Desde hace dos años, Argentina llora a Diego Armando Maradona. El 10 falleció en una casa de Tigre el día 25 de noviembre de 2020, en una habitación que ni siquiera tenía baño, sin las visitas de sus familiares y sin tener ningún tipo de control médico, ni una dieta sana.
En ese contexto, Mariano Israelit, un viejo amigo del ex director técnico de Gimnasia, salió a criticar a todo el entorno que rodeó a Diego en sus últimos días. El tiempo pasó, y él siguió con lo suyo. Jamás intuyó que uno de los acusados por la muerte del 10 aparecería en su vida.
Israelit, que es productor de DeporTV y DJ debió ser internado de urgencia por un grave problema de salud. En una entrevista con Teleshow, relató: “Un día fui a la casa de un amigo que estaba haciendo unos arreglos con unos albañiles. Y me ofrecí a ir a comprar arena y cemento con él en mi auto. El asunto es que, cuando volvimos, agarré una de las bolsas que pesaba como 30 kilos y, cuando la apoyé en la vereda, sentí un dolor en la espalda”.
Y siguió: “A la noche me fui a poner un OXA B12 porque seguía con el dolor. Y, aunque me calmó un poco, cuando se me fue el efecto tuve que llamar a la ambulancia porque no podía aguantar la rodilla. Al otro día fue lo mismo. Entonces me dieron corticoides. Y, cuando se me fue el efecto, empezó de nuevo el dolor. Hasta que el doctor Santiago Erice, recomendado por un compañero de mi ex mujer, Luciana, que entonces todavía estaba en pareja conmigo, me hizo una orden de internación y me fui al Mater Dei. Ahí me hicieron una resonancia en la que salió que me había estallado un disco de la espalda”.
"Me quiso pegar": Cinthia Fernández acusó a Nicolás Occhiato por Violencia de Género
Y finalizó: “Estaba en tantos pedacitos, que parte del disco había terminado en la rodilla y en el muslo. Entonces, el médico me hizo un bloqueo de columna y me advirtió que podía ser que zafara con eso como que no. Y no resultó. Así que me avisó que había que hacer una cirugía. Él es neurocirujano de cabeza. Y me dijo que, al día siguiente, iba a venir a verme con su socio, neurocirujano de columna, porque él operaba en equipo”.
Ahí fue cuando se llevó una desagradable noticia. Cuando se dio cuenta, junto a su cama estaba Leopoldo Luque, el último médico que atendió a Maradona y que está acusado de causar su muerte, junto a otras personas. “Me había dicho que venía a las once de la mañana, pero llegaron los dos mucho más temprano. Y, cuando abrí los ojos, vi que el otro médico que estaba con él era Luque”, afirmó Israelit.
"Tini se entierra sola": Homs blanqueó la guerra y la acusó de no querer a los hijos de De Paul
Y siguió: “Yo lo saludé. Y él me dijo: 'Ya sé quién sos'. Entonces le contesté: 'No sé si sabés lo que hablé de vos, pero la verdad es que no dije nada malo. Solo dije que eras un perejil y que, lamentablemente, ibas a caer vos y la psiquiatra Agustina Cosachov. Pero yo nunca te vi en la casa de Diego'. A lo que él me respondió: 'Quedate tranquilo que yo soy un profesional y vengo a operarte a vos como a otros tantos'”.
En ese punto, el amigo de Maradona debía decidir qué hacer. Fue en ese momento, en que el médico le explicó que debía pagarle. Ellos lo que me dijeron era que no atendían por prepaga, sino que tenía que abonar de manera particular. Así que me dijeron que hablara con la secretaria para arreglar los honorarios. Ella me pasó un importe en dólares que yo prefiero reservarme, pero yo opté por una de las opciones que me dio la gente de Medicus y me operé con otro cirujano”, afirmó.
Y agregó: “Yo le había dicho a su secretaria que no estaba en condiciones de pagar esa suma. Pero, en un momento, me llamaron de un número desconocido y era él. Entonces me dijo: 'Solo te llamo para decirte que nosotros no dejamos tirados a nuestros pacientes, así que si vos no tenés el dinero para la cirugía pero querés operarte conmigo, yo te voy a operar igual'”. Pero, finalmente, Israelit no aceptó que Luque lo operara: “Tuve una charla familiar y con mis amigos. Y entre todos decidimos que lo mejor era que me operara con un médico de la prepaga. Igual lo llamé para agradecerle su amabilidad. Todos me dijeron que no lo hiciera. Yo no estaba seguro. Pero tampoco creo que un profesional fuera a actuar de mala manera...”.