Su nombre es Germán Tripel. Años atrás, cuando integraba el grupo pop Mambrú, las fans lo conocían como "Tripa". En un clima distendido y con absoluta franqueza, Germán habló con Jorge Rial en Intrusos sobre lo mal que la pasó cuando se disolvió su banda pop.
"Para todo el mundo era un reality show, para nosotros era la vida. Se terminó una familia. Vivía por acá, en Las Cañitas, pagado por la producción, todo hermoso. Después no lo pagaron más".
Tripa (izquierda), en los dorados días de Mambrú.
Germán comentó que, pese a que la psicóloga de la banda intentó prepararlos para su disolución, cuando se terminó Mambrú -la banda que, al igual que Bandana, surgió a partir del reality show Popstars- supo lo que era la depresión.
"Me despertaba desnudo, temblando, en la esquina de una cama. Tenía miedo de salir, me volví un fóbico. Me agarró el síndrome de Elvis: en última etapa de su vida el pensaba que era muy famoso, y su último manager lo sacó a caminar por la calle y la gente no lo reconocía. A mí me pasó eso con Mambrú".
Tan breves como intensos, los tres años y medio que duró Mambrú les sirvieron para generar amores y odios en partes iguales. De tocar con Bandana en el estadio de Vélez repleto a recibir puteadas cuando iban a ver un concierto de otro "palo".
"A nosotros nos encantaba el rock, pero hacíamos pop, bueno, porque encontramos esa veta. Una vez fuimos a ver a Satriani, al Luna Park, los cinco, con unos gorutas... y cuando entramos, el chiflido que bajó por todo el Luna Park... La gente que nos vio pasar, y el pibe que estaba detrás mío me decía... " Eh, puto"... Salíamos de los boliches, y siempre había alguien, "Eh, puto...".
"Cuando terminó Mambrú e hicimos la despedida en la Trastienda, fue muy raro. Hicimos tres discos y al otro día éramos unos NN. Si vos me hacías una nota dos meses atrás, me veías en un evento y mirabas a (Adrián) Pallares. Mi viejo y mi vieja me empezaron a ver medio extraño, agresivo con la gente, hasta con ellos mismos.
En la época de Mambrú me quedé sin novia, porque por contrato no podía decir que tenía novia. Y ella me decía: "Pero cómo no podés si estamos juntos hace cinco años. Bueno, chau". Volví a vivir con mis viejos, y mi mamá estaba triturada. Ella amaba a Mambru y cuando me vio así empezó a odiarlo".