Vanesa Noble Herrera visitó el ciclo Los Andino en casa y habló de todo en un imperdible mano a mano con Guillermo Andino y Carolina Prat. La abogada y esposa de Felipe Noble Herrera habló de la intimidad familiar y del peso del apellido: "Es un orgullo, pero me genera mucha responsabilidad. Es un apellido que hay que llevar con mucha humildad, como Ernestina siempre quiso y así se lo transmitió a sus hijos".
Las definiciones más fuertes de Noble Herrera
"Con Felipe primero fuimos mejores amigos, así que primero la conocí (a Ernestina) como amiga de Felipe. Llegué a su casa. Era muy simpática y amorosa, pero la veías muy fuerte y poderosa al mismo tiempo. Su presencia era importante. Me generaba una barrera al principio"."Cinco años después nos pusimos de novios con Felipe. Nos conocimos en un curso vivencial, que estaba súper de moda en esa época. Había gente con problemas gravísimos y en un momento me pregunté, ¿qué hago acá? Porque dentro de todo, mis problemas eran leves en comparación".
"Fuimos mejores amigos durante cinco años. Estábamos los dos solos y nos pusimos de novios. Fuimos hablando del tema. Cuando me peleo en su momento con mi ex novio, lo llamé a él y me pasó a buscar. Él cuando se peleaba con su novia me llamaba a mí".
"Lo que él me generaba, además de la protección de todo su entorno, es que sentía que tenía que protegerlo; que necesitaba una contención. Los dos somos arianos y cumplimos con un día de diferencia, más allá del tema de su adopción... porque no se sabe cuál es el día en el que nació y eso lo hablamos con nuestros hijos, porque es un tema".
"Estuvimos cuatro años y medio de novios. Después ya nos queríamos casar y nos pidieron un poco de tiempo".
"La relación con Ernestina fue para mejor cuando nos pusimos de novios. Siempre hacemos el chiste de que éramos un noviazgo de cuatro, porque salíamos Ernestina, Susanita -su mejor amiga-, Felipe y yo. Los cuatro íbamos a comer, a la quinta de Luján. Ernestina se reía mucho con nosotros, no era la mujer empresaria. Felipe siempre fue muy compañero de su mamá".
"Cuando lo conocí, el tema del ADN no estaba de forma pública. Pero por su forma de ser, más el tema del ADN que surgió después, sumado a su lugar en la sociedad, me generaba a mí el querer protegerlo. De por sí dicen que soy protectora, pero sentía eso y que la mamá me haya abierto las puertas de su casa, habilitado como amiga y después poder casarnos. Sus amigos siempre eran los de la infancia, así que yo era algo nuevo".
"Felipe es artista plástico. De chico estudió historia del arte, hizo distintos cursos. En la casa tenía su espacio, dibujaba y pintaba. Muchos cuadros de él estaban en la casa. Él no hacía exposiciones y le dije: '¿Por qué no lo mostrás?'. Al principio, cuando éramos amigos, vi un cuadro divino y le dije que me encantaba. Me dijo: 'Sí, es mío'. Como siempre hace bromas, no le creí. Y ahí le dije que teníamos que hacer algo para que exponga. Y así empezó a exponer".