21 Febrero de 2017 05:53
Un programa. Y su primera aparición por fuera de Videomatch. A fines de 1994 la fama sonreía en la vida de Leo Rosenwasser. Sus personajes, en cámaras ocultas, lo habían catapultado. En la calle, era normal escuchar un “osoo” cuando alguien saludaba. En las panaderías.... Bueno, no aparecía Leonor diciendo obscenidades pero nadie olvidaba sus personajes.
Tinelli y Leo Rosenwasser, compañeros de ruta en los 90.
En ese contexto de auge de los personajes de la medianoche de Telefe, Leo recibió una propuesta: realizar su propio programa junto a Eduardo Husni, otro de los integrantes del programa, todos los días en América. Una mezcla de sketchs con humor.
Con el empuje de la fama, Leo aceptó y decidió arrancar Pim Ball, un magazine de humor que contaba con el debut televisivo de la infartante Karina Rabolini.
El programa, que iba a las 20 , duró apenas seis meses, entre enero y junio de 1995, pero generó la vendetta de Marcelo Tinelli, quien durante años despotricó contra Rosenwasser.
Génesis de la pelea
La historia cuenta que a fines de 1994 el éxito de Videomatch hizo conocidas a figuras como Toti Ciliberto, Miguel Ángel Rodríguez, José María Listorti, Diego Pérez o Pablo Granados y Pachu Peña.
Para diciembre aún no habían logrado renovar sus contratos y Tinelli se encontró, por las páginas de Crónica, que Leo había decidido dejar el programa.
La ira consumió al conductor, quien reunió a todo su equipo de urgencia. Allí fueron todas las nacientes estrellas del programa. En el encuentro les ofreció un aumento suculento en sus ingresos y les dijo: “que nadie les dé laburo”.
Marcelo temía que comience un éxodo masivo siguiendo a Leo. Justo en medio del éxito del que gozaba el programa todas las medianoches. Y no se quedó allí: “Muchachos no hagamos ninguna locura”, los asustó Tinelli.
Los años de Videomatch, un éxito sin precedente en la televisión argentina.
“Había firmado con América entre gallos y medias noches, y Marcelo se calentó”, cuenta a BigBang una fuente que prefiere el anonimato. Y asegura que fue Eduardo Eurnekian, el entonces dueño del canal, quien había pensado el programa. Una apuesta a una figura nueva como Leo, con un altísimo nivel de popularidad. Pero para Tinelli fue una puñada por la espalda. Y no se lo perdonó.
Por su lado, Rosenwasser gozaba de la popularidad. Y tenía sueños: con los primeros 30 mil dólares (en ese entonces existía el 1 a 1) se compró el mismo auto que tenía el conductor de Showmatch. Se trataba de un BMW negro. Incluso, Leo lo perfumó con el Polo Sport de color verde que usaba Tinelli.
Tinelli comandaba un éxito que comenzó a tener bajas.
La salida de Leo fue un “ordenador” para el staff de Showmatch. El chiste, común entre los cómicos, era compararse con él. Si alguno se agrandaba, la frase que latía era “¿Quién sos, Rosenwasser?”.
Como sea, la relación quedó resentida para siempre. Cuando se cumplieron los 20 años de Videomatch, Tinelli lo invitó, como a todas las ex figuras de Showmatch, a hacer nuevamente el “Pepe rompé” y sus personajes. Según cuentan en Telefe, lo hizo grabar decenas de cámaras ocultas pero solo puso un par al aire. Eso enojó de sobremodo al actor.
“Leo hizo todo lo posible por recomponer con Marcelo y no pudo”, cuenta a este sitio uno de los pocos amigos que tenía Leo en el ambiente artístico. Pocos saben si volvieron a verse, solos, cara a cara. Pero la pelea trascendió la pantalla.