07 Diciembre de 2021 18:25
Cada día son más las mujeres que se arman de valentía para contar lo que vivieron con Antonio Laje, luego de la abrupta salida de María Belén Ludueña de los programas Buenos días América y Buenos días América Extra, los cuales se emiten por las pantallas de América TV y A24. De a poco, el conductor fue denunciado públicamente por “maltrato laboral”, “violencia” y también por “acoso sexual”. En las últimas horas, Sandra Igelka, ex periodista de la emisora, lo acusó de hacerla vivir un infierno.
Ayer, Laje había afirmado en su programa que nunca maltrató a ninguna compañera: "Tengo el alma destruida, tengo el corazón recontra partido y destruido. Hace muchos años, hace más de treinta años que trabajo de esto. Y, ¿sabés qué? No me importa llorar. Me tocó crecer con los periodistas más exitosos y exigentes. Me tocó empezar a formar equipos. Empecé como muchos, en radios truchas, pagando con un sueldo el espacio con amigos. Trabajando gratis en radio. Hasta que finalmente pude empezar a conseguir mi primer trabajo pago y empezar a crecer".
Y agregó: "Crecí (profesionalmente) rompiéndome todo. Porque creo en el esfuerzo, creo en el mérito y creo en las exigencias. Yo no creo en los maltratos, la verdad que no. Creo en exigencias de mi carrera, donde fui avanzando y tuve la suerte, porque es un privilegio, de poder crear medios de cero, de poder formar equipo; de ver que dentro de esos equipos hoy hay periodistas brillantes que han salido de acá, de mi lado, de mi escuela, de mi programa y que hoy se destacan en muchos otros medios. Los productores de este programa... Creo que tengo un solo productor varón, son todas mujeres. El éxito de este programa pertenece a todas mujeres, sistemáticamente las vienen a buscar de otros canales, como vienen a buscar a columnistas míos".
Y justificó su accionar laboral con la siguiente frase: "Si se corta un audio, si sale mal un graph me enojo. Y ni siquiera lo oculto, porque a veces me enojo y ustedes se dan cuenta de que estoy enojado. Pero yo me enojo desde lo laboral, yo no me enojo con una persona, no me enojo desde lo personal".
Lo cierto es que tras ese discurso, hubo algunas voces que apuntaron contra él. Primero fue Romina Manguel, que también es conductora en América. Después le siguió Alexis Puig, ex columnista del noticiero quien tuiteó: “No te cree nadie, psicópata”. Y por último, la colectiva Periodistas Argentinas, quien dio a conocer un duro comunicado, y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA) que repudió el accionar violento de Laje.
A todos esos se suman las denuncias desde redes sociales de Fiorella Vitelli, Mai Pistiner y Eugenia Morea, que fueron partes del programa de Laje en diferentes años. Morea incluso contó que el conductor la acoso sexualmente y denunció: "Si no te acostás con él, te echa".
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Y agregó: "Hoy, 7 años después, me animo a contarlo. ¿Cuánto tiempo más los medios vamos a seguir cuidando y protegiendo a un acosador?", remató. Ya son muchos los que aseguraron que las salidas de Soledad Larghi, Julieta Navarro, Sofía Macaggi y Mina Bonino están relacionadas a problemas con Laje. Por ahora, ninguna de ellas habló.
Pero, la que sí decidió romper el silencio fue Sandra Igelka, quien en diálogo con La Nación, relató que llevaba una década en América TV cuando Laje llegó a la emisora en su rol de gerente de noticias y de conductor. A partir de ese momento, comenzó a sufrir diversos problemas en su vida laboral diaria.
“En 2013 o 2014 desembarca en América como gerente de Noticias. Fue en ese marco que me pasó de todo con episodios de maltrato en reuniones, me acorraló en el lugar. No tenía escritorio, ni silla, ni computadora, ni función, ni nada. Con él empezó mi infierno”, comenzó el relato de Igelka, que ahora trabaja en Canal 9.
