21 Mayo de 2015 16:58
Parece que mi vuelta armó más despelote que el
escote de Cristina. Y era lógico. Soy el único que se atreve a contar la posta de todos y todas. Tengo el puño lleno de verdades y los amigos de
Big
Bang están más tronados que yo para publicarlo. Otra vez, queridos chanchitos prepárense para disfrutar de este desolladero que su amiguito enmascarado tiene para ustedes. ¡A comerla!
DE TURQUÍA CON OLOR
El turquito llegó a la Argentina con la fama de galán de telenovela, aunque cuando uno lo ve de cerca tiene menos facha que el Mago sin dientes. Sin embargo, por esos milagros de la televisión, hoy es más conocido que el Panadero de Boca y fue invitado por el cabezón para bailar. Hasta acá un currito que nadie tiene derecho a criticar. Un sope no se le niega a nadie. Pero el tema es que el oriundo del Bósforo tiene un problema con el jabón. Una relación poco amistosa. Bah, directamente le huye. Dicen que el primer día que Marce le dió un abrazo sufrió más que Ponzio con el gas pimienta. Las pobres vestuaristas dan parte de enferma cada vez que se enteran que el muchacho anda por las inmediaciones. Ojalá que Hope o el Chato le metan un manguerazo antes que alguien pierda la vida en el certamen
EL FUTBOLISTA INFIEL 2.0
Lo de este muchacho no tiene nombre. En realidad no tiene apellido. Llegó a la Argentina como Messi y se está yendo como el Mencho Medina Bello. Mucha facha, una esposa famosa pero una gran debilidad por las minas. También, de vez en cuando, despunta el vicio pegándole certeros puntinazos a los autos ajenos. Todo el mundo habla de una crisis en pareja, pero este superhéroe tiene la justa y te la bate de una. El pibe se enganchó con una minita conchetita, de esas que le gusta ir a los eventos y que se titulan como blogueras o algo así. Parece que la piba y el futbolista sin apellido se engancharon mal, a tal punto que la pendeja no tuvo mejor idea que subir un tuit en su cuenta en día del último clásico en la gaseada Bombonera. Nadie se dio cuenta del mensajito encriptado, pero el que suscribe, que tiene más noche que la luna, lo cazó al vuelo y se los reproduce para ustedes.
Amigos de la prensa, mis informantes me aseguran que esta pendex es la que metió la cola en el matrimonio del bosterito para convertirlo en héroe de una historia que parece no tener un final feliz. Al final el pibe no aprendió nada de todos los clubes de Europa de donde lo rajaron. Un gil de lechería.
EL GOBERNADOR SE TOMÓ VENGANZA
El gobernador logró el primer triunfo importante para las huestes kirchneristas en un año donde se juegan todos los porotos del poder. Ganó con holgura y fueron varios los dirigentes que quisieron colgarse del bastón de mando del político. Pero el salteño, muchacho de buena memoria, decidió esperar los resultados sólo con un grupo de amigos y estrechos colaboradores. Pero cuando el triunfo estaba asegurado, le recordaron que en la planta baja estaban dos ministros ya a maquillados para la foto del triunfo. Ambos en plena carrera en las internas de los perucas. El gobernador sonrió apenas, se acomodó el cuello de la camisa, miró al emisario y le dijo “Que esperen como me hacían esperar a mi cada vez que necesitaba algo”. Casi dos horas tuvieron que juntar orina los dirigentes hasta que el descendiente de Güemes dió la orden que se peinarán para la foto. “A forro, forro y medio” dice que se le escucho decir al político con pinta de galán antes que se abriera la puerta y se estrechará en un sentido abrazó con los cumpas. Todo sea por un voto, amiguitos.