión de la morocha se debió a un mensaje amenazante que recibió el delantero por su insistente reclamo hacia Independiente por una deuda millonaria. “Te vamos a violar a las nenas”, fue una de las frases más fuertes.
Si primer noche en casa ?? @boohmuebles @jazmeendeco @tiendafestival
Acá les muestro un baño????una pinturita. Hay como @contuimagen acá jajajaj
Por esta razón, la modelo decidió irse a vivir a un barrio privado mientras el jugador milita en la Universidad Católica. Instalada en la lujosa casona de estilo minimalista, con mucho parque y una imponente pileta para que sus tres hijas puedan disfrutar del aire libre, Cinthia se hizo cargo de la mudanza y mostró cómo quedó el nuevo hogar en las redes sociales.
De a poquito va quedando #mudanzatime #detonada ????? @jazmeendeco tu sillón mira cómo quedo
“Gran equipo mudanza modo on. Agotada, no sé cómo hacen ustedes”; “De a poquito va quedando”; “Acá les muestro el baño. Una pinturita”; y “El cuarto que Fran abandonó”, fueron algunas de las publicaciones que hizo la mujer de Defederico acompañadas de videos y fotos de los rincones del nuevo “nidito” que comparte con sus hijas.
Hermosa imagen a llenarla de amor con mis princesas @juegosnaturales
Cinthia se vio obligada a cambiar de aire después de recibir una serie de amenazas contra su marido y sus hijas a causa del conflicto que mantiene el delantero desde 2012, cuando se recuperaba de una lesión en los ligamentos cruzados de su rodilla izquierda y el por entonces director técnico del “Rojo” decidió bajarlo a la reserva.
Su felicidad mi felicidad. Que jueguen q sean libre s???? ? @juegosnaturales
???????????? @kikelymuebles nuestra casita hermosa ?
Tres meses más tarde, Defederico rescindió su contrato y partió rumbo a Huracán. El reclamo por los salarios impagos llegó a la Justicia dos años más tarde, cuando el Juzgado Civil y Comercial N°1 de Avellaneda accedió al pedido del futbolista y embargó al club por $1.433.450, más otra cuota de $430.035 en concepto de intereses. Algo que jamás le perdonó la barra al jugador.