27 Mayo de 2016 15:31
La intempestuosa y errática interrupción de un "extraño" en el piso de Intrusos, durante su emisión de ayer por la noche, provocó estupor entre los presentes. Un joven, notablemente aturdido y que desvariaba, hablando sobre su situación laboral y su estado emocional captó la atención de Santiago del Moro quien lo manejó hasta que pudieron sacarlo del aire.
Según pudo averiguar Bigbang, el hombre se encontraba en la puerta de América y al escuchar hablar a un productor del canal sobre alguno de los invitados al programa, se hizo pasar por personal de la producción.
Pero lo que parecía ser sólo un hecho anecdótico cobró otra dimensión al vislumbrar que el confundido hombre no era otro que Leonardo Vilches, un ex niño actor, recordado por interpretar al sobrino de Ricardo Darín -Chiqui Cantalapiedra- en la tira "Mi cuñado". Era Ulises, hijo de Luis Brandoni.
Hace 20 años, Vilches se perfilaba como uno de los actores del futuro de la televisión, pero después que el ciclo televisivo su cara desapareció de los medios.
El pequeño Vilches deslumbraba en la pantalla de Telefé.
Sólo tuvo una irrupción breve en una emisión de Desayuno Americano cuando Pamela David lo invitó a su programa en 2011. En esa ocasión Vilches declaró que su carrera artística había terminado porque tenía "fantasmas en su casa".
Pero este es tan sólo un caso mas de aquellos niños prodigios que vieron truncada su carrera. Adicciones, delitos y hasta el suicidio rondó la vida de los chicos que despertaban la ternura de la audiencia.
“NICO” DE BRIGADA COLA
Javier Balgeri, supo conquistar el corazón de todos al encarnar a "Nico” en Brigada Cola. Con su pelo largo y rubio, Balgeri era el más chico del grupo policial de elite comandado por Guillermo Francella.
Balgeri fue detenido, aparentemente bajo los efectos de la droga, acusado de robar una parrilla en San Martín. La causa quedó caratulada como “tentativa de robo simple”. También estuvo involucrado en el intento de robo de equipos de audio en un gimnasio y a un kiosco de la misma localidad bonaerense.
Actualmente duerme en la calle, sobre el paredón lindero a las vías del tren Urquiza, en la estación de Villa Bosch. Recientemente su ex esposa salió a los medios denunciándolo por episodios de violencia de género y falta de pago de la cuota alimentaria de su hijo.
“CIRILO” Y “SIRACUSA”
Fueron parte de las “blancas palomitas” de la novela Señorita Maestra, la historia protagonizada por Cristina Lemercier en su versión de los años ochenta.
Fabián Marcelo Rodrigues y Julio Silva, “Cirilo Tamayo” y “Siracusa”, respectivamente, se alejaron de las luces y eligieron un camino equivocado, que los llevó a la prisión y la muerte.
“Cirilo” fue condenado a cuatro años de cárcel por un robo cometido en 2004 en el barrio de Palermo, donde uno de sus cómplices era justamente “Siracusa”, quien murió luego de tirotearse con la policía.
Etelvina
La Etelvina de la versión original de Señorita Maestra fue interpretada por Graciela Cimer, quien encarnó a la alumna más malvada de la clase. Pese a que tuvo un paso fugaz por algunas telenovelas tuvo una muerte dudosa al caer desde un primer piso de un departamento que compartía con el actor Marco Estell.
Etelvina supo ser la malvada de Señorita Maestra.
Palmiro Caballasca
"¡Me 'hirve' la cabeza!". ¿Qué cuarentón no recuerda la típica frase de el gordito de la clase en Señorita Maesta?
Conocido como Palmiro Caballasca, las ganas de actuar de Omar Lafosse quedaron en eso y en la actualidad trabaja como remisero. Aquí no hay tragedia, es cierto. Pero las ganas frustrada de volver al medio de "Palmiro" hacer que esta historia deje un sabor amargo, a sueños rotos.
Pese a que confesó que todavía estudia teatro confiado en conseguir algún espacio en la pantalla chica, sus días los pasa arriba de su auto, deleitando a quienes lo reconocen.
A la espera que alguien lo convoque, Lafosse continúa estudiando actuación.
A estos actores y actrices precoces, que supieron arrancar una sonrisa en la niñez de los que hoy tienen más de 40, la fama y la pantalla chica le dio la espalda .Y la vida no los trató nada bien.
