Dos años después de la desaparición de Marcela Basteri, el padre de Luis Miguel, Luisito Rey, rehizo su vida. La elegida fue una joven de 18 años a la que conoció en un café de Madrid. Su nombre: Yolanda Mingo Gallego.
Yolanda Mingo Gallego junto a Luis Rey.
"Cuando consumía cocaína me daba asco y después miedo".
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“Me conquistó la circunstancia. Era chica y vi a una persona así, con mundo. Era muy buen compositor y tenía mucha labia. Tenía sus momentos que cuando estallaba, estallaba. Pero tenía sus momentos buenos, no fue todo malo”, reconoció Yolanda al ciclo Secretos Verdaderos.
La mujer reconoció que Luis Rey era adicto al alcohol y a la cocaína. “La primera vez que me golpeó fue en Madrid o Barcelona. Eso te queda. Fue por el carácter violento que tenía por los efectos de las cosas que tomaba. Cuando se le pasaba, era muy buena persona, con sentido del humor. Pero cuando le daba el venazo, daba miedo”.
Una de las últimas postales de la familia de Luis Miguel antes de la separación.
“Teníamos que hacer lo que él decía, salir cuando él quería, ponerme lo que él quería, comer lo que él quería. Era demasiado estricto y creo que eso se vio reflejado en la serie: con su hijo era muy estricto”, sumó.
La personalidad del español cambiaba de modo radical, según el recuerdo de Yolanda, cuando consumía. “Me daba asco y después miedo. Se pasa mal. La persona cambia totalmente su personalidad. Creo que se sienten un poco manejados, ya no es esa persona. Están manejados por las cosas que toman y les cambia el carácter: cuando él se ponía así, perdía el control y los demás teníamos miedo”.
Marcela Basteri, la mamá de Luis Miguel, desapareció hace más de 30 años.
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Además, Yolanda recordó que Luis Rey se refería con frecuencia a Marcela Basteri. “Hablaba muy bien de ella. Estaba muy tocado por su desaparición. Siempre pensé que estaba enamorado, con todas las canciones que le había dedicado”. La relación se terminó en 1991, meses antes de la muerte del músico. “Lo dejé porque no podía más: estaba harta. Era mucho acoso y mucho agobio”.