Después de muchos años de lucha, Michelle Salas finalmente fue reconocida por Luis Miguel cuando cumplió 19. Desde entonces, la vida de la instagramer cambió por completo. Quién es, dónde vive y cómo es un día en la vida de la hija del cantante.
Michelle Salas tiene 29 años y es una de las chicas del momento.
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Aunque nació el 13 de junio de 1989 en el Distrito Federal de México, la influencer de 29 años se instaló en Estados Unidos para estudiar diseño de moda. Se recibió en Nueva York y partió rumbo a la Costa Oeste para instalarse en Los Ángeles. Fue en ese momento que su papá le compró una no tan modesta mansión minimalista, ubicada en uno de los barrios más caros.
Un día en la vida de Michelle Salas: Los Ángeles
Aunque vivió durante un año en Madrid, Michelle regresó en 2017 a Los Ángeles luego de separarse de su última pareja pública, el venezolano Danilo Díaz. Abocada al blog que actualiza casi a diario para la plataforma Hola, la mexicana logró cosechar más de 720 mil seguidores a fuerza de compartir momentos de su vida, dar consejos de belleza y moda.
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Fueron contadas las veces que Luis Miguel se mostró en público con su hija, Michelle Salas.
Si bien su residencia oficial es en Estados Unidos, Michelle se la pasa viajando por el mundo por su trabajo como modelo. Frecuenta mucho Nueva York, Londres, Ibiza, París y Madrid. Además, cada tres meses vuela a México para encontrarse con su mamá, la actriz y cantante Stephanie Salas.
Un día en la vida de Michelle Salas: Madrid
Pese a sus constantes viajes, la joven mantiene de modo riguroso su rutina de belleza. Antes de desayunar, toma una taza de vinagre de manzana caliente con medio limón para cuidar su cutis. Después, realiza cuatro veces por semana una rutina de cardio supervisada por su entrenador personal. Y, además, asiste otas tres veces al gimnasio para sus clases de danza, boxeo y spinning.
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Michelle viaja por el mundo y comparte fotos en las redes.
Dentro de su prontuario amoroso se encuentra, según trascendió recientemente, el romance oculto del que todo el mundo habla tras el lanzamiento de la serie biográfica de su papá. La relación con Diego Boneta, el actor que personificó a Luis Miguel en la producción de Netflix y Televisa, duró pocos meses y tuvo lugar en el año 2013.
Un día en la vida de Michelle Salas: New York
Por ese entonces, Boneta reconoció que estaba saliendo con la hija del cantante y que la conoció en Los Ángeles. “Es una tipaza. Muy guapa, muy buena onda. Nos estamos conociendo”, aceptó en ese momento. Michelle, por su parte, se llamó a silencio; aunque no ocultó su relación y asistieron a muchos eventos públicos como pareja.
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Michelle Salas mantuvo un romance con Diego Boneta, quien interpretó a Luis Miguel en la serie.
Aunque habla poco de su papá, la joven reconoció que su tema preferido es La incondicional y que la personalidad de Luis Miguel es muy distinta a la que el cantante le muestra al mundo. “Todo va por etapas en la vida. Es un momento en el que está abriendo las puertas de una vida muy privada, creo que la gente se quejaba de lo privado que era y ahora estamos viendo otra cara que no todos conocían. Me sorprende un poco, pero me hace muy feliz porque van a conocer la parte que sólo ven los que realmente están cerca de él”.
Un día en la vida de Michelle Salas: Ibiza
Las declaraciones tuvieron lugar antes de la puesta al aire de la serie y de la polémica que se desató por el modo en el que el cantante presentó a la madre de su hija. Según su versión de los hechos, Michelle fue concebida producto de una noche de alcohol y despechos, algo que la propia Stephanie se encargó de desmentir con un duro posteo en Instagram.
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Luis Miguel conoció a Michelle cuando era bebé y la vio hasta que tuvo tres años.
Si bien muchos especulan con que Michelle se distanció de su padre por esto, hay quienes dicen que, en realidad, optó por apoyar a su madre en público, pero mantenerse al margen para resguardar el vínculo que logró mantener con su papá. “No he visto la siere. Creo que cada personaje de mi familia tiene sus propios proyectos y sus maneras de alcanzar sus metas. Si para él fue importante hacerla, está bien; no ando tan metida en eso”, desestimó.
Michelle Salas estudió diseño de moda en Nueva York.
Pese a la renaciente fama de su padre, Michelle sigue trabajando en su carrera como modelo. Además de trabajar para Carolina Herrera, Michael Kors, Tommy Hilfiger y Dolce & Gabbana, participó de una tapa de Vogue Japón y continúa actualizando su blog.
50 cosas que no sabías de la hija de Luis Miguel
"Mi cumpleaños es el 13 de junio de 1989 y soy súper géminis".
"Mi película favorita es Great expectations y con la que más he llorado últimamente es Lion".
"En mi vida me he mudado unas cinco veces".
"Amo toda la comida, pero me voy por la japones y por la italiana".
"Un libro que me marcó en mi infancia y en toda mi vida es El principito".
"Una manía que tengo es tener 250 cepillos de dientes".
"¿Té o café? Café, amo el café".
"Siempre fui de perros, pero ahora tengo un gato y se llama Valentino".
"Un rumor que siempre ha corrido sobre mi es que estoy embarazada, pero eso no es cierto".
"Si no me dedicara a la moda sería chef".
"Tengo un sólo tatuaje, pero quiero unos tres más".
"Me apasiona el flamenco, cada vez que lo escucho se me pone la piel chinita".
"La parte que más me gusta de mi cuerpo es mi espalda".
"Mis flores favoritas son las peonias, las rosas blancas y las orquídeas".
"Nunca fui de seguir una serie, pero vi mil veces Sex & the city".
"Amo todo tipo de comida, pero no tolero la morcilla. No la puedo ni pensar, me da muchísima cosa".
"La frase que más repito es: 'No mames, güey'".
"Soy fanática de hacer ejercicio, pero porque me encanta comer de todo. Para darme ese lujo, hay que sudar un poquito".
"Una de las cosas que más me da temor es tener papada".