Y continuó: “Llevaba diez años en América, co-conducía, tenía una columna política. Creo que fue por mi ideología. Era un momento en el que el canal estaba virando su política editorial, pero está mal buscar la causa porque alguien te maltrata. Traté de armar otras cosas, hice otros programas y el tipo me iba sacando de todo. Mauro Viale me pedía ir al programa y él me lo prohibía”.
En tanto, sobre las situaciones de violencia por parte de Laje, la periodista fue muy clara: “De las reuniones se iba pateando la puerta y diciéndome: 'Vos eso no lo hacés', 'Vos estás loca'. Me costó terapia, enfermarme mal. Si me preguntás por qué no me fui, porque vivo de mi trabajo y porque los espacios son reducidos...”.
Y agregó sobre las razones por las que decidió no irse del canal: “Seguí en peores condiciones, hablé con una de las directivas del canal en ese momento y me dijo: 'Viste cómo es este canal, los gerentes pasan y nosotros quedamos. ¡Aguanta!´ Fui a abogados, pero no había opción, si hacía la denuncia judicial me quedaba sin trabajo. Además, quedás como el problemático para los medios. Me provoca rechazo, miedo, estoy hablando y estoy como temblando. Cuando en tu trabajo te ponen en ese lugar es muy difícil volver de eso. Pensé que no iba a volver a hacer periodismo”.
Y finalizó: “Me cuesta mucho hablar, pero después me di cuenta de que hay que comprometerse. El salió a decir que era una operación. ¿Una operación de quién? Si somos muy distintas las que hablamos. Maltrata a hombres y a mujeres. Con las mujeres mucho más y con algunas se suma el acoso sexual”.
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En la misma nota con el diario, Morea y Vitelli también volvieron a apuntar contra Laje. En ese sentido, la primera dijo: “Fue un año con maltrato, un año con acoso, no solo de él, de su productora (se trata de Ximena Xanthopoulos) también. Me decía que era una inútil, que no aportaba nada al programa. Cuando me llamaba a la oficina para retarme, iba temblando. Entre nosotros no era malo, pero delante de todos me gritaba, me humillaba”.
Y agregó sobre la acusación de acoso sexual que sufría por parte de Laje: “A mí me acosaba. No podía ir al piso porque le tenía miedo. Era todo por mensaje, me tiraba onda. Yo no sabía cómo zafar. Yo necesitaba laburo, soy de Moreno, no tengo parientes en el medio, hice mi camino sola y me costó. Y este tipo me bajó como quiso. Como no accedí a tener sexo con él, me bajó. De un día para el otro. Yo no iba al piso por miedo. En el control me llamó la productora con el dedito y me dijo que fuera a Recursos Humanos. Me echaron y cuando salgo le mando un mensaje a Laje. 'Me echaste, nomás'. Me dice: 'Sos joven, vas a conseguir trabajo'. Tenía 25 años. Hay complicidad ahí”.
Por su parte, Vitelli afirmó: “Cuando vi lo de Belén dije: '¿Cuánto tiempo más me voy a quedar callada y van a seguir habiendo personas viviendo lo mismo?'. Hay un mecanismo de la violencia que por algún motivo te termina dando culpa y miedo. Una persona puede ser exigente, pero la forma en que comunica su exigencia es lo que cambia, me parece. Creo que ahí radica un poco el maltrato. Si vos le estás pidiendo a alguien que rinda más porque incluso la creés capaz y querés tener un programa de excelencia y demás, me parece espectacular. Pero si la forma en que lo comunicás tiene un tono elevado o tiene palabras agresivas, dado que tenés un lugar más alto en la jerarquía, hay una situación de abuso de poder”.
Y completó: “No es solo Antonio Laje. Quiero que quede claro que la productora ejecutiva está a la altura o peor y también hay una persona más. La productora le dice a la gente que está gorda, ha mandado a compañeras a cambiarse por estar gordas. Fue un aprendizaje espectacular, me posicionó en un lugar, pero la falta de humanidad que hay... Todo se rige desde el miedo. Funcionan generándote miedo todo el tiempo. Todo muy perverso. Entre ellos se maltratan un montón. Eso me parecía muy fuerte”.